Historia para Leguízameños(as)

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John Elvis Vera Suarez

1602

“Tras el fracaso laico de dominar y conquistar los pueblos, el Estado español acudió a la vía religiosa. En tal sentido encargó de la evangelización de esas comunidades a la Compañía de Jesús en cuya representación el padre Rafael Ferrer dependiente del Colegio de Quito, incursionó por primera vez en el Putumayo en el año de 1602. Cuando la acción y el pensamiento del misionero entraron en contradicción con las costumbres y hábitos de los aborígenes, éstos se rebelaron y le dieron muerte. Los hechos enunciados significaron el fracaso del proyecto evangelizador jesuita.” (Justo Casas Aguilar)[i]

“La religión católica por su carácter dogmático, hizo de sus predicadores personas que consideraron tener la verdad absoluta y la razón, y por ende intolerantes ante el punto de vista diferente. Para ello hasta no hace mucho tiempo, no había término medio; si se aceptaban sus concepciones y su pensamiento se era amigo, si no enemigo. De ahí que las relaciones con el indígena y toda la literatura que las registra y da cuenta de su labor misionera, tengan un enfoque maniqueo. Es decir, el indígena fue bueno si aceptó al misionero, si fue obediente, dócil, sumiso y receptivo al discurso de la concepción cristiana del mundo. Pero fue bárbaro, salvaje, incivilizado, etc., si al contrario, se mostró esquivo, se resistió a perder su independencia y que de la noche a la mañana le cambiaran sus valores culturales milenarios, por otros completamente extraños a su forma de vida.


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Es preciso reconocer que los pueblos indígenas que encontraron los europeos más acá del mar océano, tenían la categoría de naciones, con una cultura e historia milenarias, que los conquistadores desestimaron o, en el mejor de los casos, trataron de borrar para imponer su mentalidad y sus ideas.”[ii]

1609

Para este año, se le atribuye a Juan Sosa, como el primer europeo en navegar todo el río Putumayo hasta llegar al Amazonas, regresando después a Pasto.[iii]


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“En cuanto al maíz hay que aclarar que Juan de Sosa, primer navegante europeo del Putumayo. El notó que allí lo había en abundancia. Según un informe de 1773 los naturales de la faja Caquetá Putumayo comían el maíz tierno y harían cuatro cosechas al año. (Patiño, 1964).”[iv]

1611

“La primera víctima a manos de la resistencia indígena, entre los misioneros, fue el padre Rafael Ferrer, jesuita, quien falleció ahogado por los Kofanes en el río del mismo nombre, el año de 1611. El motivo, dice el padre Velasco, fue el haber prohibido al curaca de esta nación la posesión de más de una mujer. Como se puede observar, este primer acto de resistencia tuvo su origen en la prohibición de una costumbre que formaba parte de la cultura de las naciones indígenas.”[v]

1632

“Según el Padre Arcila Robledo, las misiones de La Tierra adentro o del Caquetá-Putumayo, tuvieron dos épocas: la ecuatoriana, llamada así porque dependieron del a Provincia franciscana de Quito y comprende desde su fundación en 1632, hasta el año de 1755. La granadina o colombiana que se inicia en el año citado, cuando por cédula real expedida en Aranjuez el 30 de abril de 1755, el Rey ordenó que éstas pasarán a depender de la provincia franciscana de Popayán, con adscripción al Colegio de Nuestra Señora de las Gracias.”[vi]

1632

Agosto.

