Esta ave rapaz neotropical iba a ser comercializada, pero por la valerosa acción de una ciudadana del corregimiento de Santa Ana, del municipio de Puerto Asís Putumayo, fue recuperada y puesta a disposición de la autoridad ambiental hace más de un año. El ejemplar, ingresó entonces al Centro Experimental Amazónico de CORPOAMAZONIA para su valoración y recuperación inicial, con una fractura en una de sus alas.
Posteriormente, fue remitida al Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces en Pereira, Risaralda –CRARSI-, y junto con personal médico veterinario del Zoológico Matecaña y de la Corporación, se le realizó cirugía para resolver la fractura, a través de la fijación de un clavo intramedular.
Un año y medio duró su proceso de rehabilitación, hasta recuperar la habilidad para el vuelo. En este mes de la biodiversidad, reinició su vuelo de regreso a su hábitat natural, acto que acompañó el Director General de CORPOAMAZONIA, William Mauricio Rengifo, el equipo técnico del proyecto de Conservación de Animales y Ambientes Silvestres del Sur de la Amazonia y por una casualidad, estudiantes de arte y de ingeniería biológica de la Universidad Nacional sede Medellín y operarios del INVÍAS.
El águila tirana, se puede observar desde América Central hasta América del Sur. Los bosques frescos y húmedos cercanos a los ríos son el medio preferido de esta ave, una de las más livianas de su género.
Fuente: CORPOAMAZONIA, Proyecto Casa.
Foto: Campo Rosas.