Duque apaga la minga del Cauca, pero ya se le prendió otra

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Ayer en diálogo con medios de comunicación locales, los indígenas lanzaron el ultimátum al Gobierno para que instale la mesa de diálogo.

Mientras el presidente Iván Duque llega hoy a reunirse por primera vez con los indígenas del Cauca luego de llegar a un acuerdo que levantó la Minga, en la del Putumayo el ambiente se está calentando cada vez más.

Las 15 comunidades indígenas de ese departamento, que dicen representar un cuarto de su población, van a esperar hasta mañana a que el Gobierno llegue a instalar una mesa de diálogo que atienda sus peticiones. Si no logran un acuerdo van a empezar a taponar de manera definitiva las carreteras que los conectan con Nariño y Huila.

Eso porque lo que firmó el Gobierno con la Minga del Cauca no los cobijó a ellos y dicen que no van a permitir que “les enreden la pita” con los acuerdos que firmaron en 2012 y que, según ellos, no les han cumplido.

Lo del Cauca no pegó


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Las 15 comunidades del Putumayo están en asamblea permanente desde el jueves pasado, aunque de manera dividida.

En la carretera Mocoa-Pitalito (que los conecta con el centro del país) está únicamente la comunidad Nasa, que hace parte del Consejo Regional Indígena del Cauca, que fue el que coordinó la minga que bloqueó la vía Panamericana por 26 días.

Ahí acampan cerca de 80 indígenas que desde el viernes están haciendo cierres parciales.

El otro punto es el de mayor concentración. Está en Villagarzón, un pueblo que queda a 30 minutos de Mocoa, la capital, y que conecta con los municipios del Bajo Putumayo. En ese sector hay unos 600 indígenas de las 14 comunidades restantes que tienen un pliego de condiciones diferentes al de los Nasa, y que también están cerrando la vía por tramos.


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Pero ni los Nasa ni los 14 pueblos restantes han bajado la guardia con los acuerdos del Cauca porque, como contó La Silla Pacífico, esos acuerdos sólo van a priorizar inversiones para los resguardos del Cauca y los sectores afro y campesinos que se les sumaron en los bloqueos a la Panamericana.

“Es que las peticiones del pueblo indígena del Putumayo no son nuevas, hacen parte de un proceso que viene desde el 2012 cuando se firmaron unos acuerdos que priorizaban unos puntos regionales. Pero desde entonces el Gobierno no nos ha cumplido la mayor parte de lo que se firmó”, nos dijo Mary Rojas, vocera de la Minga.

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El pliego de peticiones que ya le pasaron al Gobierno tiene 11 puntos, unos que los beneficiaría directamente y otros con los que se identifican con las causas del movimiento indígena a nivel nacional.

Entre los locales están el de mayor acceso a tierras, la creación de una unidad regional de la Agencia Nacional de Tierras con asiento en Mocoa, que les garanticen el acceso de agua a los habitantes de Mocoa que sigue en veremos después de la tragedia de 2017, y la vinculación de las comunidades en la toma de decisiones de proyectos minero-energéticos que se piensen hacer en el departamento.

“El Gobierno ha dicho que el Plan de Desarrollo contiene 10 billones de pesos para las comunidades indígenas, pero no nos ha dicho ni cómo se van a invertir ni cómo se van a priorizar. En Putumayo estamos pidiendo acceso a tierra desde hace 25 años”, nos comentó Robinson López, vocero de la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana, Opiac.

Los asuntos con los que coinciden con los mingueros del Cauca y de otros departamentos que también se van empezar a movilizar desde hoy,  tienen que ver con la oposición al fracking, la prohibición de la fumigación con glifosato, y el compromiso del Gobierno por sacar adelante la implementación del Acuerdo de Paz y la protección de líderes sociales.

También hay un capítulo que pide que el Gobierno cumpla con la sentencia de la Corte Constitucional que le exigió tomar medidas para proteger la Amazonía.

