El poderío de la biodiversidad

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Fuente : Portafolio

Aunque la región del Amazonas supone prácticamente un cuarto del territorio de Colombia, su aporte al PIB nacional es de tan solo 0,22%. 

Lograr un mayor desarrollo basado en el potencial natural del Amazonas, unido a establecer cadenas de producción fuertes para nuevos negocios y alcanzar un mayor aporte a la economía nacional son solo algunos de los grandes retos que esta región tiene por delante.

Tiene 283.033 habitantes en sus 289.498 km2, lo que supone aproximadamente un cuarto de la extensión total del país. Sin embargo, los departamentos que la componen –Guainía, Vaupés, Vichada, Amazonas, Guaviare, Putumayo y Caquetá– tienen el menor peso de la economía nacional. En concreto, su participación en el producto interno bruto es de 0,22%, mientras que su PIB per cápita, en el 2018, fue de US$10.330, según el DANE.


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Esto supone a su vez que, si bien la región de la Amazonía tuvo un crecimiento de 2,6% en el 2018, su aporte al avance económico de Colombia tan solo fue de 2,7% del total, lo que muestra la escasa actividad en estos departamentos y el rezago productivo frente al resto de latitudes.

Entre los rubros que resaltan en la región en cuanto a su aporte al crecimiento, se destaca la explotación de minas y canteras, la administración pública y defensa, la seguridad social de afiliación obligatoria y la educación, así como las actividades de atención de la salud humana y de servicios sociales. A ello también se suma el comercio al por mayor y al por menor, el transporte, alojamiento y servicios de comida y agricultura y la ganadería, silvicultura, caza y pesca.

De acuerdo con el Ministerio de Comercio, el plátano es el principal cultivo permanente de la región y, a su vez, el arroz es el transitorio más representativo. Hasta junio del 2019, las hullas representaron el 97,3% de las exportaciones de la región y su principal destino de las ventas externas fue Brasil, mientras que el maíz significaron el 45% de las importaciones, mientras que el principal origen de las compras internas fue Estados Unidos.

La inflación más relevante de la región la obtuvo el departamento del Caquetá, que en los últimos 12 meses –hasta agosto del 2019– estuvo en 2,8%, por debajo del total nacional.


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VARIEDAD PARA EL MUNDO

Es precisamente en la naturaleza donde esta región del país tiene parte de su oportunidad de crecimiento. La biodiversidad, a su vez, le otorga al Amazonas un sello de exportación en el renglón de frutas, cosméticos y acuicultura. No obstante, el aporte total de las exportaciones de esta zona al total colombiano es de US$10.330.

Por ejemplo, el açaí, el arazá, el camu camu y el copoazú son algunas de las frutas exóticas de exportación que se cultivan allí y, con ellas, Colombia tiene un gran potencial para conquistar nichos de mercado en varios continentes. Sobresale el caso de éxito de la empresa Selvática, que trabaja con estas frutas y que, de la mano de ProColombia, sigue adecuando su oferta a los mercados internacionales.

De igual forma, los otros ingredientes del bosque como el cacay –un árbol amazónico del que se obtienen nueces nutritivas–, produce un aceite para el cuidado de la piel y el cabello que se está volviendo famoso en mercados como Estados Unidos, Alemania, Suiza, Francia, Corea, Japón, Australia y Tailandia, entre otros. A esto se suma la acuicultura amazónica, que abre posibilidades para los peces pirarucú y arawana plateada, que han tenido una alta demanda en mercados asiáticos.

Frente a todo esto, la situación actual del desempleo sigue siendo un lunar importante, pues Caquetá tuvo en el 2018 una desocupación de las más altas del país, con 12,5%, si bien su desempeño no es alarmante como el de otros departamentos. Además, la tasa global de participación fue 57,9% y la de ocupación se situó en 52,6%.

Para el caso de Florencia, en agosto del 2019 se registraron 66.000 ocupados y, de estos, 24.000 se ubicaron en el sector de comercio, hoteles y restaurantes. Por eso, la actividad turística en el departamento del Amazonas se presenta como la alternativa económica de más posibilidades. La diversidad natural, paisajística y étnica de este territorio le genera ventajas comparativas importantes para su desarrollo.

