Ante polémica, científicos respaldan a Manuel Elkin Patarroyo

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Manuel Elkin Patarroyo, médico inmunólogo, trabaja hace 40 años en el desarrollo de una vacuna contra la malaria.
Foto: Rodrigo Sepulveda. Archivo EL TIEMPO

ElTiempo

Corpoamazonia desmiente declaraciones de primatóloga galardona por National Geographic.

El domingo pasado, EL TIEMPO publicó una entrevista con la primatóloga Ángela Maldonado, galardonada con el premio Buffett al liderazgo en conservación en América Latina por National Geographic.

En la entrevista, Maldonado habló de la denuncia que hizo en el 2010 contra la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic) y su director, Manuel Elkin Patarroyo, por traficar ilegalmente con monos nocturnos, para los cuales el instituto no tenía los permisos requeridos de investigación.


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En la entrevista se refirió a que el Consejo de Estado le dio la razón a Maldonado, y a Patarroyo le quedó prohibido cazar la especie para sus investigaciones de malaria. Sin embargo, no mencionó que en el 2015 el Consejo de Estado falla de nuevo, pero esta vez a favor de Patarroyo, a quien le permitieron utilizar esos animales luego de cumplir los requisitos de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia (Corpoamazonia).

En ese sentido, para Patarroyo es muy importante aclarar que actualmente ni la Fidic ni él “tienen en contra ningún fallo judicial o decisión administrativa que les prohíba seguir adelante con sus investigaciones”, según señaló en una carta enviada a este diario.

Sobre las acusaciones directas de Maldonado, Patarroyo dijo que ha puesto a consideración de la justicia documentación sobre estas denuncias.

“Han desatado una cruzada para perseguir, difamar, frenar, insultar y calumniar mi trabajo y el de la fundación, usando seudoestudios y argumentos falaces para tratar de manchar y enlodar el trabajo científico que hemos hecho por más de 35 años”, recalcó.


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En relación con las afirmaciones de Maldonado sobre la permisividad de las autoridades ambientales ante el tráfico ilegal de monos nocturnos, Luis Fernando Cueva, director territorial de Corpoamazonia, aseguró que es falso y que los permisos de investigación de colecta que se le han otorgado a la Fidic son acordes a lo establecido en la normativa ambiental.

Respecto a la afirmación de Maldonado sobre que la autoridad ambiental de la región ha otorgado permisos ilegales de extracción de monos, Cueva aseguró que han otorgado los permisos de recolección de individuos de ‘Aotus nancymaae’ para investigación científica con fines no comerciales.

“En ningún momento se ha autorizado la venta o comercialización de estos individuos. Es importante manifestar que si los ciudadanos tienen indicios e información de casos de tráfico ilegal de fauna se denuncien para proceder a actuar en el marco de nuestras competencias”.

Por otro lado, otras de las afirmaciones de Maldonado que Corpoamazonia ve con preocupación es que los colectores de monos llegan a la autoridad ambiental con monos traficados ilegalmente.

“No recibimos especímenes colectados. Dentro del seguimiento del permiso de recolección con que cuenta la Fidic hacemos seguimiento aleatorio a la recepción de especímenes en la Estación de Primates, que cuenta con días y horarios autorizados para el ingreso de animales, a partir de la aplicación de protocolos que hacen parte de la metodología que el investigador plantea para su estudio. En referencia a lo enunciado por la entrevistada Ángela Maldonado se solicita allegar las evidencias respectivas para proceder en el marco de nuestras competencias”, agregó Cuevas.

Al tiempo, varios destacados científicos respaldaron el trabajo de Patarroyo y aseguraron que es falso que el científico detrás de las investigaciones de la vacuna contra la malaria esté inmiscuido en el tráfico ilegal de fauna.

En una de las cartas enviadas a este diario, el profesor Jorge Kalil, jefe de Inmunología Clínica y Alergia de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, aseguró que el tráfico ilegal de monos no existe en la frontera amazónica entre Colombia, Perú y Brasil, “puesto que esos macacos, los ‘Aotus’, son amazonenses y para ellos no existen límites ni fronteras”, dice Kalil.

Sobre el trabajo de Patarroyo, Kalil aseguró que conoce de cerca sus investigaciones desde que eran estudiantes de Inmunología: “El amor a la ciencia y nuestro origen latinoamericano nos unió enormemente. Luego nos asociamos para los estudios en inmunogenética de su vacuna sintética contra la malaria. Desde esa época trabajamos juntos. Mis investigadores fueron a su instituto para aprender los métodos de síntesis química para el desarrollo de vacunas. Esto condujo a la obtención conjunta de la vacuna sintética contra el estreptococo que induce la enfermedad del corazón llamada fiebre reumática, de alta prevalencia en los países en vías de desarrollo”, dijo.

En cuanto a las declaraciones de la primatóloga Maldonado, agrega que un estudio que hizo la Universidad Nacionalde Colombia de ADN demuestra la falsedad de sus acusaciones, pues el estudio halló, según Kalil, que el 95 por ciento de los monos ‘Aotus nancymaae’ eran de Colombia y no de Perú, como señaló Maldonado en la entrevista.

A su vez, Óscar Noya González, profesor titular de Parasitología del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela y coordinador del Centro para Estudios Sobre Malaria, expresó que no entiende por qué Patarroyo ha sido atacado, cuando ha trabajado intensa e ininterrumpidamente desde hace más de 40 años en el desarrollo de una vacuna contra la malaria, apegándose a las normas éticas internacionales más estrictas tanto en ensayos con animales como con humanos voluntarios.

“Atacar a Patarroyo es la única oportunidad que ha tenido en la ciencia Maldonado para sobresalir, brillar, acceder a recursos económicos, viajar y muchos otros oscuros objetivos”, dijo en carta enviada a este medio.


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