Por: Aldo José Manco De la Cruz
Corría el año de 1991, siendo secretaria de educación la doctora Alicia Mustafa Vallejo cuando se logró mediante resolución 1236 la creación legal de la Escuela Rural Mixta la Reserva. Con solo cinco de funcionamiento y un éxito rotundo hubo la necesidad de ampliación de la cobertura y apertura y legalización del grado sexto.
Por resolución 001601 del 27 de agosto de 1996, se permitió la ampliación de la cobertura con cambio de razón social la Escuela Rural Mixta la Reserva se convirtió en la Institución Educativa Fidel de Montclar; pero fue en el 2003 mediante decreto 041 de 11 de marzo de203 que este nombre se hizo oficial, homenajeando de esta manera al primer perfecto apostólico en llegar con un grupo de capuchinos catalanes a estas tierras. (Mora, 2007).
El Colegio MONTCLAR celebro este mes de agosto veinticinco años de vida institucional, ubicándose entre los Colegios oficiales más jóvenes de la ciudad y el departamento. La Mocoa de de agosto de 1996, era radicalmente diferente de la ciudad que actualmente vivimos. El MONTCLAR de ese entonces también era igualmente diferente al de nuestro tiempo. En concordancia con la ciudad es la entidad educativa publica más apetecida por cientos de aspirantes a obtener el título de Bachiller, lo que significa casi un enganche laboral seguro en cualquier de los establecimiento comerciales que pululan en la urbe.
La labor educativa y de formación humana que desarrolla el Fidel de Montclar desde sus inicios merece el más justo reconocimiento por parte de todos los sectores sociales. Y ello no era gratuito sino el reflejo de la una tesonera tarea pedagógica y formativa la cual ha surgido prestante ciudadanos que engalanaron la conducción administrativa, cultural y política de la ciudad.
El MONTCLAR no siempre ha funcionado en el mismo lugar ya que anteriormente lo hacía en casa y lotes prestados. En el año de 1992 se comenzó la construcción de cemento, con la participación de toda la comunidad en mingas y trabajo comunitario. Hoy estas primeras aulas poseen un valor patrimonial para la ciudad y para el imaginario colectivo de los habitantes del barrio la Reserva. Esto contrasta con La importancia del edificio 3 y 4 está dada por la estructura adecuada para las labores educativas pues su diseño fue pensado para facilitar las funciones propias de la educación, incluido los famosos quioscos que se pretendió sirvieran como lugar de encuentro al aire libre.
En los actuales momentos, a diferencia de la ciudad que lo engendró el MONTCLAR atraviesa una de sus mejores etapas gracias al cuerpo de profesores y administrativos que lo integran, dispuestos hoy a dar toda su capacidad creativa y docente para llevar esta institución al siguiente nivel. Creemos que el MONTCLAR por las anotaciones anteriores, y cuando apenas llega a un cuarto de siglo, se merece que la Asamblea Departamental le otorgue la calidad de Patrimonio Histórico y Pedagógico de Mocoa lo cual significa el apoyo financiero, moral, pedagógico y estructural que necesita para ello.