Eltiempo – Un psicólogo halló que la narración de dos cazadores en el bosque es «apreciada globalmente».
Antes de leer esta nota piense en cuál es su chiste favorito o el que usted siempre comparte con sus amigos o familiares.
¿Listo?
Ahora, ¿sabe por qué ese chiste que le alegró por un momento su día lo hace sonreír?
Un artículo publicado en el medio económico ‘Business Insider‘ afirma que la ciencia, por mucho tiempo, ha estado interesada en explicar el mundo del humor.
El portal cuenta que, hace 20 años, el psicólogo Richard Wiseman creó una página con «40.000 chistes y pidió a todos los visitantes que votaran una serie de bromas aleatorias». Todo esto para intentar hallar cuál es el chiste que más hace reír en el mundo.
El más votado entre las más de 1.5 millones de personas que participaron fue el siguiente:
«Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos se desmaya. No parece estar respirando y sus ojos están vidriosos. El otro hombre agarra el teléfono y llama al servicio de emergencias. Dice jadeando al operador: «¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?»
El operador con un tono de voz calmado y suave le responde: «Tómelo con calma, puedo ayudar. Primero, vamos a asegurarnos que está muerto». Se hace un silencio, luego se escucha un disparo. De regreso al teléfono, el cazador dice: «Y, ¿ahora qué?»».
El medio estadounidense, en su versión de España, detalla que el psicólogo admitió que si bien esta narración no es el chiste más divertido para algunos, es la broma más «apreciada globalmente».
Pero ¿por qué tuvo tanta votación?
‘Business Insider’ expone que, según la Teoría de la Transgresión Benigna, esta broma cumple con los requisitos para ser un buen chiste.
«Para convertirse en una buena transgresión benigna, un chiste o una broma debe cumplir 3 cosas: ser una transgresión insegura de una situación; darle la vuelta a la situación para que sientas, como audiencia, que es segura y que ambas percepciones (inseguridad y seguridad) ocurran al mismo tiempo», explica el portal.
Y continúa explicando que el chiste ganador triunfa porque «sigue la Teoría de la Transgresión Benigna al pie de la letra. Hay una situación peligrosa (uno de ellos se desmaya, el otro cree que está muerto, llama a emergencias) y de repente hay una vuelta que desinfla la tensión y sorprende (el cazador sano mata de un disparo al que se ha desmayado por un error de comunicación)».