Diseñadores le apuestan a la moda con acento ancestral

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Le apostaron a un continuo trabajo de cocreación con comunidades indígenas del país.

Desde sus inicios en el 2015, la marca de alpargatas Wonder for People ha trabajado con talleres artesanales en todo el país.
Foto: Wonder for People

Cuando la diseñadora Laura Laurens conoció a Roxana Panchi, indígena transgénero emberá chamí del resguardo Karmata Rua (ubicado entre las poblaciones de Andes y Jardín en el suroeste antioqueño), recordó la investigación que su amiga y reportera Alba Tobella había hecho sobre la situación de desplazamiento que enfrentaba esta población específica debido al rechazo de sus congéneres. Se conmovió y decidió hacer algo.

Pidió permiso para visitarla, y a otras tres indígenas como ella, para conocer de cerca su situación. Pronto, la creadora descubrió el trabajo de tejido en chaquiras que realiza esta comunidad; los encuentros se convirtieron en talleres y, poco a poco, este saber se introdujo en las propuestas de moda de Laurens.

La primera colección que dio muestra de esta simbiosis la presentó en octubre del año pasado en Bogotá, en el marco de B Capital. “El primer reto fue buscar la manera como pudieran innovar desde la forma, pues no quería simplemente tomar su creación y pegarla en una prenda”, afirma Laurens.


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Esto significó para la diseñadora y las artesanas un intenso proceso de cocreación. “Empezamos a trabajar a partir de trozos de piezas: una pechera, la parte delantera izquierda de un vestido… En este caso, la estructura del tejido en chaquira tiene curvas y puntas; es muy diferente a lo que se ve en esta técnica”, cuenta la diseñadora.

Este trabajo implica un respeto por los tiempos y los ritmos de las artesanas, pues en su diario vivir combinan el tejido en chaquiras con el trabajo de la tierra

Laurens les enviaba el patrón y a partir de este, Roxana y sus compañeras hacían una interpretación libre del desarrollo textil de la creadora. “Ella hace los diseños dibujados, y yo los elaboro en chaquiras. Tejer estas imágenes, tan nuevas para nosotros, fue duro. Hay que editar, borrar, repetir, agregar, cortar”, asegura Panchi. Las piezas terminadas llegaban a manos de la diseñadora, quien las cosía a sus prendas.

Yina Panchi
Yina Panchi es una de las indígenas transgénero emberás chamí del resguardo Karmata, que trabaja con Laura Laurens. Foto: David Grandorge

En febrero, por invitación del British Fashion Council, Laurens mostró, en compañía de Roxana y Yina –otra indígena transgénero–, durante el International Fashion Showcase en Londres, el detrás de escena de su proyecto.


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“En ese escenario presentamos una serie de ‘armaduras’ creadas en vivo a partir de piezas tejidas en chaquiras, pues nuestra intención era evidenciar más los procesos que los productos. Fue un homenaje a la comunidad, a su estética y a su universo, pero desde la contemporaneidad”, comenta la diseñadora.

Hoy, este diálogo de saberes continúa. “Seguimos integrando sus técnicas a lo que estamos desarrollando. Por supuesto, este trabajo implica un respeto por los tiempos y los ritmos de las artesanas, pues en su diario vivir combinan el tejido en chaquiras con el trabajo de la tierra y la recolección de café”, dice Laurens.

Chumbes y sayos

Manuela Álvarez
En 2018, la diseñadora Manuela Álvarez se unió de nuevo al proyecto para cocrear con los camëntsas biya y los ingas del Putumayo. Foto: Patricia Castellanos

Un proceso similar sigue con su marca MAZ, la diseñadora Manuela Álvarez, quien integró los saberes ancestrales de diferentes etnias del país a su trabajo de sastrería luego de vincularse a Maestros Ancestrales en 2017. En ese entonces realizó la colección ‘Sastrería emberá’ con los emberás dobidá y wounnanes phour del Chocó.

En 2018 se unió de nuevo al proyecto para cocrear con los camëntsas biya y los ingas del Putumayo. “Con ellos trabajé los chumbes y sayos en telar vertical para mi propuesta de B Capital, y después les encargamos toda la producción de la colección”, cuenta la fundadora de MAZ.

Manuela Álvarez
Conservando el ADN de su marca, Manuela Álvarez (tercera de izq. a der.) ha introducido el trabajo artesanal de comunidades indígenas. Foto: Patricia Castellanos

Más del 90 por ciento de las telas de esta línea fueron hechas a mano por los artesanos de la asociación Curarte del Valle del Sibundoy, liderada por Teresa Jacanamijoy. “Estamos muy contentos, pues por medio del tejido de guanga nos hemos visibilizado para contarle al resto de Colombia que ‘¡existimos!’”, dice la artesana.

Según Manuela, cuando los camëntsás vieron el manejo que les dio la marca a sus telas de sayo se dieron cuenta de su versatilidad. Por supuesto, el valor de su trabajo artesanal es mucho más profundo: “Toda la artesanía que hacemos tiene algo detrás, no solo por nuestra cosmogonía, también por el conocimiento espiritual; al momento de hacer los tejidos siempre recargamos energía con el yagé para poder enviar a través de ellos cosas positivas”, asevera Jacanamijoy.

Reunión de saberes

La marca de alpargatas y zapatillas Wonder for People, establecida en 2015 en cocreación con artesanos de Santander, se unió a la iniciativa Maestros Ancestrales en 2018 y desde entonces, el trabajo con los camëntsas, camëntsas biya e ingas ha sido constante.

“Hemos incluido en nuestros zapatos dos técnicas con chaquiras: el tejido, en la parte de la capellada, y el enchapado, en los tacones. Como el proceso de cocreación forma parte de nuestra esencia, quisimos seguir con ellos. Ya los entrenamos y sabemos que hacemos un buen trabajo juntos”, narra la directora de la firma, María de Sagarminaga.

Las piezas que van a incluir este saber ancestral también son enviadas a Curarte. “El proyecto con Wonder for People ha logrado unir las familias en torno al trabajo porque todos participan”, apunta Eisen Jacanamijoy, coordinador. Un total de 20 integrantes de la asociación están al frente de los pedidos que hace la marca.

“Existe un trabajo de cocreación porque una vez la firma explora colores, tendencias y materiales, comparte la información con la comunidad para que esta experimente y evalúe si puede adaptarse a sus técnicas; para nosotros, lo más importante es preservar este conocimiento ancestral; no queremos irrumpir en él”, advierte Sagarminaga.

Hace poco, Wonder for People decidió incluir en sus propuestas el chumbe. “Además, estamos implementando códigos QR en nuestras etiquetas para que los clientes puedan llegar, a través de su celular, al indígena o artesano que creó el zapato. A cambio, el consumidor escribe mensajes para empoderar su trabajo”, concluye la directora de la marca.

Fuente : ElTiempo


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