El presidente de Perú, Gustavo Petro, ha planteado la necesidad de convocar al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en respuesta al asalto policial a la Universidad de San Marcos de Lima que se saldó el sábado con más de 200 detenidos.
«Allanar universidades. Gritar ¡Muera la inteligencia! El Consejo permanente de la OEA debe ser citado para examinar el caso de Perú», ha apuntado Petro en su cuenta en Twitter.
En respuesta, el presidente del Consejo de Ministros peruano, Alberto Otárola, ha emplazado a Petro ocuparse de sus asuntos. «Ocúpese de sus asuntos señor Gustavo Petro», ha publicado.
«Consejo Permanente de OEA también podría examinar masacres ocurridas durante su gobierno. La última en el Putumayo. Gobierne para los suyos, asista a las víctimas, mejore sus universidades», ha añadido Otárola también en Twitter.
Petro ya criticó la detenición del presidente Pedro Castillo «sin juez y sin defensa» después de que éste ordenara la disolución del Congreso peruano.
Unos 400 policías antidisturbios apoyados por fuerzas especiales irrumpieron el sábado con tanquetas tumbando una de las puertas de acceso a la Universidad de San Marcos y detuvieron a más de 200 personas. Hubo disparos y lanzamiento de gas lacrimógeno pese a no encontrar resistencia, según testimonios recogidos por la prensa peruana.
Por esos hechos, la congresista peruana Flor Pablo ha solicitado formalmente la comparecencia del primer ministro, Alberto Otárola; del ministro del Interior, Vicente Romero.
«Lo ocurrido en San Marcos es incaceptable. Sin presencia de la Fiscalía, tratar a estudiantes, ciudadanos y defensores de Derechos Humanos como delincuentes, tirados en el piso y golpeados es un abuso. Ministro del Interior y rectora de la UNMSM deben dar explicaciones», ha apuntado Pablo en un mensaje publicado en Twitter.
Por ello Pablo ha presentado una moción para que para que Otárola «rinda cuentas ante el Congreso» y un oficio solicitando a la Comisión de Educación que cite a la rectora de la UNMSM en la próxima sesión ordinaria.
Unos 400 policías antidisturbios apoyados por fuerzas especiales irrumpieron el sábado con tanquestas tumbando una de las puertas de acceso a la Universidad de San Marcos y detuvieron a más de 200 personas. Hubo disparos y lanzamiento de gas lacrimógeno pese a no encontrar resistencia, según testimonios recogidos por la prensa peruana.
En el lugar estaban alojadas desde el miércoles y con permiso para pasar una noche delegaciones de manifestantes llegados desde distintas partes de Perú para participar en la denominada Toma de Lima en el marco de las protestas contra la presidenta Dina Boluarte, elegida tras la destitución de Pedro Castillo.
El Ministerio del Interior ha explicado en un comunicado que la operación es la respuesta a una denuncia presentada por un representante de la universidad por la presencia de un grupo de 300 personas que entraron en el campus de forma ilegal y violenta y que agredieron a los trabajadores de seguridad y los expulsaron.
La legislación de Perú establece que en este tipo de operativos es obligatoria la presencia de funcionarios de la Fiscalía para evitar abusos contra los detenidos, pero los sospechosos fueron reducidos violentamente, esposados en el suelo y trasladados a dependencias policiales. La Fiscalía ha informado del envío de fiscales a estas dependencias para legalizar los arrestos y ha confirmado la detención de al menos tres personas por delitos de terrorismo.