Con un plan de monitoreo en los municipios de Valle del Guamuez y San Miguel, el Instituto Colombiano Agropecuario, busca impedir la expansión de la mosca de la fruta que podría provenir desde regiones del norte de Ecuador.
Este insecto se constituye en una grave afectación fitosanitaria que puede generar cuantiosos daños en cultivos frutales. Por esta razón la entidad puso en marcha labores de vigilancia epidemiológica para determinar la presencia de este vector.
“Putumayo, por encontrarse en zona de frontera, tiene un riesgo alto con el intercambio de frutas con Ecuador, por lo que el ICA realiza revisión periódica de trampas instaladas para el monitoreo de mosca de fruta, y así determinar las características de una población de plaga o las especies presentes dentro del área”, afirmó el gerente seccional (e) del ICA en Putumayo, Eddier Tafur Peña.
El funcionario señaló que con estas acciones se está dando cumplimiento a la resolución 00001 por medio de la cual se establecen medidas fitosanitarias para el control de las moscas de la fruta en el territorio nacional.
El propósito de estas actividades es determinar las especies están presentes y los límites del área considerada como infestada o libre de plaga, verificando de manera continua las características de una población plaga, la secuencia de huéspedes y otras características.
“El Plan Nacional Mosca de la Fruta, Pnmf, se desarrolla en marco del proyecto estratégico del ICA. Este tiene como fundamento el desarrollo de acciones de detección, control y erradicación sobre la plaga para mejorar las condiciones fitosanitarias de la producción frutícola en Colombia”, agregó.
Entre tanto, campesinos de La Dorada destacaron el acompañamiento pero insistieron en la necesidad de que se avance no sólo en los controles fitosanitarios sino además en inversiones para el impulso de proyectos agropecuarios.
Efectos nocivos
De acuerdo con expertos, la mosca de la fruta es un insecto holometábolo originario de África. “Produce un daño directo por el efecto de la picadura de la hembra sobre el fruto, para realizar la ovoposición, que es una vía de entrada de hongos y bacterias que descomponen la pulpa; y a las galerías generadas por las larvas durante su alimentación. Todo esto produce una maduración precoz y caída del fruto, y la consiguiente pérdida de cosecha”, indicaron.
Por esta razón indicaron que es trascendental que se afiancen los controles a fin de prevenir la propagación de este insecto que ha generado daños en otras regiones del continente.
Fuente : DiariodelSur