“…partió de Quito la primera expedición de sacerdotes franciscanos hacia las llamadas provincias orientales con la difícil misión de ganar más almas para Dios y sujetar a la Majestad Católica más vasallos.[vii]

1632

“Los jesuitas fueron sucedidos por los franciscanos quienes iniciaron su labor en el año 1632. Su acción tuvo como eje, el curso medio del rió Putumayo, donde fundaron a finales del siglo VXII y durante el siglo XVIII varios pueblos, entre otros: San Diego de los Yantaguajes, Santa María de los Maguajes, San Antonio de Papua, San Bernardino de los Penes, San Buenaventura de los Amaguajes, Nuestra Señora de la Concepción de los Guaniguajes y Nuestra Señora de los Dolores.” (Justo Casas Aguilar).[viii]

1632-1792

“…los franciscanos adelantaron la labor evangelizadora, la cual como era de esperarse. No se limitó a la enseñanza de la religión católica, sino de transmitir al aborigen la forma y técnicas de trabajo y producción occidental, para obtener de ellos una utilidad económica. Las misiones no fueron una empresa netamente religiosa, fueron un proyecto ideado y subvencionado por el Estado. En razón de ello los misioneros no pudieron como en otros lugares y otros casos (los Llanos y las Selvas del Paraguay) construir un patrimonio propio.

Los franciscanos al igual que los jesuitas, además de su labor misionera se convirtieron en los guardianes de la soberanía española, labor que no fue lo suficientemente respaldada por el gobierno y por eso los portugueses avanzaron muy adentro en lo que inicialmente se consideró dominio español.

Las misiones encontraron múltiples dificultades, pero dentro de esa multiplicidad, dos las condujeron al fracaso; la primera fue la resistencia permanente de los aborígenes a la imposición de una forma de vida completamente distinta a la suya, que anulaba sus costumbres, su cultura y su libertad. La segunda, el abandono del proyecto por parte del gobierno, seguramente ante los continuos fracasos que no preveían la posibilidad de obtener buenos resultados.”[ix]

1633

“…unos frailes franciscanos que se embarcaron en la ciudad de Ecija de los Sucumbíos, primer centro de colonización de la región, navegaron por el Putumayo río abajo, durante once días, hasta no muy lejos de la línea equinoccial. Solo a finales del siglo XVII fue colonizada la región del río Caquetá por misioneros franciscanos.”[x]

1640

A partir de este año “en que la corona de Portugal se sublevó contra su Soberano (la Corona portuguesa había sido anexada por Felipe II en 1580) empezaron los portugueses a introducirse en los dominios de España con las luces que les dejó el Capitán Texeira, quien un año antes, en 1639, viajó del Pará a Quito, como vasallo del monarca español Felipe IV. Desde esta época dieron comienzo los “portugueses” a sus “adelantamientos” por los ríos Caquetá y Putumayo, apoderándose de reducciones y de naciones indígenas, cuyos miembros fueron incorporados a extensas redes comerciales, asociadas estas con el vasto tráfico de fuerza de trabajo indígena, capturada y luego sometida en condiciones de esclavitud (Gómez, 1986:8,9). Estas incursiones de lusobrasileros por los ríos en referencia continuaron con mayor frecuencia durante el siglo XVIII,”[xi]

1661

Para esta época ya “existían siete pueblos en las orillas del río Putumayo y desembocadura de sus principales afluentes.”[xii]

1685

Lo frailes Franciscanos, asumen las misiones del Coca, Putumayo y Caquetá. [xiii]

1686

“Volvieron los Franciscanos de Quito a las comarcas orientales para reanudar su Misiones, escogiendo ahora para campo de sus faenas apostólicas, las riberas del Caquetá y Putumayo, cuyo territorio dependía en lo judicial, de la audiencia de Quito y en lo civil y político, de la Gobernación de Popayán.

…esta Misión, comenzada en 1632, hubieron de abandonarla dos veces, por las muchas contrariedades;”[xiv]

1692

Fray Diego Céspedes y sus acompañantes, fundan los primeros poblados sobre el río Putumayo.  Dos décadas después (1711), existían entre Ecija y posiblemente el hoy Puerto Leguízamo, siete (7) poblados.[xv]

1693-1694

Fray Pedro Pecador y otros, fundan las misiones sobre el río Putumayo: Jesús de Nanzueras, Santa María de los Maguajes, Santa Clara de los Yayobaras, San Diego de los Yantaguajes. En el segundo año fundan sobre el mismo río a: San José de los Curas, con la nación de los Hoyos, San Antonio de Papua con los Biguajes, San Bernardino de los Penes, San Francisco de los Piácomos, San Francisco de los Coreguajes, San Francisco de los Puñies, San Francisco de los Encabellados, San Francisco de los Icaguates, San Francisco de los Roenes. Igualmente, en el 94, sobre el río Caquetá: San Francisco de los Neguas, San Francisco de los Caguies, y otro San Francisco de los Coreguajes.[xvi]

