Por más de cinco horas se discutieron los pro y contras de esta actividad económica en dicha región del país.
El representante Harry González convocó a un debate de control político en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, sobre la exploración y explotación petrolera en la región Amazónica, advirtiendo «del enorme daño, no solo ambiental sino social».
El congresista reportó que cuatro de los seis departamento de la Amazonia colombiana (Caquetá, Putumayo, Guaviare y Guainia) tienen proyectos de exploración y producción de hidrocarburos.
«A noviembre de 2019, habían 24 contratos de exploración y producción de petróleo en los cuatro departamentos. Hoy hay más de 40. Casi que el doble en este gobierno del presidente Duque», indicó González.
Añadió: «no entiendo cómo el presidente Duque, quien firmó el año pasado el Pacto por la Amazonia con varios países de la región, dice que su gobierno protege este ecosistema pero aumenta a casi el doble los contratos de exploración y producción petrolera en esa zona».
El cabildante sostuvo además que en el Plan Nacional de Desarrollo de este Gobierno, «no aparece por ningún lado que la producción petrolera sea una línea de desarrollo económico para la Amazonia. Habla de proteger la biodiversidad, pero no hay coherencia entre lo que dice ese papel y lo que vemos en la realidad».
En este debate de control político, el representante por el Partido Liberal, también expuso la difícil situación ambiental y social, que según él y las investigaciones que apoyaron esta discusión, se acrecentaron con las actividades petroleras en la zona.
«Vemos con preocupación que las zonas de exploración y producción petrolera están muy cerca a varias zonas de reserva forestal como el parque Tinigua, Sierra de La Macarena, Pichachos y Guácharos», sostuvo.
Indicó que «cada ves es más notorio los impactos negativos ambientales con las fuentes de agua». González habló específicamente del río Caqueta «que en los últimos años, ha sufrido la contaminación, producto de los derrames de petróleo».
En su exposición que tardó un poco más de 20 minutos, el representante reportó que la Amazonia ha sido azotada históricamente por el conflicto armado entre guerrillas y paramilitares.
También mencionó que esa región es una de las más rezagadas del país con altos índices de pobreza. «La explotación de petróleo no ha sido igual a mayor desarrollo social en la Amazonia», dijo.
En este debate también estuvieron presentes el director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), el director de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales Anla, el Ministerio de Ambiente, académicos, representantes de los pueblos indígenas y otros congresistas.
En ese sentido, José Zamora, director de la ANH, le respondió al congresista González asegurando que si bien habían 58 contratos de exploración petrolera en la Amazonia, «en este momento solo están activos 16».
Reportó también que la actividad petrolera en la zona representa cerca de 7% del Producto Interno Bruto (PIB) en Colombia y reseñó los «múltiples» empleos que genera al sur del país.
Indicó además que están trabajando con otras entidades del Gobierno «de manera articulada, por ejemplo, con el Instituto de Investigaciones Biológicas, Humboldt, la Anla y el mismo Ministerio de Ambiente, para saber qué zonas definitivamente no son compatibles con la producción petrolera, dado su impacto ambiental».
Sin embargo, aseguró que el trabajo de la ANH es justamente determinar qué zonas del país son aptas para la exploración y explotación de hidrocarburo «porque Colombia no tiene prohibida esta actividad económica. Restringida sí pero prohibida no».
Señaló también que existen casos exitosos «como el de la Amazonia ecuatoriana que ha podido conciliar la producción petrolera y la sostenibilidad ambiental».
A su turno, Rodrigo Suárez mencionó que el objetivo del gobierno de Iván Duque es alinear lo plasmado en el Plan Nacional de Desarrollo en la Amazonia colombiana, impulsando proyectos productivos y en su competencia, haciendo mayor control y vigilancia a las licencias ambientales otorgadas para las actividades petroleras.