En desarrollo de una operación combinada entre la Armada de Colombia y el Ejército de la República de Ecuador, se logró el hallazgo y posterior destrucción de un campamento ilegal que presuntamente pertenecería al Grupo Armado Organizado residual autodenominado «Comandos de Frontera» que delinque en esta región del país y que se encontraba ubicado en zona rural de la provincia de Sucumbíos en Ecuador.
La operación fue desarrollada sobre el sector de Mozoya, Parroquia Santa Elena, cuando unidades del Ejército de ese país, guiados por información de inteligencia de la Armada de Colombia, del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, hallaron el campamento abandonado.
Este campamento ilegal tenía capacidad para albergar a cerca de 40 personas y era utilizado, al parecer, para reclutar a menores de edad de la región y adoctrinarlos en contra de su voluntad. Al interior del lugar, fue hallado material de guerra como ametralladoras, munición, artefactos explosivos improvisados, detonadores eléctricos, equipos de comunicaciones, material de intendencia, medicinas, enseres, entre otros.
El armamento y material de intendencia, fue puesto a disposición de las autoridades competentes, mientras que las instalaciones fueron destruidas en el lugar.