Puentes que ‘hablan’ y otras soluciones de mantenimiento inteligentes: ¿qué nos detiene?*

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El Big data se ha convertido en un importante factor de impulso de la innovación con el potencial de generar un impacto positivo en los retos económicos y sociales actuales. La innovación facilitada e impulsada por el uso de datos digitales ha sido denominada por la OCDE como ‘data-driven innovation’ (DDI) . El sector de infraestructura es uno de los que se puede beneficiar de la DDI. ¿Cómo puede la DDI contribuir a la cooperación entre diferentes sectores de infraestructura? ¿Qué obstáculos impiden la implementación de DDI en el manejo de infraestructura? Y ¿qué aspectos podrían facilitar su implementación? Estas y otras preguntas son clave en el proyecto de investigación LONGA VIA.

LONGA VIA (acrónimo de Legal & Organizational Network & Governance Aspects of data-driven innoVations in Infrastructure mAnagement) es un proyecto de investigación que explora posibles barreras regulatorias y organizacionales para la implementación de DDI en el manejo de infraestructura en los sectores de agua, energía y transporte en los Países Bajos. El proyecto consiste principalmente en dos investigaciones doctorales en la Universidad de Tilburg, financiadas a través del programa Responsive Innovations de NGInfra** y la Organización para la Investigación Científica de los Países Bajos (NWO).

La investigación relacionada con las barreras organizacionales está a cargo de Tom Aben (MSc), bajo la supervisión del Prof. Dr. Henk Akkermans y Dr. Ir. Wendy van der Valk (Tilburg School of Economics & Management).

La investigación concerniente a las barreras regulatorias es desarrollada por Brenda Espinosa (LLM), bajo la supervisión de la Prof. Dr. Saskia Lavrijssen y el Prof. Dr. Martijn Groenleer (Tilburg Law School). Los operadores de infraestructura que apoyan y participan en este proyecto son Rijkswaterstaat (vías terrestres y acuáticas), la Autoridad Portuaria de Rotterdam, Alliander(operador de la red de distribución eléctrica y de gas), ProRail (ferrovías) y Vitens (acueducto).


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Brenda Espinosa Apráez
PhD Researcher at Tilburg University

El Big data se ha convertido en un importante factor de impulso de la innovación con el potencial de generar un impacto positivo en los retos económicos y sociales actuales. La innovación facilitada e impulsada por el uso de datos digitales ha sido denominada por la OCDE como ‘data-driven innovation’ (DDI) . El sector de infraestructura es uno de los que se puede beneficiar de la DDI. ¿Cómo puede la DDI contribuir a la cooperación entre diferentes sectores de infraestructura? ¿Qué obstáculos impiden la implementación de DDI en el manejo de infraestructura? Y ¿qué aspectos podrían facilitar su implementación? Estas y otras preguntas son clave en el proyecto de investigación LONGA VIA.

LONGA VIA (acrónimo de Legal & Organizational Network & Governance Aspects of data-driven innoVations in Infrastructure mAnagement) es un proyecto de investigación que explora posibles barreras regulatorias y organizacionales para la implementación de DDI en el manejo de infraestructura en los sectores de agua, energía y transporte en los Países Bajos. El proyecto consiste principalmente en dos investigaciones doctorales en la Universidad de Tilburg, financiadas a través del programa Responsive Innovations de NGInfra** y la Organización para la Investigación Científica de los Países Bajos (NWO). La investigación relacionada con las barreras organizacionales está a cargo de Tom Aben (MSc), bajo la supervisión del Prof. Dr. Henk Akkermans y Dr. Ir. Wendy van der Valk (Tilburg School of Economics & Management). La investigación concerniente a las barreras regulatorias es desarrollada por Brenda Espinosa (LLM), bajo la supervisión de la Prof. Dr. Saskia Lavrijssen y el Prof. Dr. Martijn Groenleer (Tilburg Law School). Los operadores de infraestructura que apoyan y participan en este proyecto son Rijkswaterstaat (vías terrestres y acuáticas), la Autoridad Portuaria de RotterdamAlliander (operador de la red de distribución eléctrica y de gas), ProRail (ferrovías) y Vitens (acueducto).

