Descargar : Plan Especial de Salvaguarda (PES) – Karustulinda «Carnaval del Perdón» del Pueblo Inga, Resguardo Yunguillo. Mocoa (PDF) –
EL CARNAVAL EN ÉPOCAS ANTIGUAS
Según los mayores, el Karustulindao Carnaval del Perdón siempre se ha realizado los últimos cuatro días antes del miércoles de ceniza, fecha que coincide con la cosecha de varios productos como el maíz, el plátano y la yuca, principal fuente de alimento y materia prima para la preparación de varias bebidas fermentadas utilizadas en la celebración.
Sin embargo, en épocas prehispánicas esta fecha era tiempo de celebración no porque era el miércoles de ceniza, ya que esta tradición es de origen europeo, sino porque para el imperio incaico hay cuatro momentos en el año que sobresalen por su incidencia directa de la fecundación del dios Inti (Sol) con la Pachamama (Tierra), originaria de la vida, expresada en las cosechas.
Estos momentos son los dos solsticios: el de invierno y el de verano, y los dos equinoccios: el de primavera y el de otoño. De ahí que la máxima fiesta popularmente reconocida en los andes ecuatoriales sea el Intiraymi o el Intillaco el 21 – 24 de junio, que en otros pueblos se las conoce como las fiestas de San Juan. En este orden de ideas y volviendo al caso concreto del carnaval, los Ingas ancestralmente practicaban estas cuatro fiestas tradicionales, pero con la colonización evangelizadora se fueron perdiendo debido a las fuertes restricciones que se colocaron a las fiestas denominadas “paganas”.
Cabe destacar que la tradición católica también tiene como referente el equinoccio de primavera (21 – 24 de marzo) de manera aproximada, para establecer el periodo de tiempo en el cual se hace recogimiento y oración para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, es decir, la Semana Santa.
Durante la colonia, las comunidades religiosas cercenaron o querían extinguir lo que vaya en contravía de la fe católica, por lo que condicionaron la fiesta de cosecha para antes del miércoles de ceniza. Es por ello que las autoridades ancestrales tenían y tienen como referente temporal el inicio de la cuaresma, producto de la herencia ibérica.
La preparación de la fiesta empezaba una semana antes, en donde los hombres se iban de casería para traer animales de monte como borugas, guatines, gurres, entre otros; las mujeres se encargaban de moler el plátano, el maíz y la yuca para la preparación de anduches y chichas fermentadas.
Los hombres llegaban el jueves o viernes, momento en que iniciaba el carnaval, se ingerían bebidas embriagantes, se bailaba y se cantaba utilizando instrumentos propios como el cuerno o botuto, el tambor, el cascabel y la flauta. En esa época si se cantaba cuenta el Mayor Antonio Chindoy refiriéndose a lo estricto de las normas dentro del carnaval, y las mujeres, hombres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores utilizaban los trajes tradicionales y demás parafernalia. Se invitaban entre familias y vecinos a bailar y tomar en las casas, ofreciéndose comida de la casería, bebidas y regalos como partes de animales, artesanías o materias primas como semillas. El recibimiento que realizaba el anfitrión a sus invitados consistía en llenarlos de pétalos de flores y plantas aromáticas, así mismo se rociaban aguas de agradable olor.
Este preámbulo del carnaval podía durar tres o cuatro días hasta que llegara el martes, momento en el cual se hacía el cierre del carnaval con los bandereros y la pareja de negros. Una vez hecho el cierre, la gente seguía tomando y bailando hasta las doce de la noche, hora que era permitida por el Gobernador Indígena, quien acataba los mandatos de las comunidades religiosas evangelizadoras para la reverencia y preparación del miércoles de ceniza.
Las personas que cometían cualquier tipo de infracciones dentro del carnaval eran duramente sancionadas con cepo y fuetazo, después de un consejo que hacía el Gobernador Indígena acompañado por los mayores, ex-gobernadores y la comunidad en asamblea general.