Según ProColombia, hay oportunidades de inversión en proyectos de infraestructura que faciliten, entre otros, el acceso de turistas a la variedad y diversidad de recursos y atractivos ecoturísticos con los que cuenta el departamento, además del establecimiento de operadores turísticos que se encarguen de dinamizar el sector con una oferta de planes para comercializar el producto.

En la Travel Mart 2019, por ejemplo, se agendaron viajes de familiarización en el Amazonas para empresarios provenientes de Alemania, Holanda e Italia, con la misión de buscar inversiones y experiencias como agroturismo, áreas protegidas, avistamiento de aves y turismo comunitario.

LA AMAZONÍA VIVA

El Departamento Nacional de Planeación (DNP) pactó recursos con base en el Plan Plurianual de Inversiones para el Amazonas de cerca de $4 billones durante los próximos cuatro años, un monto con el que se intenta incrementar la equidad en la región, así como lograr una mayor calidad en los servicios de educación y salud.

Uno de los puntos que más llamó la atención es que en el departamento del Amazonas viven cerca de 80.000 personas y, de esa población, alrededor de 21.000 son pobres. Por eso, el plan plurianual distribuye $1,1 billones cada año, que se separan en $471.500 millones para transporte, $205.800 millones para la calidad y eficiencia de los servicios públicos, $85.100 millones para la descentralización y la conexión de territorios y $68.100 millones a la transformación digital. En el caso del emprendimiento y la productividad, se destinan $213.000 millones con el fin de fortalecer los créditos para el sector rural, impulsar la innovación y productividad de las empresas.

Asimismo, entre las grandes apuestas del departamento del Amazonas para los próximos cuatro años se encuentra la protección y conservación de los ecosistemas, mejorar la interconexión regional y promover modelos productivos sostenibles.

De hecho, se estableció la priorización de tres puntos para esta región: mejorar la eficiencia del Estado a través de la integración de sistemas de información, definir el libro blanco de la Amazonia colombiana en donde se trace la política a futuro de esta parte del país y optimizar el sistema de incorporación de los servidores del Estado para que cumplan con las funciones requeridas. Entre las metas están el mejoramiento del sistema de salud, el saneamiento de las EPS y el fortalecimiento de la infraestructura de saneamiento básico.

De igual forma, entre los retos está el de trabajar por el manejo adecuado de la disposición de residuos sólidos, así como avanzar en la transición a energías limpias y controlar la explotación de la minería ilegal, incluyendo modelos de emprendimiento y negocios sostenibles. Junto con esto, se persigue implementar un turismo basado en la economía forestal sostenible y el aprovechamiento de la agrobiodiversidad, orientada a la hortofrutícola, pesca, piscicultura y artesanías a través de la asistencia técnica en la producción y el encadenamiento.

Otras de las misiones que la región tiene en cuanto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al 2030, es convertirla en la zona con el mayor potencial ambiental del país al “consolidar su desarrollo sostenible apalancado en el aprovechamiento racional de su biodiversidad y preservación del patrimonio natural pluricultural y multiétnico, reconociéndose, así, como una Amazonía viva que combate la deforestación”.

En cifras concretas, el objetivo es incluir a cerca de 12.000 familias campesinas para que se beneficien por sus actividades agroambientales con acuerdos de conservación de bosques, lo mismo que 212.500 hectáreas bajo esquemas de conservación y producción sostenible, cuatro muelles fluviales estratégicos de la región intervenidos y 41.966 nuevas personas con acceso a soluciones adecuadas de agua potable.

En el campo de la competitividad en la región, el Caquetá es el departamento mejor situado, al ocupar el puesto 23 del país, con un puntaje de 3,39. También ostenta la tercera plaza en la categoría de sostenibilidad ambiental, con una calificación 7,34 sobre 10. A su vez, Amazonas está en el lugar 24, con 3,63 puntos, mientras que Guaviare se encuentra en la casilla 26, con 3,39 unidades. Putumayo, a su turno, está un puesto más abajo, con 3,33 puntos, y Guanía lo hace dos más abajo, con 3,28. La lista la cierran Vaupés y Vichada, con desempeños de 2,76 y 2,43, siendo los más bajos de Colombia.

Laura Lesmes Díaz
Periodista de Portafolio


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