RadioNacional – Desde las aulas escolares, malocas y parcelas, los pueblos originarios de la Amazonía colombiana luchan contra la desaparición de su lengua materna.
Juan Miguel Narváez Eraso
Once lenguas maternas mantienen vivas las tradiciones de los 13 municipios del departamento del Putumayo, en el sur de Colombia. “kofán, siona, inga, awá, kamentzá, kechwa, nasayuwe, pastos, murui, muinane y huitoto son las lenguas originarias que aún mantienen vivas las costumbres de nuestros pueblos ancestrales y por eso es importante evitar su desaparición”, expresó Antonia Agreda, lingüista, literata del Valle de Sibundoy y gerente de cultura y diversidad de la organización no gubernamental Acdi Voca.
El pronunciamiento lo hizo en el marco del Día Nacional de las Lenguas Nativas y del Día Internacional de la Lengua Materna, al advertir que, aunque los pueblos originarios implementaron acciones para evitar la desaparición de sus lenguas nativas, considera que en Colombia tienen altos factores de riesgo que los puede llevar a la pérdida.
“Por ello es importante instruir a la infancia y a la adolescencia, debido a que es la población que menos se está comunicando en sus lenguas originarias. Esta es una situación muy preocupante para analizar, teniendo en cuenta que la lengua es un elemento vital del conocimiento tradicional de nuestros pueblos”, manifestó.
Aunque subraya que todas las lenguas indígenas se encuentran en riesgo, espera que el diseño de un plan mundial permita que este patrimonio lingüístico no se pierda en los próximos 10 años. Entre los riesgos que pueden ocasionar su pérdida considera que están: la no transmisión de la lengua a las futuras generaciones, la muerte de los abuelos sabedores y la migración de los hablantes de las lenguas tradicionales.
Implementación del Plan Decenal
“Desde el 2022 avanza en Colombia el desarrollo del Plan Decenal de Lenguas Nativas y se espera que las instituciones municipales, departamentales y nacionales revisen esta estrategia y comiencen a incluir los 45 programas que contiene. Entre las propuestas está la construcción de un diagnóstico sociolingüístico, la documentación de las lenguas y la creación de material didáctico de manera interinstitucional”, manifestó.
Para ello resaltó la importancia que tendría la participación de los ministerios de Educación, Cultura y de las Tecnologías. Además, se refirió al papel que jugaría el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar porque según la lingüista y literata colombiana, el Icbf atiende una gran población de primera infancia indígena.
De acuerdo con Antonia, en Colombia hay 68 lenguas originarias de las cuales argumenta que 45 de ellas están distribuidas en seis departamentos de la Amazonía colombiana. Mientras reitera que en Putumayo se hablan 11 lenguas maternas, afirma que en el resto del país perviven dos lenguas criollas de origen africano con inglés o castellano.
Educación desde las aulas
“Para no lamentar la pérdida de nuestra identidad, en el municipio de Leguízamo educamos a las nuevas generaciones a través de la música y la danza”, dijo el rector de la institución etnoeducativa rural Monato, Abelardo Castillo.
Para que los niños, niñas y adolescentes se apropien de la lengua ancestral, subrayó que la enseñanza de la lengua nativa está incluida en el plan de estudio de la institución y que se hace de manera transversal, es decir que todas las áreas del conocimiento como: matemáticas, sociales, español y ciencias naturales se dictan en lengua autóctona.
Para impactar en los menores de edad, el rector asegura que los docentes adaptan las cartillas a los conocimientos de los estudiantes del plantel. Es decir que cambian los nombres de los objetos tradicionales que aparecen en los libros, por términos propios de su cultura ancestral.
“En la institución etnoeducativa hay 170 estudiantes que entre los 5 y 14 años de edad cursan desde el preescolar hasta el octavo grado de bachillerato. Varios de ellos componen poesías y canciones en idioma ancestral”, afirmó.
Patrimonio cultural
“Aunque son varias las estrategias que implementamos desde las malocas y las chagras para que las nuevas generaciones valoren su cultura, se comuniquen en su lengua originaria y no se pierda la lengua materna, surgen otros factores que se oponen a esos propósitos”, dijo la lideresa indígena del pueblo Murui Muina, Blanca García; al precisar que el fallecimiento de los abuelos sabedores hace que se rompa la transmisión de los conocimientos de los pueblos autóctonos.
“Si bien es cierto las nuevas tecnologías mejoran nuestra calidad de vida, también inciden en la pérdida de identidad de las actuales generaciones”, manifestó.