1694

Fray Bartolomé Alácano, afirma que los Franciscanos, quienes habían llegado a la región en 1635 y fundado algunos poblados,  para dicho año (1694), habían pacificado a las naciones de los Neguas, Caguies y Coreguajes en las provincias de Mocoa y el Gran Caquetá.[xvii]

“Así mismo, si bien no alcanzaron a fundar pueblos, conocieron las siguientes naciones: Los Ayamas, los Zaibarás, los Ologuajes, los Siameacos, los Zanjes, los Ziroquíes, los Venuyares, los Bitomees, los Ibicurulos, los Curusaguas, los Massassees, los Zensetaguas, los Allamas, los Thaumeas, los Zorimanes, los Zenzacajes.”[xviii]

1695

Fray Juan Montero funda en el río Putumayo: San Buenaventura de los Amaguajes; La Concepción de los Guaniguajes, y Pueblos de los Ayamacenes.[xix]

1711

En informe que realiza el Procurador general de las misiones, padre fray Manuel de Cisneros, al Gobernador de Popayán, Baltasar Carlos Pérez de Viveros, expone que el rescate no era “una práctica sólo de los portugueses, sino también de españoles y mestizos, y consistió en que los negociantes de esclavos contactaban secretamente a los caciques de las reducciones que aún conservaban un espíritu guerrero y belicoso, les entregaban una cantidad de herramientas, géneros y demás engañitos (sic), en pago de los cuales se comprometían (los caciques) a entregar una cantidad de muchachos y muchachas. Los caciques repartían estos objetos entre miembros de su nación, con el compromiso de buscar naciones no reducidas o infieles, atacarlas para provocar sangrientas batallas de las que obtendrían como botín las piezas que se habían comprometido a entregar. Cuando el choque con el enemigo no proporcionaba el número suficiente de  jóvenes, éste se completaba con los de la propia nación.”[xx]

1712

“A comienzos del siglo XVIII los mismos misioneros franciscanos informaron de una “gran pestilencia” que, se creyó, acabaría con los pueblos ya fundados:”… el número de los fieles nuevamente convertidos a nuestra Santa Fe Católica tienen un mil quinientas y setenta y ocho almas, no obstante que se experimentó el año pasado (1711) a causa de una grave pestilencia que hubo, de que murieron más de trescientos indios, heridos de ella, de los nuevamente convertidos”.[xxi]

1712

Por el Río Putumayo existen 11 poblados fundados por los Misioneros.[xxii]

1717

Se crea el Virreinato de la Nueva Granada, que abarca toda la Amazonia Española.[xxiii]

1721

Se sublevan las Tribus o Naciones del Putumayo y Caquetá, echando al traste con la labor adelantada por los misioneros durante décadas.[xxiv]

1721

“Los comerciantes españoles extrajeron de los territorios de la Nueva Granada carey y cueros, que para 1721 constituían mercancías altamente apreciadas en la feria de Portobelo en España.”[xxv]

1723

Cedula Real anula y/o acaba con el Virreinato de Santa Fe o la Nueva Granada.[xxvi]

1725

Según Alácano, para este año ya se habían fundado entre otros el poblado de Arcángel San Miguel de los Yaguanojos, sobre    el río de la Tagua.[xxvii]

1725

Existían ya en el Rió Caquetá, 6 poblados fundados por los Misioneros. [xxviii]

1726

San Bernardino de los Caguanes, en la desembocadura del Caguán en el río Caquetá, cuenta con 600 habitantes.[xxix]

