Fiscalía dice que es socio de cartel de Sinaloa. Golpe a dos redes fue por $ 30.000 millones.
Gimnasios, zonas húmedas, canchas y caballerizas hacen parte de algunos de las propiedades ocupadas para fines de extinción de dominio en Valle, Cauca, Nariño y Putumayo.
La Fiscalía General de la Nación, con apoyo de la Policía Judicial Dijín-SIU,
ocupó 69 bienes, al parecer, pertenecientes a 10 presuntos integrantes de grupos delincuenciales, todos requeridos en extradición por una corte del Distrito Sur de la Florida (Estados Unidos), por narcotráfico.
El reporte dice que en la lista hay bienes de un hombre conocido como ‘Tánatos’, a quien se le investiga por usar la detención domiciliaria en una mansión de Jamundí para seguir sus negocios a través de semisumergibles.
Un comunicado dice que la investigación de una fiscalía de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio permitió evidenciar la presunta procedencia ilícita del patrimonio de Jesús Berdugo, conocido como Tánatos, con otros cuatro supuestos miembros de la organización delincuencial capturados el 21 de enero de 2020.
El hombre, oriundo de Nariño, según las autoridades, tenía casa por cárcel en una mansión de Jamundí, avaluada en unos 4.000 millones de pesos. Pero seguiría en negocios ilícitos. En su defensa sostiene que trabaja en actividades legales.
El hombre aparecía como empresario y en su casa fue hallada una colección de relojes con valores superiores a 150.000 dólares.
Otra serie de operativos recayeron en el que sería un grupo delictivo presuntamente al encabezado por William Llanos. La extinción toca a bienes que estarían a nombre suyo y de cuatro hombres capturados el 10 de diciembre de 2019.
Para el trámite de extinción del derecho de dominio, la Fiscalía impuso medidas cautelares de suspensión del poder dispositivo, embargo y secuestro sobre 35 inmuebles, un establecimiento de comercio, 17 vehículos y 16 semovientes, avaluados en $30.000.000.000 (treinta mil millones de pesos).
Los bienes cubiertos por los proceso se localizan en Jamundí (Valle del Cauca); Patía, Timbío, Santander de Quilichao y Popayán (Cauca); Córdoba, Ipiales, Sandoná y Tumaco (Nariño); y Valle del Guamuez (Putumayo), poblaciones donde, según las investigaciones, tenían injerencia las dos organizaciones delincuenciales.
La Fiscalía determinó que ambas estructuras operaban a nivel nacional e internacional. En esta última modalidad, se conoció que utilizaban la ruta del Pacífico para enviar droga en lanchas tipo Go Fast o sumergibles hacia Centroamérica (Guatemala y México), con destino final a los Estados Unidos y, producto de sus utilidades ilícitas, habrían adquirido las propiedades.
La Policía Judicial y de cooperación internacional recaudaron suficientes elementos materiales probatorios que permitieron efectuar las órdenes de capturas con fines de extradición de los procesados, quienes además tendrían vínculos con carteles mexicanos, entre estos, el Cartel de Sinaloa.