

Libero Copper, una empresa canadiense, planea explorar cobre, molibdeno y otros metales en la rica biodiversidad del Piedemonte Andino-Amazónico, en Colombia, lo que ha provocado fuertes divisiones entre las comunidades indígenas y locales.
El proyecto de cobre y molibdeno se presenta como un proyecto ecológico que podría aportar minerales necesarios para la transición energética del país, una propuesta que coincide con los objetivos del nuevo gobierno de Gustavo Petro.

Sin embargo, algunos se oponen al proyecto minero por su preocupación por la deforestación, los deslizamientos y la pérdida de los recursos de subsistencia basados en los bosques de la región.
Otros, en cambio, apoyan la transición hacia energías limpias y la promesa de la empresa de crear puestos de trabajo en una región históricamente abandonada.