1737

Ya existían además sobre el Putumayo, los poblados y/o misiones de: San Pedro de Alcántara conformado con la nación de los Amoajes, Nuestra Señora De los Dolores de los Masaros, Santiago de los Acommecas, San Juan Capistrano de los Guiros, Santa Rosa de Viterbo de los Hoyos, San Salvador de Horta de los Enos, Santa Coleta de los Enzzeguajes y San Buenaventura de los Curiguajes.[xxx]

1738

Los misioneros fundan sobre el río Putumayo a Santa Cruz de los Mamos.[xxxi]

Los cronistas aseguran que los franciscanos someten en esta época 48 naciones del Putumayo, los Capuchinos elevan dicho número a 90.[xxxii]

1739

Se edita la Cedula Real que vuelve a crear el Virreinato de la Nueva Granada [xxxiii]

1739

“El Real Consejo de Indias, usando del Privilegio de Patronato y en razón de la ayuda que prestaba, pidió informes circunstanciados sobre las Misiones Franciscanas al Padre Ministro Provincial de Quito, que lo era en 1739 el P. Fr. Bartolomé de Alácano.

Respondió con una Relación extensa, donde hizo constar que en las orillas del Putumayo tenían alrededor de catorce Reducciones y siete en el Caquetá; a la vez, pedía que le mandaran unos cuarenta Religiosos.”[xxxiv]

1739

Agosto 20.  

Una Cedula Real, fija los límites entre los Virreinatos de la Nueva Granada y del Perú: “Partiendo desde el Tumbez, en la costa del Pacifico, sigue la línea por las serranías y demás cordilleras de los Andes. Por la jurisdicción del Paita y Piura hasta el Marañón, a los seis grados de latitud sur y la tierra adentro  dejando al Perú la jurisdicción de Piura, Cajamarca y Motilones y por la cordillera de Jeveros atravesando el río Uyucali, a los seis grados de latitud sur hasta dar con el río Javarí en la confluencia del Carpi y las aguas de este al Solimoes o Amazonas y las de éste abajo hasta la boca más occidental del Caquetá o Yapurá, en que comienzan los límites con el Brasil”.[xxxv]

1743

El señor Obispo de Quito, Ilmo. Dr. Don Andrés Polanco y Armendáriz, “Habiendo iniciado la Visita Pastoral de su extensa Diócesis, comisionó en el año 1743 al Sr. Cura de Ávila de los Quijos, que era el Dr. Riofrío y Peralta, para que hiciera la Visita a las poblaciones del Oriente.

Entró a visitar las Misiones del Putumayo, por el cual descendió al Amazonas; pero no pudo intervenir ni hacer inquisitorias en las Reducciones de los Padres Franciscanos, porque alegaron Privilegios Pontificios de exención.”[xxxvi]

1743

Charles Marie de la Condamine, Botánico y Matemático Francés, inicia las grandes exploraciones científicas europeas en la Amazonia, realizando un extenso recorrido desde Quito hasta el Océano Atlántico.  Difundió las cualidades del caucho y de algunos venenos, entre ellos el curare.  Elaboró de igual manera un mapa del Amazonas que fue de gran ayuda para otras. Un gran número de indígenas de distintas etnias del “Gran Caquetá” (bajo esta denominación se incluye también al Putumayo) fueron sometidos a relaciones de esclavitud en el transcurso misiones científicas.[xxxvii]

1743 – 1749

Una epidemia de viruela causa la muerte a más de 40.000 mil indígenas en la cuenca Amazónica.   Puede afirmarse, sin duda, que uno de los factores fundamentales de la desestructuración y desaparición de los muchos pueblos de indios fundados y refundados por los misioneros, fue factor epidémico.   Epidemias que entre los siglos XVI y XIX fueron reiterativas.