Con ayuda de desarrollos tecnológicos tales como sensores, redes inteligentes (Smart grids), inteligencia artificial, realidad virtual y data-analytics, los operadores de infraestructura pueden obtener mejor información sobre la condición y funcionamiento de las estructuras a su cargo. Esta “smartification” de las infraestructuras hace posible un mejor monitoreo de los objetos (vías, puentes, cables, tuberías, etc.), y contribuye al mejoramiento de técnicas de mantenimiento e incluso hace posible el mantenimiento predictivo (predictive maintenance). Las ventajas del uso de DDI en el manejo de infraestructura son aún más significativas con la cooperación entre diferentes sectores por medio, por ejemplo, del intercambio de datos sobre la condición y funcionamiento de las estructuras y/o planes de mantenimiento. El resultado: intervenciones más enfocadas y oportunas que contribuyen a la seguridad, resiliencia y buen funcionamiento de las infraestructuras.


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Los operadores de infraestructura son cada vez más conscientes de estas oportunidades y trabajan para aprovecharlas al máximo. Sin embargo, la implementación de DDI trae consigo ciertos desafíos. En primer lugar, el hecho de que los operadores de infraestructura cada vez son más dependientes de los datos digitales, implica que deben tener a su disposición medios suficientes para recolectar, procesar, analizar, almacenar y compartir dichos datos. Lo anterior requiere importantes inversiones en TICs y otros activos menos tradicionales en comparación con el asfalto, las tuberías o los cables, como por ejemplo: sensores y otros aparatos inteligentes, datalabs, expertos en TICs y data science. En segundo lugar, los operadores de infraestructura necesitan datos que vienen de distintas fuentes, incluyendo sus propios sistemas pero también los de sus contratistas, otros operadores de infraestructura, autoridades públicas e incluso los propios ciudadanos.

En dicho contexto, los operadores de infraestructura se encuentran a menudo con ciertos obstáculos que impiden el uso generalizado de DDI y la cooperación entre diferentes sectores por medio del intercambio de datos.

Barreras organizacionales

Desde la perspectiva organizacional LONGA VIA investiga barreras en relación con el uso de DDI para el mejoramiento del mantenimiento de activos de infraestructura vital. Este mantenimiento es usualmente encargado a empresas privadas que por lo general tienen un interés diferente al de sus contratantes: mientras que el contratista se beneficia con la mayor ejecución de actividades de mantenimiento, para el contratante es mejor que dichas actividades se limiten tanto como sea posible, y en todo caso hasta el punto en el que se pueda garantizar un mínimo de disponibilidad, seguridad y asequibilidad de la infraestructura. Para poder asegurar que el contratista realice suficientes pero no demasiadas actividades de mantenimiento, se requiere de contratos adecuados.

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Los llamados “performance-based contracts” (contratos remunerados por desempeño) son por lo general adecuados para la subcontratación del mantenimiento, ya que estos tipos de contratos hacen que el contratista sea responsable de los objetivos del cliente. DDI puede ayudar al contratista, ya que las aplicaciones como los sensores inteligentes le proporcionan al contratista información en tiempo real sobre la condición de un objeto a mantener. De esta manera, el contratista puede avanzar hacia un mantenimiento basado en la condición real de los objetos, o incluso predictivo para lograr la disponibilidad o confiabilidad deseada. Sin embargo, nuestra investigación hasta el momento muestra que los contratos que se usan tradicionalmente no contienen los incentivos correctos para inducir al contratista a hacer tal transición. En uno de los proyectos estudiados, el contratante todavía prescribe qué es lo que debe hacer el contratista a pesar de que se trabaja bajo un performance-based contract. El desviarse de los acuerdos se traduce en incumplimiento del contrato y conlleva una sanción para el contratista. En otro caso, en la práctica el contratista es recompensado por esperar a que ocurra una falla en lugar de evitarla. Estas dos cuestiones desempeñan un papel fundamental durante la ejecución de un contrato: ¿cómo facilitar y motivar a un contratista a actuar en interés del contratante?

 De otra parte, DDI presenta desafíos con respecto a la celebración de nuevos contratos. Por ejemplo, en uno de nuestros casos de investigación, los sensores que el contratista había instalado al inicio del período del contrato se removieron después de que expirara el contrato. Los datos que el contratista había recibido durante el período del contrato no se compartieron con el contratante. En otro proyecto, el contrato contenía una cláusula de penalización por no compartir este tipo de datos al finalizar el término contractual: el contratista, sin embargo, optó por la multa. Adicionalmente, la falta de intercambio de datos complica todas las licitaciones posteriores y ocasiona que se pueda acumular poca experiencia. Estos ejemplos sugieren que las relaciones entre contratantes y contratistas en este sector se caracterizan por un grado limitado de confianza: las personas optan por no compartir datos, entre otras cosas por razones competitivas.

