Llamaremos “Juan”, a la fuente que, atestiguó la llegada de un nuevo consumidor de droga a la capital de Putumayo.
“Recorría en mi carro la vía perimetral. Un hombre cuyas prendas no tan deterioradas caminaba en el sentido norte – sur. ¿Amigo cual es su nombre?, se sonrió y no me dijo nada más. ¿De donde viene?, me respondió que de Pitalito. “Un camión me dejo a mi y a otros arriba en un puente y voy para la Independencia”.
Supuse que esta persona iba para la ‘olla’, precisa “Juan”, quien manifestó que deseaba comprobar de dónde provienen tantos indigentes que proliferan en las calles mocoanas.
Según conoció EL ESPÍA, el número de enfermos por consumo de drogas ha aumentado de manera desbordada. “A la fecha no sabemos cuantos son”, manifestó una funcionaria de la alcaldía.
El problema social está por fuera de control de las autoridades y los moradores de la ciudad y el comercio, no saben qué hacer para palear la situación, que cada día le genera mala imagen y desdice del accionar de las entidades del Estado, que deberían trazar políticas para devolver a sus lugares de origen a tantos hombres y mujeres que, en su estado avanzado de indigencia, se tomaron la ciudad.
Aunque las autoridades empiezan a preocuparse por los cuestionamientos de la comunidad, no se observa una iniciática efectiva para acabar con el problema.
Detrás del problema en Mocoa, ciudad tan acogedora, están los bandidos expendedores de bazuco, marihuana y otras sustancias, que tienen montado un gigantesco y jugoso negocio de las drogas, es decir se cometen delitos como Tráfico de Estupefacientes, Trata de Personas, y aumento de Hurtos y Receptacion de elementos robados. Es consecuencia de esa situación que la Policía desmanteló uno de los eslabones de esa cadena maldita que contagia también a los jóvenes de Mocoa. Alias “Porrudier” y “La India”, están en la cárcel, pero sus cabecillas siguen frente del negocio que según fuentes, pareciera tener cómplices.
A pesar del esfuerzo de la Policía y la Fiscalía, los ciudadanos aseguran por qué, no combaten las ‘cuevas’y ‘ollas’ plenamente visibles a la luz de toda la comunidad. Desde hace 20 años, las casas de expendió de estupefacientes, siguen en su tarea contaminadora, pero no hay acción judicial por parte de la Fiscalía General de la Nación, para aplicar la figura de ‘Extinción de Dominio”.
Los comerciantes dueños de restaurantes se sienten impotentes, pues los indigentes llegan a todos lados incomodando la clientela que, ya no quiere sentarse a comer, por el tránsito en incomodidad que estas personas en mal estado de salud, aseo y de vestido, les generan.
De la alcaldía aseguran que el 22 de marzo harán una mesa de trabajo para evaluar la situación y proponer medidas.
Si es de Pitalito, de donde cuentan varias fuentes han llegado consumidores de drogas de otras ciudades, es deber del alcalde de Mocoa, Jhon Jairo Imbachí, llamarle la atención a su colega de esa ciudad Edgar Muñoz. Presumen las fuentes que es posible, al parecer habría cierta complicidad de las autoridades de esa ciudad, en el envío en camiones que transportan hacia el el Putumayo tantos enfermos por las drogas.