Siguiendo estas con la llegada de los quineros y caucheros.[xxxviii]

1746

Tomás Valencia, comerciante de la ciudad                                                                                                                                                                                 de Popayán, importa sales y ferreterías desde el Brasil a través del Río Putumayo.[xxxix]

1749

Para este año figuraban otros poblados más sobre el Putumayo: San Diego el nuevo; Nuestra Señora de La Concepción; Tabacunti; San Juan de Capistrano; San Francisco de Asís; el Pueblo de los Murciélagos y el de los Senseguajes.[xl]

1750-1850

“Muchas etnias y lenguas habladas en la región en tiempos prehispánicos han desaparecido; la catástrofe demográfica de la Amazonia, antes densamente poblada, fue radical entre 1750 y 1850.”[xli]

1750

…”el franciscano Martín Hidrozoo, comisario de las misiones del Napo y Marañón y Misionero Apostólico de las del Gran Caquetá informaba que dentro las cuarenta y ocho naciones que se habían agregado al gremio de la iglesia…”son veintiuno los pueblos que entre ambas Misiones están corrientes: siete en las provincias del Gran Caquetá San Antonio de Paduacon 83 vecinos de la nación Mocoa; Arcángel San Miguel en el río La Tagua con 76 vecinos; San Rafael en el río Mandur, con 92 vecinos; San Luis en las cabeceras del Domafagua (Fragua) con 59 vecinos andaquíes; Nuestra Señora de los Ángeles, río Chufia, con 80 vecinos; Santa Clara, río Yapo, con 114 vecinos; San Bernardino, en las bocas del Caguán, con más de 600 almas.”[xlii]

1750

Apolinar Díaz de la Fuente y Ramón García de León, realizan exploraciones en el Putumayo.[xliii]

1752

Marzo 2.

En un documento de dicha fecha, se señala: “el inventario de los bienes que la Misión posee en dicho pueblo (La Concepción de los Guaniguajes)…en él figuran todos los elementos necesarios en el lugar, desde los de uso religioso, doméstico y herramientas para todo tipo de trabajo. Figuran desde grillos, esposas y el cepo, hasta 23 cabezas de ganado vacuno y doce de cabrío. A juzgar por la mención que las fuentes hacen, La Concepción habría sido como el centro misional del bajo Putumayo y la tercera fundación en importancia después de Mocoa y Ecija de Sucumbíos.”[xliv]

1754

El Bajo Putumayo presenció una inmensa lucha entre los misioneros franciscanos que iban del lado de Colombia y los portugueses. Los franciscanos solicitaron, desde un comienzo y de manera reiterada, la fundación de un pueblo en la desembocadura del Putumayo, fundación que tendría como finalidades particulares el contener las correrías portuguesas por el Putumayo y afianzar el control español sobre los pobladores indígenas. Así en 1754 se establece San Joaquín, en la confluencia del Putumayo con el Amazonas, que sufre desde sus primeros años el constante asedio lusitano, y que finalmente en 1766 cae bajo el poder de las huestes portuguesas.”[xlv]

1755

“…se tienen las primeras noticias sobre los chorros de Angosturas y los saltos del Araracuara del río Caquetá, dadas por un traficante de esclavos portugués, parece que la captura de indios (para ser esclavizados) y las prácticas de rescate en el Caquetá, datan probablemente de las últimas décadas del siglo XVII. Ya durante la segunda mitad del siglo XVIII los portugueses transitaban ampliamente el Yapurá (Caquetá), y parece que llegaban hasta la misma cordillera de los Andes. En 1755 los portugueses navegaban frecuentemente la parte inferior del río Putumayo con el objeto con el objeto de extraer quina, cacao y otros productos.”[xlvi]

  • “La Amazonia, lejos de lo que se cree, dista mucho de haber sido un territorio marginal. A través de los últimos, cuatro siglos, sus rublos, sus gentes, sus sistemas económicos y sociales, han estado insertos en contextos coloniales e internacionales.

Desde el punto de vista mundial, jugó un papel fundamental como lugar de oferta de ciertos productos, tales como el cacao en el siglo XVIII y el caucho silvestre durante los siglos XIX y XX””. (Revista Raigambre citando a Camilo Domínguez).[xlvii]


[i]                             GOMEZ LOPEZ, AUGUSTO J. HISTORIA GENERAL DEL DEPARTAMENTO DEL PUTUMAYO – Texto de guía para la enseñanza – II. Ministerio de Cultura. Bogotá, D.C. Mayo 2001. Pág. 407

[ii]                            CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 67-68

[iii]                           Mejía Gutiérrez,  Mario.  “AMAZONIA COLOMBIANA. Historia del uso de la tierra”. CORPES DE LA AMAZONIA. Pág.  51.   

