ElTiempo – El sindicato de profesores ha puesto algunos peros al proceso que se iniciará este mes.
Para este mes está previsto el regreso a la presencialidad en todo el sistema educativo. Esto aplicará para los colegios, jardines infantiles y universidades del país.
Sin embargo, voces desde la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) ya han puesto peros a esta medida, al considerar que no están dadas las condiciones que garanticen la salud en una presencialidad plena en las aulas.
Ante esto, algunos docentes han manifestado su intención de no volver a los salones de clase. Por ello, EL TIEMPO consultó con el Ministerio de Educación, que, a diferencia de lo ocurrido el año pasado, cuando anunció la vuelta a las aulas, pero aún con aforos, no ha anunciado expresamente que haya sanciones.
No obstante, la cartera le dijo a este diario que la presencialidad plena implica volver a las clases como se daban antes de la pandemia, sin aforos, aunque con medidas de bioseguridad.
Así las cosas, aplicarían todas las sanciones que pueden afectar a los profesores que no vayan a clase, dado que esto se entendería como un incumplimiento de sus funciones.
Y al ser servidores públicos, estas sanciones pueden incluir suspensiones, apertura de procesos administrativos y el no pago de los días en los que la persona no acudió a las aulas. En este sentido, no cambian con respecto a las acciones contempladas en la directiva 05 del Ministerio de Educación.
Por su parte, la ministra María Victoria Angulo, en una reciente entrevista con EL TIEMPO, manifestó: “A muchas de estas personas que se han opuesto al regreso a la presencialidad lo que menos les importaba son los niños. Les importaba desinstitucionalizar el sector y generar miedo en los padres de familia”.
Y agregó: “El llamado que hago a quienes de verdad les importe la educación es poner en el centro a los niños, dar recomendaciones para mejorar, hablar de calidad, con sinceridad y no poner obstáculos al retorno”.
En cuanto a los padres de familia, la funcionaria mencionó: “Ya no hay disculpa para que los padres no envíen a sus hijos a clases. Esto porque la ley colombiana así lo establece. El sistema educativo es presencial, que es donde podemos dar las garantías de alimentación, transporte y demás. Obviamente, cuando se argumente realmente que existe la necesidad de dar un tratamiento especial por problemas médicos, se dará. Pero esta será la excepción”.