Ante ese pliego es que se va a enfrentar la comisión del Gobierno, que anunció que va a llegar mañana al departamento.

El ambiente que los espera

El viceministro del Interior, Juan Carlos Soler, es el delegado del Gobierno para negociar con los indígenas de Putumayo, aunque ellos están pidiendo la presencia del presidente Duque.

Soler ya dijo que viaja mañana a Villagarzón donde está el punto más grande. Dependiendo de con quién llegue y qué anuncios entregue para instalar la mesa de diálogos, los indígenas van a decidir si los cierres parciales de las vías se vuelven definitivos.

“Estamos en todos los municipios y a cualquiera podemos llevar las acciones de la minga. Lo que esperamos es que haya un entendimiento con el Gobierno porque hasta ahora hemos cumplido con lo que ha pedido el Presidente Duque que es hacer una protesta respetuosa, pedagógica sin afectar a los demás habitantes”, nos comentó la líder Mary Rojas.

En caso de bloquear definitivamente el paso por Villagarzón quedarían incomunicados los municipios del Bajo Putumayo (Puerto Asís, Orito, Valle del Guamuez, San Miguel, Puerto Leguízamo, Puerto Caicedo), con lo cual le meterían más presión al Gobierno para negociar.

En esa cruzada por mostrarse fuertes a pesar de que en número no superan los 600 (en el Cauca eran 20 mil), se han encontrado en el camino con el apoyo de alcaldes, pero también con el silencio de la gobernadora Sorrel Aroca, que se eligió en 2015 con el respaldo de las comunidades indígenas.

El factor Sorrel

Hasta ahora el único pronunciamiento que ha tenido la gobernadora Sorrel Aroca con la minga es la suspensión de la rendición de cuentas que iba a hacer en el Valle del Guamuez el viernes pasado por “motivos de movilidad presentadas en las carreteras del departamento”.

No ha dicho públicamente si apoya el pliego de peticiones de los indígenas, si los rechaza, o si va a mediar para que cesen los cierres.

Eso se podría deber, en parte, a que entre las comunidades en paro la imagen de Aroca no es la mejor.

“La Gobernadora lo único que ha hecho es utilizar el nombre de los pueblos indígenas. En sus cuatro años nos desconoció, no nos incluyó en su plan de desarrollo, y no conoce las vivencias y necesidades de las 15 comunidades indígenas”, nos dijo Robinson López de la Opiac.

Y también a que espera que sea el Gobierno Nacional el que se encargue de atender a los manifestantes. “Lastimosamente no se ha acercado al movimiento a tratar de intermediar. La presencia institucional está llegando por la Defensoría del Pueblo y los organismos de Derechos Humanos no por ella”, añadió Rojas.

Contrario a la gobernadora Aroca (que buscamos pero no nos contestó), los alcaldes de Mocoa y Villagarzón sí se han manifestado.

José Castro, de Mocoa, dijo que respeta el derecho de la minga, pero que no permitirá el bloqueo de la vía que comunica con Pitalito, Huila. Para eso ordenó la presencia de Policía en el sector donde están los Nasa, aunque por ahora no se han presentado enfrentamientos porque los cierres han sido parciales.

El alcalde de Villagarzón, John Elver Calderón, dijo que comparte las peticiones de los indígenas, e inclusive les comentó que se quedaron cortos, pero les pidió que se ajusten a la Constitución y eviten pasar a las vías de hecho.

“Estoy de acuerdo, es más las propuestas deberían ser más fuertes para una región que ha estado en el olvido. Aquí lo podemos ver cuando vemos las vías, la falta de servicios públicos. Felicito a los pueblos indígenas por lanzar un clamor en nombre de todo un departamento, mientras otros están en sus casas acostados en sus camas viendo televisión”, comentó Calderón en una reunión con los indígenas.

Está por verse si mañana el Gobierno logra apagar la llama de una minga en ascenso o si por el contrario va a permitir que crezca, como pasó en Cauca.

Fuente : LaSillaVacia

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