Este lunes se realizó en la ciudad de Pasto el lanzamiento de la producción cinematográfica El Chamán, el último guerrero, dirigida por Sandro Meneses.
Se trata de un canto indígena en contra de la depredación, pero que nadie parece querer escuchar.
La súplica viene del departamento de Putumayo donde varias comunidades se unieron al director para llamar a la protección de la tierra.
La selva, ese lugar donde se condensan los secretos mejor guardados del mundo y se mezclan con la magia de comunidades muy antiguas que se niegan a desaparecer, acogió la historia de Chamán, la ópera prima del director colombiano Sandro Meneses, que se estrena este jueves en los cines de Colombia.
Es un filme que acude a la aventura y la ficción con una mezcla de tragedia y drama alrededor de la herencia ancestral de las culturas indígenas que rinden culto a la selva como su hogar sagrado y que insistentemente lanzan un llamado al resto de la humanidad para que se respete a la Madre Tierra y cese su depredación.
Las mismas comunidades históricamente han plantado resistencia a la invasión propiciada por el hombre blanco en nombre del ‘desarrollo’ y la ‘civilización’, pero que en realidad es movida por su ambición y su sed de poder.
“Chamán es magia sobre los indígenas y sus conocimientos milenarios, una magia poderosa y un mundo que muchos no conocen pero que se percibe. Por eso decidimos ir hasta las raíces para saber de dónde provenimos y tratar de fortalecer la importancia de que eso prevalezca”, dice el director sobre esta cinta que se estrenará el 13 de octubre próximo en las salas de cine colombianas.
Fuente : Diario del Sur