Por Orlando Ortega Gonzalez
Mientras se desarrollaba el festival Internacional de Danzas en el marco de las Fiestas Patronales Santiago Apóstol, en el Municipio de Santiago, Alto Putumayo, en el momento que el Alcalde Franklin Benavides oficiaba de animador del evento, informó de la no presentación del Grupo dancístico de Venezuela por motivos de salud de sus bailarines, ocurrió entonces un instante de solidaridad que se fue convirtiendo en nostálgico y conmovedor.
Después de las disculpas ofrecidas por el director del grupo el alcalde preguntó si entre los asistentes habían venezolanos y los invitó a bajar de las graderías para luego entreverse en un gran abrazo que poco a poco se fue convirtiendo en llanto, sentimientos encontrados de solidaridad y nostalgia de personas que les ha tocado abandonar su país por los momentos difíciles que ya conocemos de los vecinos de Venezuela.
El llanto y la tristeza no solo fue de los afectados sino que de todo el pueblo asistente al majestuoso evento con el cual culminaron las fiestas patronales enmarcadas dentro de lo cultural, deportivo y religioso.