RadioNacional – Dina Marcela Bautista es una joven gestora cultural del municipio de Puerto Asís y las paredes son su mejor lienzo para “hablar” de naturaleza y perdón.
Juan Miguel Narváez Eraso
“Las paredes son el mejor lienzo que tenemos los jóvenes que vivimos en una región tan golpeada por la violencia para rendirle homenaje a la vida, al amor y desde luego a todo el potencial ecológico del departamento del Putumayo, que desde lo más recóndito de la selva invita a vivir en paz. Con nuestras pinturas en gran formato reconciliamos pueblos y unimos territorios”, señala Dina Marcela Bautista, una joven gestora cultural del municipio de Puerto Asís, quien hace más de 10 años encontró en la pintura la fórmula para cambiar el llanto por la esperanza y la felicidad.
En sus intervenciones artísticas en las que predomina la magia, el diseño y el color; Dina refleja también la idiosincrasia de los pueblos indígenas Quillasinga, Inga, Kamentzá, Murui, Siona y Karijona, quienes a través de los ritos promueven la paz espiritual y la unidad social.
“El espacio público es el mejor lugar para inmortalizar la belleza de mi tierra natal y para mostrar a Colombia y al mundo que este paraíso terrenal es más que coca y violencia”, expresó la gestora cultural, mientras preparaba los pinceles y pinturas con las que próximamente embellecerá los entornos de la ‘Ciudad Comercial’ del Putumayo que en la distancia se fusionan con la selva de la Amazonía colombiana.
Por eso, asegura que en sus pinturas sobresalen micos, guacamayas, caimanes, loros y jaguares, entre otras especies silvestres de la región declaradas en vía de extinción.
“Ellos ayudan al sostenimiento de nuestro planeta, garantizan la supervivencia de la humanidad y contribuyen a la fertilidad de la selva. Ante esas invaluables bondades que de manera incondicional nos ofrecen a quienes habitamos en esta parte de la Amazonía, es mínimo el reconocimiento que les ofrecemos”, manifestó.
Su gratitud a la madre naturaleza y a los pueblos originarios de los 13 municipios del Putumayo, la manifiesta a través de la pintura. Y por eso uno de sus tributos de color fue plasmado en Puerto Limón, jurisdicción del municipio de Mocoa, lugar en donde dedicó su obra artística al pueblo indígena Inga y a las comunidades afrodescendientes.
“Invasión de color”
“Aunque de manera individual y colectiva he pintado alrededor de 20 murales, sus tonalidades han invadido de color importantes espacios académicos de la región como la sede educativa Jardín del Colegio San Francisco de Asís”, dijo.
Esa pintura de 15 metros de largo por 3 metros de alto, fue elaborada colectivamente en diciembre del 2022 a través del concurso nacional ‘Jóvenes en Movimientos’ que, en ese entonces, Dina recuerda que fue convocada por el Ministerio de Cultura.
“En aquella composición en la que participé junto a Jonathan Daza, Luis Ángel, Lady Daza, Andrea Arévalo, entre otros jóvenes artistas de la región, se refleja la cultura de los 13 municipios del alto, medio y bajo Putumayo. Por ello aparece fauna, flora y etnias de los municipios de Santiago, Sibundoy, Colón, San Francisco, Mocoa, Orito, San Miguel, Valle del Guamuez, Puerto Caicedo, Villagarzón, Puerto Guzmán, Puerto Asís y Puerto Leguízamo”, indicó la gestora cultural.
Conexión con la naturaleza
Las habilidades culturales y creativas también llevaron a Dina a embellecer la maloca de una “abuela sabedora”, “templo sagrado” de aquella mujer indígena que en límites con el departamento del Caquetá, ofrece ritos para la curación de diversas enfermedades físicas y espirituales a partir del yagé.
“Teniendo en cuenta la conexión que ella tiene entre el espacio y la naturaleza, en el piso de la maloca se plasmó el aire, el cual fue representado por una guacamaya, mientras que el agua fue simbolizada por un delfín, la tierra fue personificada con el rostro de un taita y el fuego con un dragón”, explicó.
Otra obra con la que promueve en la capital putumayense la conservación de los ecosistemas es la titulada ‘El Gallito de las Rocas’, mural que en el 2022 fue pintado en el Primer Encuentro de Arte ‘Kankunapa’ que en lengua Inga significa “para ustedes”.
“Dicha composición exalta a aquella ave que por su inigualable canto y plumaje se roba la ternura de quienes tienen la oportunidad de observarla cada vez que se posa en las rocas”, manifestó.
En el kilómetro 10 de la vía principal que une a Puerto Asís con Mocoa, Dina Marcela también pintó colectivamente otro mural en homenaje a las abejas meliponas.
“Elegimos aquellos seres porque las abejas son sinónimo de trabajo y porque además hacen parte de la biodiversidad de la que depende toda la humanidad para sobrevivir”, afirmó.
Para esta joven artista autodidacta, que desde muy pequeña sintió que la cultura era la única herramienta que tenía para la transformación social, subrayó que jamás se imaginó que sus técnicas las iba a perfeccionar con ayuda de experimentados artistas de la región.
“Desde el 2016 empecé a pintar en un encuentro artístico que hizo parte de las fiestas de Puerto Asís. En ese proceso conocí a Francisco Córdoba, un artista muy reconocido de la región de quien aprendí varias técnicas sobre el realismo”, expuso Dina, quien actualmente tiene 25 años, estudió en la escuela El Prado y posteriormente en la sede San Fernando de la Institución Educativa Santa Teresa de Puerto Asís.