[iv]                           Mejía Gutiérrez, Mario. DIVERSIDAD DE YUCA. Manihot esculentaKrantz en Colombia. Visión Geográfico – cultural. COA. Bogotá. 1991. Pág. 102

[v]                            CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 74

[vi]                           CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 57

[vii]                           CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 43

[viii]                          GOMEZ LOPEZ, AUGUSTO J. HISTORIA GENERAL DEL DEPARTAMENTO DEL PUTUMAYO – Texto de guía para la enseñanza – II. Ministerio de Cultura. Bogotá, D.C. Mayo 2001. Pág. 408

[ix]                           CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 65

[x]                            Pineda- Camacho, Roberto.  Alzate Ángel, Beatriz.  LOS MEANDROS DE LA HISTORIA EN AMAZONIA. Talleres Abya-Yala. Cayambre – Ecuador. Julio de 1990. Pág. 305

[xi]                           Domínguez, Camilo; Gómez, Augusto. LA ECONOMIA EXTRACTIVA EN LA AMAZONIA COLOMBIANA 1.850-1.930. TROPENBOS. COA. Bogotá. Pág. 59

[xii]                           Pineda- Camacho, Roberto.  Alzate Ángel, Beatriz.  LOS MEANDROS DE LA HISTORIA EN AMAZONIA. Talleres Abya-Yala. Cayambre – Ecuador. Julio de 1990. Pág. 305

[xiii]                          Mejía Gutiérrez.  O.C.   Pág. 53

[xiv]                          GARCIA, Lorenzo. Historia de las Misiones en la Amazonia Ecuatoriana. Ediciones ABYA-YALA. Quito. 1985. Págs. 104

[xv]                           Mejía Gutiérrez.  O.C.   Pág.  54

[xvi]                          CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 45

[xvii]                         Varios Autores, LOS POBLADORES DE LA SELVA. Historia de la Colonización del     Noroccidente de la Amazonía Colombiana. Instituto Colombiano de Antropología.  Colcultura.  P.N.R., Universidad de la Amazonía. 1995.  Tomo 1  Pág. 40.

[xviii]                        CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 47

[xix]                          CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 45

[xx]                           CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 52

[xxi]                          GOMEZ LOPEZ, AUGUSTO J. HISTORIA GENERAL DEL DEPARTAMENTO DEL PUTUMAYO – Texto de guía para la enseñanza – II. Ministerio de Cultura. Bogotá, D.C. Mayo 2001. Pág. 483-484

[xxii]                         Llanos Vargas, Héctor.  Tiempos y Espacios Coloniales Amazónicos.  Biblioteca virtual Banco de la Republica.

[xxiii]                        Mejía  Gutiérrez.  O.C.  Pág.  56 

[xxiv]                        Varios Autores, LOS POBLADORES DE LA SELVA. Historia de la Colonización del     Noroccidente de la Amazonía Colombiana. Instituto Colombiano de Antropología.  Colcultura.  P.N.R., Universidad de la Amazonía. 1995. Tomo 1   Pág. 40.

[xxv]                         Varios Autores. ROSTROS CULTURALES  DE LA FAUNA. Las relaciones entre los humanos y los animales en el contexto colombiano. Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Fundación Natura. Bogotá. Abril – 2002. Pág. 300

[xxvi]                        Mejía  Gutiérrez.  O.C.  Pág.  56 

[xxvii]                        Varios Autores, LOS POBLADORES DE LA SELVA. Historia de la Colonización del     Noroccidente de la Amazonía Colombiana. Instituto Colombiano de Antropología.  Colcultura.  P.N.R., Universidad de la Amazonía. 1995.  Tomo 1  Pág. 40

[xxviii]                       Llanos Vargas, Héctor.  Tiempos y Espacios Coloniales Amazónicos.  Biblioteca virtual Banco de la Republica.

