La falta de distinción morfológica y botánica ha llevado a una identificación errónea generalizada de estas frutas, conocidas localmente con el nombre de papayuela, higuillo, chilacuán, tapaculo o papayas de montaña. En el país, un estudio identificó 8 especies, 4 de estas endémicas y 2 en amenaza de extinción, debido al cambio climático y a la pérdida de hábitat, especialmente en regiones de la cordillera Occidental.
Aunque Colombia alberga 7.472 especies de plantas con usos documentados, el género Vasconcellea (familia Caricaceae)ha sido poco explorado. De 544 especies de plantas identificadas como útiles para el ser humano –como alimento, en medicina, construcción y ornamentación, entre otros usos–, 294 se consideran amenazadas en el país y en el mundo. Sorprendentemente, el 55 % de ellas carece de evaluaciones de riesgo de extinción, lo que destaca la necesidad de hacer una evaluación continua.
Ante estos indicadores, el Grupo de Investigación en Recursos Fitogenéticos Neotropicales (Girfin) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira se propuso inventariar en la región Andina la diversidad del género Vasconcellea, el de las papayuelas, analizar su distribución geográfica, evaluar su susceptibilidad al cambio climático y categorizar y estudiar su uso etnobotánico con las comunidades locales, explorando usos gastronómicos, medicinales y agroindustriales.
En los resultados preliminares de su tesis para la Maestría en Ciencias Biológicas con énfasis en recursos fitogenéticos neotropicales, el ingeniero agropecuario Carlos Andrés Fuertes Córdoba identificó 8 especies distribuidas en Colombia y confirmó la presencia de 4 especies endémicas del país: V. goudotiana, V. sphaerocarpa, V. crassipetala y V. longiflora,además advirtió que las dos últimas se encuentran en peligro de extinción.
En una primera fase, el estudio incluyó extensas recolecciones en 80 municipios de Nariño, Cauca, Putumayo y Huila y se enfocó proponer una clasificación detallada desde el punto de vista botánico y morfológico, que se refiere a su forma y estructura, con el objetivo de corregir y enriquecer las colecciones de los herbarios del país.
“Botánicamente las especies de este género se parecen mucho: presentan tonalidades verdes, amarillas y naranjas, y formas redondas y alargadas, entonces usualmente se les llama a todas con el mismo nombre, lo que ha generado muchos errores de determinación”, explicó el candidato a magíster.
Posteriormente el investigador exploró la distribución de estas especies en el territorio nacional e identificó las características climáticas y biogeográficas que influyen en su ubicación mediante sistemas de información geográfica, trabajo que adelantó con los profesores John Albeiro Ocampo Pérez y Luis Forero Pinto, director y codirector de la tesis respectivamente.