Por : Jorge Kuaran
El día jueves se llevó a cabo en la Casa de la Cultura de Mocoa, el «Foro Minero Ambiental» organizado por la ANM – Agencia Nacional de Minería- que buscaba no sólo dar información del estado de la gestión minera del territorio, sino también escuchar a la ciudadanía y actores del sector en torno a sus inquietudes sobre el tema minero en Putumayo.
El evento fue organizado para hablar de la minería de subsistencia, la pequeña y la mediana minería, quienes tuvieron poca participación dado el nuevo «RIFIRRAFE» que se armo por la Mega Minería proyectada en Mocoa con el tema del Cobre, Molibdeno, Oro y otros del Proyecto MOCOA.
La bochornosa pelea personal entre los amigos del Representante a la Cámara Andres Cancimance y el propio Representante contra la multinacional canadiense Libero Cobre y tambien sus amigos (entre los que se encuentran una veeduria conformada en Mocoa y la Oficina de Minas de la Gobernación de Putumayo), prácticamente desdibujaron el evento y se enfrascaron nuevamente en una grotesca actitud de las partes frente al tema, con acciones groseras, falta de educación y modales propias del desespero y el irrespeto.
El rifirrafe se tomó el evento, que duró desde las 02:00 pm hasta pasadas las 06:30 pm, donde los objetivos de esta actividad que fueron planteados para hablar de la organización, informaciion de la practica de este sector en el departamento, destrabe de procesos a la luz de la norma de la minería de subsistencia, pequeña y mediana minería que es la absoluta mayoría en el departamento de Putumayo, quedo en un segundo plano o mejor dicho sin ser tomada en cuenta, en un evento tan importante como este y que contaba con la institucionalidad nacional en territorio, como son la ANM y el Ministerio de Minas y Energía.
El recinto de la Casa de la Cultura de Mocoa contó con una muy buena asistencia de la ciudadanía que lleno el espacio del salón. Esa Ciudadanía que ya comienza a mostrar su descontento y desaprobación hacia ese tipo de peleas personales protagonizadas por estos dos grupos polarizados, donde no se discute sobre el Proyecto Mocoa en su profundidad, sino sobre los deseos y odios de unos y otros por ganar una disputa, cuyo código parece que no busca otra cosa más allá que vencedores y vencidos, y que ya está tomando tintes de intolerancia e irrespeto inaceptables para la ciudadanía, la misma que hasta el momento no han querido darle la palabra sobre el tema, que se ha tomado como exclusivo de los dos bandos extremistas entre «Los amigos de Petro Vs la multinacional extranjera», los que se niegan a analizar, debatir de forma educada y construir un dialogo de fondo sobre el mismo, tratándolo con seriedad y respeto por el territorio.
Y cuando hablamos de esa ciudadanía que se le ha negado la oportunidad de exponer su pensamiento sobre el tema, estamos hablando de profesionales del Putumayo, gremios, organizaciones sociales, académicos, líderes regionales, entre muchos otros, que ven el territorio de forma más integral y hacia futuro, por lo que no está de acuerdo en enfrascarse en peleas insulsas y de forma, sin atreverse a hablar sobre los verdaderos problemas de fondo que padece nuestra región como pueblo y territorio.
Preocupada igualmente se vio la Institucionalidad Nacional, dado que esta bochornosa pelea dejo ver que la institucionalidad regional y local, quien debería ser la garante de los espacios de diálogo respetuoso y participación amplia para los análisis y el sano debate, tristemente ya ha tomado partido en uno u otro bando extremista y en disputa como si fuera una pelea de vecinas mal informadas, de un proyecto del cual aún no conocemos mayor cosa, ni como región hemos construido mayor cosa en torno al conocimiento pleno de las Pro o las Contra consecuencias desde el ámbito integral como concepto de región.
Lamentable panorama muestra el tema minero en Putumayo, uno porque la institucionalidad local y regional está errada en su papel frente al tema «Proyecto Mocoa» y desde luego su papel como garante de los derechos de todas las corrientes de pensamiento sobre el Proyecto.
Otra, porque en este evento tan importante para el sector de la mineria de subsistencia, pequeña y mediana mineria, poco o nada de importancia y atención le prestaron al tema, aún a pesar de la suplica permanente de los mineros putumayenses para que por favor se les escuche y solucione su anhelo de formalizarse y actuar bajo el amparo de las normas y desde luego el adecuado manejo en todos los campos del estadio de vida del terrotorio que van desde lo ambiental, cultural, económico, social, etc., dado que esta actividad es una forma de vida de una gran cantidad de población putumayense y la mineria es una actividad tan antigua como lo es el ser humano, de allí que la historia misma de la humanidad se clasifique conforme se ha desarrollado su evolución en torno a los minerales, como la edad de piedra, edad del bronce, edad del cobre, edad del hierro, entre otros.
Sin contar que Putumayo tiene su mayor renglon de subsistencia económica del PIB en el sector MINERO Energético, quiere decir que la entidad territorial vive gracias a este sector, sin el cual sería inviable como territorio desde el campo económico, cuyos renglones que complementan ese PIB están muy por debajo de las expectativas de una vida digna para el pueblo putumayense, vista y analizada desde el cubrimiento de las necesidades básicas insatisfechas.
Pareciera entonces que el subconsciente de los putumayense y la plena conciencia de la población colona, todavía tienen puestas sus esperanzas de vida en los cultivos ilícitos, como complemento a la falta de soluciones por parte de un estado territorial pobre de pensamiento en un territorio lleno de riqueza desde la natural hasta la mineral.