El resguardo Yunguillo del pueblo Inga esta ubicado aproximadamente a 24 kilómetros del municipio de Mocoa en el departamento del Putumayo (Colombia), se caracteriza por su cultura y por ser una zona muy diversa en flora y fauna. Sus creencias ancestrales basadas en el respeto a la madre tierra han ido perdiendo la importancia que su cosmovisión determina, debido a la pérdida de identidad de las nuevas generaciones encargados de salvaguardar su territorio.
Hace cinco años que La institución educativa Aborígenes de Colombia “Resignificación de la vida y madre tierra” ubicada en Yunguillo, le apuesta a un proceso de educación ambiental que fortalece en los estudiantes los valores ancestrales, el respeto y la conservación del territorio. WWF Colombia ha estado acompañando durante este tiempo la incorporación de temas ambientales de manera transversal en el plan de aprendizaje de los colegios. Se trata de un ejercicio apoyado por los docentes, que busca generar conciencia sobre los riesgos que corre el territorio y cómo las acciones individuales y colectivas pueden contribuir a mantener viva la tradición cultural y la supervivencia de la comunidad y de las especies.
©Archivo / WWF-Colombia
La pérdida de identidad y de conocimiento ancestral que se vivía en instituciones como esta se está afrontando a través de estrategias como el arte como mecanismo de aprendizaje y enseñanza, conversatorios pedagógicos realizados por los estudiantes y docentes, y recorridos de reconocimiento del territorio, entre otras iniciativas que permiten recordarle a la comunidad el esfuerzo que se debe hacer por la protección de los recursos naturales, herencia de sus antepasados y vida de futuras generaciones.
“Ahora los más pequeños se están involucrando en los procesos de protección y conservación del medio ambiente”, así explica Ilvia Niño, Oficial para el Programa Piedemonte de WWF-Colombia, el acompañamiento en la formulación de los PRAE (Proyectos Ambientales Escolares) que incorporan elementos acordes al contexto en el que viven. Ahora los estudiantes aprenden a sumar dantas de montaña, construyen textos sobre el jaguar, reconocen las características de su territorio, los animales que en el habitan y su función ecológica. Además, de la importancia de las fuentes hídricas.
El acompañamiento de los abuelos de comunidades indígenas refuerza este proceso para el conocimiento sobre la biodiversidad. A través de relatos orales, que los estudiantes recrean a con canciones y coplas, cuentan cómo en tiempos anteriores los animales caminaban cerca de sus casas y convivían en armonía. De hecho, este tema se ha vuelto tan importante para algunos de ellos, que decidieron hacer parte del grupo de «Amigos del oso, danta y jaguar” y son los encargados de promocionar el cuidado de estas especies en sus colegios y comunidades.
En el Putumayo se está buscando cambiar la historia y demostrar que desde la educación, los más pequeños pueden entender la importancia de crear una relación más sostenible con su territorio.La meta para este año es acompañar a las instituciones educativas en la implementación de los tres PRAES que hemos apoyado, y que llevó a que fueron reconocidos como lo mejores a nivel departamental por la secretaría departamental de educación y cultura del Putumayo.
Los niños y jóvenes se están convirtiendo en replicadores de la información en sus casas y comunidades, cumplen la función de sensibilizar. Las tres instituciones ubicadas en la zona del Piedemonte creen al igual que WWF Colombia, que la formación de las nuevas generaciones es una apuesta a largo plazo, la formación de seres capaces de tomar decisiones informadas, planear su territorio teniendo en cuenta las zonas de conservación, sitios estratégicos de fauna y flora, permitirán conservar está zona de la Amazonia.
http://www.wwf.org.co/sala_redaccion/noticias/?269610/Los-mas-pequenos-aprenden-sobre-conservacion-en-Putumayo