[xxix]                        Varios Autores, LOS POBLADORES DE LA SELVA. Historia de la Colonización del     Noroccidente de la Amazonía Colombiana. Instituto Colombiano de Antropología.  Colcultura.  P.N.R., Universidad de la Amazonía. 1995.  Tomo 1  Pág. 40

[xxx]                         CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 46

[xxxi]                        CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 46

[xxxii]                        Mejía  Gutiérrez.  O.C.  Pág.  58

[xxxiii]                       Mejía  Gutiérrez.  O.C.  Pág.  56 

[xxxiv]                       GARCIA, Lorenzo. Historia de las Misiones en la Amazonia Ecuatoriana. Ediciones ABYA-YALA. Quito. 1985. Págs. 108

[xxxv]                        Mejía  Gutiérrez.  O.C.  Pág.  57

GONZALEZ BERMÚDEZ,  Jorge Luis.   HISTORIA DE LA AMAZONIA.  Serie Escuela y Amazonia.  N° 4.  Ministerio de Educación Nacional;  Programa Fondo Amazónico; Coordinación de Educación  del Amazonas; Fundación Caminos de Identidad.  Pág. 127

[xxxvi]                       GARCIA, Lorenzo. Historia de las Misiones en la Amazonia Ecuatoriana. Ediciones ABYA-YALA. Quito. 1985. Págs. 107

[xxxvii]                      GONZALEZ BERMÚDEZ,  Jorge Luis.   HISTORIA DE LA AMAZONIA.  Serie Escuela y Amazonia.  N° 4.  Ministerio de Educación Nacional;  Programa Fondo Amazónico; Coordinación de Educación  del Amazonas; Fundación Caminos de Identidad.  Pág. 79

[xxxviii]                     DOMÍNGUEZ, CAMILO. GOMEZ, AUGUSTO.   NACIÓN Y ETNIAS.   Los Conflictos Territoriales en la Amazonia 1750-1933.  COAMA. 1994. Pág. 141 y 142

[xxxix]                       Mejía  Gutiérrez.  O.C.  Pág.  58

[xl] CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 51

[xli]                           Varios Autores. CIENCIAS SOCIALES EN LA AMAZONIA COLOMBIANA, Guerra, etnicidad  y conocimiento. Comisión Regional de Ciencia y Tecnología de la amazonia. Santafé de Bogotá, 1999. Pág. 68

[xlii]                          Mejía Gutiérrez, Mario. DIVERSIDAD DE YUCA. Manihot esculentaKrantz en Colombia. Visión Geográfico – cultural. COA. Bogotá. 1991. Pág. 103

[xliii]                         GONZALEZ BERMÚDEZ,  Jorge Luis.   HISTORIA DE LA AMAZONIA.  Serie Escuela y Amazonia.  N° 4.  Ministerio de Educación Nacional;  Programa Fondo Amazónico; Coordinación de Educación  del Amazonas; Fundación Caminos de Identidad.  Pág. 66          

[xliv]                         CASAS AGUILAR, JUSTO.  EVANGELIO Y COLONIZACIÓN. Una aproximación a la historia del Putumayo desde la época  prehispánica a la colonización  agropecuaria. Santa fe de Bogotá. Septiembre de 1999. Pág. 32-33

[xlv]                          Pineda- Camacho, Roberto.  Alzate Ángel, Beatriz.  LOS MEANDROS DE LA HISTORIA EN AMAZONIA. Talleres Abya-Yala. Cayambre – Ecuador. Julio de 1990. Pág. 305

[xlvi]                         Pineda- Camacho, Roberto.  Alzate Ángel, Beatriz.  LOS MEANDROS DE LA HISTORIA EN AMAZONIA. Talleres Abya-Yala. Cayambre – Ecuador. Julio de 1990. Pág. 305

[xlvii]                        SILVA, MARIA CECILIA. Revista Raigambre. Enero – Junio 1994. Pág8.


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