Que no pase con el Plan Maestro de Acueducto de Puerto Asís lo del proyecto de la Variante San Francisco- Mocoa, que nadie sabe cuando terminará

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Putumayoaldia – Jesús Bernal

Con recursos que estaban comprometidos desde 2017 por parte de FINDETER y con la financiación de la Gobernación del Putumayo, se contrató la construcción de la Etapa 1 de la Fase III del Plan Maestro de Acueducto para Puerto Asís y se comprometieron inicialmente 30 mil millones de pesos, para ejecutar la obra y recuperar el servicio para unas 20 mil personas inicialmente. La obra se entregará en octubre de 2024.

Consultados algunos de los asistentes a la socialización de ese proyecto manifestaron no estar de acuerdo con las bondades del proyecto, porque las expectativas eran mucho más grandes, considerando que se presumía que estaba financiado el proyecto para ejecutarse y darle garantías de agua potable al Municipio de Puerto Asís en más del 80% de la población.

Esta proyección para garantizar que la población de Puerto Asís tenga agua para sus 70 mil habitantes, sólo está proyectada a medida de contar con los recursos. Por ahora lo que se pretende es dar solución a la calamidad que sufre el municipio de Puerto Asís tras la pérdida de la antigua planta de acueducto y se quiere restablecer el servicio que tenía cobertura del 23% de la población y que pretende dar servicio al 30% en la primera etapa, a un costo de 30 mil de pesos. Se prevé que en el mes de octubre del próximo año (2024) se estaría concluyendo con esa primera etapa.


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Para el contratista Néstor Zuluaga, el valor del proyecto total es de 92 mil millones de pesos a precios de hoy, donde transcurrían nuevas etapas basadas en los recursos que puedan ser conseguidos por los próximos alcaldes y gobernadores.

Según Zuluaga el proyecto esta diseñado para soportar la cobertura del más del 80% de la población. Pero las comunidades quedaron sorprendidas ante las respuestas dadas porque esperaban que barrios como Luis Carlos Galán serían conectados con la primera etapa de la Fase III del proyecto, al igual que las comunidades del Barrio Los Lagos. Comunidades rurales y periféricas como la Vereda La Danta también quedaron decepcionados.

Los voceros de los contratistas desconocieron la conformación de la Veeduría Ciudadana, a lo que el alcalde Fernando Castillo debió intervenir y pedir que se levantará el acta de conformación.
Clarence Ortega ciudadana y profesional de la ciudad intervenido pidiendo que era el momento para crear esa Veeduría considerando la presencia de numerosos líderes comunales. La Cámara de Comercio del Putumayo a través de su Director Ejecutiva Decci Ibarra puso a disposición un sitio para que la Veeduría se reúna.

De igual manera la firma contratista desconoció la posibilidad de contratar profesionales del municipio, lo que llevó a la intervención del Gobernador del Putumayo Buanerges Rosero quién se abrió paso pidiendo esa oportunidad y finalmente se accedió a esa petición que reclamo la comunidad.


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Esta concesión se dio a regañadientes por el contratista Néstor Zuluaga quien accedió, pero condicionó la decisión, dejando en claro que se recibirán las hojas de vida pero los cargos son mínimos.
En cuanto a la mano de obra no calificada, se recepcionarán hojas de vida, inicialmente a un correo electrónico y se comprometieron a montar una oficina física en la ciudad.

La planta de tratamiento será construida en el sector de La Vereda Peñasorá y tendrá un sistema de bombeo sofisticado las 24 horas del día, que responderá de acuerdo al consumo de la población.

Quedó claro que los actuales tanques elevados de la ciudad no serán usados para el proyecto y se aseguró por parte de Zuluaga que el tanque del Colegio Ciudad de Asís será demolido, en respuesta a una acción popular.

El alcalde Fernando Castillo dijo que el mantenimiento del sistema y redes está a cargo de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Puerto Asís, será público y se facturará el consumo con micro-medidores.

El gobernador Rosero sin embargo manifestó que el proyecto debe entrar a un proceso de replanteo y ajustes de financiación, lo que podría exigir que sean mayores los recursos que deban ser comprometidos o se reduzca la cantidad de obra ejecutada.


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