Por : Alexander Africano M.
Se marchó muy tranquilo, armonizado, hoy es un dia muy bonito, soleado, tranquilo, y así como era él se marcha y nos deja su gran legado, su camino, su palabra, su tejido, su medicina.
Gran sabio del pueblo Kofan y quien deja un legado para las nuevas y futuras generaciones, el agradecimiento infinito de quienes le conocimos y le aprendimos.
Condolencias al pueblo Kofan, familiares y amigos.
Pai, Pai, Pai….
ABUELO:
Tu voz grave es el eco de mi consciencia
recordándome quien soy. Tus palabras
gotas puras que alimentan las aguas de mi alma
como las cascadas de la cordillera
alimentan los nuevos ríos hasta liberarlos en el mar.
La sabiduría corre por tus venas, recorre las selvas
como la anaconda, silenciosa, profunda,
Me ofreces regalos: tu tiempo, tu canto, tu fuerza.
Nada pides. conocerte, abrazarte,
convertirnos en uno es lo que esperas.
Enseñarme a vivir es tu misión. Tu paciencia
y tu calma son tus herramientas.
Como el fuego elevas mi pensamiento,
lo purificas y lo transformas en medicina,
tu calor abriga mi ser. El ritmo de tu caminar me levanta,
afirma mis pasos inexpertos y me planta en la tierra húmeda
y viva de donde surgiste.
KUENDZA A’I
Ke randeua afapatsw ña ihahenchu hembaha
i’haeñakha mahangi. Ke afachu
giyatshia swndwpatsw
kuirahe ña khendyafa tsa’khwma
tsa’khw khuthakhu sefaye aphihechuakaen
kuirañakha kuna na’endekhwma buà na’enga sumbueñangaen.
Atesupahatsw bwthuhe ke tsai’faye, hakantsw tsampiye
kahanikaen, hupitshe, tsusieyi,
afechumaki afeyeki hin’ha: ke kankhefa, ke sethapa, ke kin’sw.
Hungueswveyikheki iñahambi. Kema ateswye, kema mwsiñe,
ingi tiswpave dishayachuveyiki rundahe.
Ñama atesienha kanseye ke tswhenchukhiakaen. Ke tsaikwpa
tuya’kaen ke upatshiatsw ke fwiteswha.
Singekaenki hangia ña I’hambama,
giyaembaki dishaeña sehepave,
ke kw’fatsw savieña ña khendyapama. Ke tswichu hen’fatsw ña hangiehe,
tansienki ña ateswmbi tswichuma tswmbaki hun tshipatshia andenga
tsumba kanseha mane hini.
Santiago Eraso es el autor de este poema, la armónica que suena en el video es tocada por Taita Anibal Queta, nieto de el Abuelo
Taita Querubín y su infaltable armónica