La investigación organizacional de LONGA VIA tiene como objetivo conocer cómo los aspectos relacionados con el uso de datos pueden incorporarse en el diseño del contrato y lo que ello conlleva para la gestión del contrato.

Barreras regulatorias

La parte regulatoria de LONGA VIA tiene como objetivo investigar e identificar barreras y otras cuestiones (por ejemplo: lagunas, contradicciones, requerimientos estrictos, etc.) relacionadas con los marcos regulatorios que representan desafíos para la implementación de DDI por los operadores de infraestructura. De acuerdo con las observaciones preliminares de esta investigación, buena parte de estos desafíos están relacionados con la incertidumbre en relación con lo que está o no permitido para los operadores de infraestructura en relación con la implementación de DDI.

Uno de los aspectos más relevantes tiene que ver con la dificultad de determinar la “propiedad” sobre los datos que son generados mediante sensores u otros aparatos inteligentes. Esto es por lo general difícil porque muy a menudo hay interacción entre los operadores de infraestructura y otras partes, como por ejemplo los contratistas que realizan el mantenimiento, pero también los proveedores que instalan y operan los sensores y otras tecnologías. De hecho, la palabra “propiedad” se escribe entre comillas porque en estricto sentido no es posible ser el propietario de datos de acuerdo con el derecho civil holandés (puesto que los datos no son un objeto físico ni un derecho) y todavía se debate si es necesario crear un derecho de propiedad sobre datos.

Otro aspecto importante tiene que ver con el intercambio de datos. Durante nuestra investigación hemos notado que los operadores de infraestructura ven oportunidades en el intercambio de datos con contratistas actuales y potenciales, con otros operadores de infraestructura, con autoridades públicas y otras partes, principalmente para estimular la innovación, mejorar la calidad de los datos, facilitar la planeación de mantenimiento, entre otros. Sin embargo, hay ciertas preguntas que generan incertidumbre en torno al intercambio de datos por parte de los administradores de infraestructura: ¿Pueden estos administradores compartir los datos que recolectan? En otras palabras: ¿esto hace parte de sus obligaciones y funciones establecidas en la ley? Si es así: ¿qué tipo de datos pueden compartir y con quién? ¿para qué finalidades y bajo qué condiciones?

Un tercer punto se relaciona con el uso de datos generados por los usuarios finales de los servicios prestados a través de las infraestructuras, es decir, los consumidores de agua o energía, o los usuarios de los servicios de transporte. Si bien estos datos pueden ser de mucha utilidad para el manejo de la infraestructura, hay incertidumbre en relación con las posibilidades y limitaciones del uso de esta clase de datos, principalmente en relación con las normas que protegen la privacidad y los datos personales de los ciudadanos, especialmente después de la adopción del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en la Unión Europea.

El proyecto de investigación considera además que los operadores de infraestructura operan en sectores que por lo general son estrictamente regulados (energía, agua, transporte) y que por tanto están sujetos a mayores limitaciones que otros sectores no regulados. Por ejemplo, para determinar si invertir o no en soluciones tecnológicas innovativas, los administradores de infraestructura deben seguir las prioridades y principios establecidos por los reguladores nacionales (e incluso supranacionales). Además, los operadores de infraestructura solamente pueden llevar a cabo las actividades indicadas en las regulaciones que aplican en su respectivo sector. A esto se suma que los operadores de infraestructura están sujetos a diferentes formas de regulación económica y otros instrumentos de supervisión.

Considerando que la implementación de DDI trae cambios importantes en la forma en que operan los operadores de infraestructura, nuestro proyecto investiga si los actuales marcos regulatorios todavía son adecuados para aprovechar las oportunidades ofrecidas por la innovación basada en datos digitales en el sector de infraestructura.

Con la combinación de la perspectiva organizacional y regulatoria, LONGA VIA contribuye a entender mejor los desafíos a los que se enfrentan los operadores de infraestructura en relación con la implementación de DDI. Basándose en investigación teórica y empírica, LONGA VIA tiene por objetivo adicional la formulación de recomendaciones para los operadores de infraestructura así como también para los reguladores de los sectores investigados.

Para más información sobre LONGA VIA, puede contactarme a través de:

*Traducción del artículo escrito por Tom Aben, Brenda Espinosa, Saskia Lavrijssen y Wendy van der Valk «Pratende bruggen en andere slimme onderhoudsoplossingen: wat houdt ons tegen?», publicado en NGInfra Magazine.


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