Los migrantes, nuevo reto para la salud en el bajo Putumayo

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Fuente : ElEspectador

La Cruz Roja y el hospital del Valle de Guamuez atienden a más de 52.000 pobladores. Una alianza que gracias a la cooperación internacional sostiene al sector en ese departamento.

En agosto de 2019 se registraron 1.434 migrantes venezolanos en Putumayo. / Fredy Vargas

En San Miguel, Putumayo, la lluvia era intensa. Las gotas que caían con fuerza sobre los tejados se mezclaban con la humedad característica de la zona. Por fortuna para Janeth y Marbi, ya estaba anocheciendo y los agentes de migración ubicados en el puente internacional San Miguel pronto acabarían su jornada. A las 6:00 p.m., cuando termina la vigilancia, ambas podrán cruzar hacia territorio ecuatoriano.

“Unos señores nos están cobrando US$60 para dejarnos después del punto de control en Ecuador”, revelaron las mujeres al contar que viajaron desde Arauca hacia el municipio del Valle del Guamuez, Putumayo, con la idea de poder cruzar al país vecino, encontrar una mejor fortuna y ayudar así a los familiares que siguen en Venezuela. “Sentimos que los oídos se nos van a reventar por el frío. No comemos desde hace dos días y ya no aguanto los pies, pero pa’lante, porque no tenemos de otra”.


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Desde el 26 de agosto de 2019 el gobierno del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, habilitó el proceso de visado humanitario para venezolanos. Este decreto, según explicó el mandatario, pretendía garantizar “el orden y la seguridad para los ecuatorianos y también para los migrantes”, por lo que los venezolanos solo podían ingresar al país con visa. Días antes de la implementación de esta medida, el punto de atención de la Cruz Roja en el Puente Internacional San Miguel, que conecta a Ecuador con Colombia, estaba desbordado. “En un día llegaron a pasar más de 1.500 personas por el punto”, explicó a El Espectador Deyby Tapia, coordinador local de la unidad de atención en salud de la Cruz Roja en el municipio del Valle del Guamuez.

Un mes después, en otro punto de la frontera colombo-ecuatoriana, Migración Colombia reportaba que cerca de 150 migrantes venezolanos permanecían en el Puente Internacional Rumichaca y que por lo menos 540 personas más pasaban la noche en albergues, a la espera de que Ecuador les permitiera cruzar.

De acuerdo con las cifras oficiales del fenómeno migratorio de venezolanos a Colombia, 2017 fue el año en que más ciudadanos del vecino país migraron huyendo de la crisis social, económica y política en el marco del gobierno de Nicolás Maduro. En total, según Migración Colombia, 403.702 ciudadanos venezolanos estaban viviendo en Colombia ese año, lo que representó un aumento del 651 % respecto a 2016, cuando el número llegó a 53.747 residentes. Las cuentas hoy, dos años después, hablan de 1’488.373 venezolanos radicados en Colombia.

En el caso de la frontera con Ecuador, la población migrante ha ido cambiando con el tiempo. En agosto de 2019 se registraron 1.434 migrantes venezolanos en el Putumayo, lo que representó un incremento del 21,6 % respecto al registro de enero de este año, cuando la cifra llegó a 1.179 personas. “Actualmente recibimos más de treinta personas al día en el centro de atención de La Hormiga, ubicada en el Valle del Guamuez”, dijo Tapia, quien explicó que si bien el tránsito no es el mismo, los migrantes están optando por quedarse en departamentos del país. “En una casa llegan a vivir treinta personas. El fenómeno general es que una madre llega, se estabiliza y trae a sus seis hijos”, añadió. En cuanto a la población migrante en el Valle del Guamuez, Migración Colombia estableció que en agosto de este año había 81 personas; sin embargo, para Isabel Vargas, presidenta de la seccional Putumayo de la Cruz Roja, la población es mayor. “La última cifra que tenemos es que hay entre 1.000 y 2.000 personas, contando el casco urbano y rural”.


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En el municipio hay un problema puntual con el asentamiento de migrantes: la capacidad de atención en salud. María Mercedes Bastidas, coordinadora de promoción y prevención del hospital Sagrado Corazón de Jesús, admite que si en algún momento llegara a faltar el punto de la Cruz Roja, el hospital no daría abasto. “Somos un municipio de zona rural dispersa donde los médicos no quieren venir por el conflicto. De por sí nosotros somos un hospital referente de diferentes municipios, entonces esto nos aumentaría la carga en la población”, sostuvo al explicar que el hospital solo puede atender urgencias.

La atención por urgencias no es suficiente para la población migrante, dijo Lorena Llenera, secretaria de Salud del municipio. “Ellos necesitan exámenes especializados y nadie les está dando los servicios. A pesar de que la Cruz Roja está acá, hay una barrera porque ellos brindan solo la atención básica”, dijo Llenera, quien explicó que las personas aseguradas en salud reciben atención, pero en ocasiones el hospital no da abasto.

Por su parte, Tapia explicó que son más de 50.000 habitantes en el municipio que deben ser atendidos en un solo centro de salud. Además, Putumayo no cuenta con un hospital de tercer nivel, por lo que las urgencias vitales se remiten a Pasto, Neiva y Huila. “La gente tiene que madrugar a las tres de la mañana para alcanzar la cita, de lo contrario no lo atienden. Por eso los colombianos también llegan al punto de la Cruz Roja”.

Los migrantes llegan con infecciones respiratorias, parásitos intestinales, problemas odontológicos y malnutrición. Además, no hay servicio para las mujeres gestantes. “También con embarazo a término sin un control prenatal, porque no se está brindando aquí el servicio, ni en el hospital que hay en la región”, explicó Natalia Ortega, médica de la unidad de atención primaria de la Cruz Roja en La Hormiga, Putumayo. En el hospital, algunas mujeres alcanzaron a recibir servicios durante los primeros seis meses de gestación; sin embargo, no fue posible continuar con la atención. “Al ser municipio referente, empezaron a llegar pacientes de Puerto Asís y de Orito, y no tengo solvencia para atender esa cantidad de gente. Es que no tenemos recursos”, manifestó Bastidas.

La presencia del Gobierno es escasa, según Vargas, por lo que la cooperación internacional es fundamental para que la salud no colapse en el Valle del Guamuez: “Antes pasaban por aquí carros llenos de venezolanos y nosotros no teníamos cómo darles ayuda, por lo que estamos gestionando a escala nacional para que este proyecto de la Cruz Roja no se acabe”.


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