Una conexión permanente al agua y al fluido eléctrico es clave para el mejoramiento del comercio, educación y calidad de vida en las regiones del país.
Como dice Eduardo Sanabria, comerciante del Carmen de Bolívar, municipio que desde el año pasado por fin cuenta con acueducto, “tener agua las 24 horas al día todos los días trae desarrollo; ahora nos falta el alcantarillado”.
Según cifras reportadas por el Dane, 3,9 millones de personas accedieron al servicio de acueducto en el periodo 2002 a 2010, mientras que entre el 2010 y 2014 lo hicieron 5 millones de colombianos.
Inversiones cercanas a los 6,1 billones de pesos permiten que hoy más de cinco millones de personas por fin pueden ver, por primera vez, salir agua de los grifos de sus casas y disfrutar de acceso a saneamiento básico (alcantarillado).
De acuerdo con el Ministerio de Vivienda, Cuidad y Territorio, el 92 por ciento de los municipios del país cuentan con servicio de acueducto y el 86 por ciento también tiene alcantarillado. Sin embargo, no todos tienen agua todo el tiempo, sino unos días a la semana, algunas horas.
Por ejemplo, Carmen de Bolívar ya cuenta con el cien por ciento: siete días a la semana, 24 horas al día, pero un barrio en Santa Marta puede recibir el líquido tres días a la semana durante cinco horas.
Actualmente se encuentran en ejecución 865 proyectos que permitirán que habitantes de todo el territorio nacional pasen a formar parte de los millones de colombianos que cuentan con servicios de acueducto y alcantarillado.
Varios de ellos se concentran en los 17 departamentos con la población más pobre del país y con mayores necesidades de agua potable y saneamiento básico como Bolívar, Cauca, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, La Guajira, Santander, Tolima, Amazonas, Magdalena, Nariño, Risaralda, Norte de Santander, Boyacá, Sucre, Valle y Cesar.
En cuanto a la energía eléctrica, casi el 66 por ciento del territorio nacional corresponde a Zonas No Interconectadas (ZNI) al Sistema Eléctrico Nacional, es decir, que tienen un suministro cercano o inferior a 24 horas.
Dichas zonas corresponden a los departamentos de Guaviare, Meta, Vichada, Vaupés, Amazonas, Putumayo, entre otros. En total, comprenden 756.000 kilómetros cuadrados, cinco capitales departamentales y aproximadamente 913 centros poblados rurales.
A diferencia de Bogotá, Medellín o Cali, ciudades donde la producción de energía es más barata debido a que se produce de forma eólica, térmica o hidráulica, en las ZNI deben formularse soluciones a la medida, pues los centros de producción energéticos se encuentran separados por kilómetros de selva, montaña o llanura.
Para Santiago Amaya, cabildo gobernador de la comunidad la Nobleza, separada a dos horas y media por avioneta de Puerto Carreño (Vichada), la instalación de plantas eléctricas “mejoraría las condiciones de vida en nuestra comunidad porque somos 2.550 personas que en este momento no tenemos luz”.
Esta es, por ejemplo, una de las 276 localidades indígenas que viven en tinieblas y que no tienen acceso a un servicio eléctrico.
Según las cifras del Ministerio de Minas y Energía, a través del Instituto de Planificación y Soluciones Energéticas (IPSE), el año pasado se atendieron cerca de 900.000 personas en ZNI. De ellas el 60 por ciento reside en la región del Pacífico (Nariño, Cauca y Chocó).
Para el 2016 están destinados 125.000 millones de pesos para la construcción de plantas de energía y conexiones para abastecer a 420.821 personas que debido a la geografía, la infraestructura y el conflicto armado carecen de servicio energético para su desarrollo.
EL TIEMPO
http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/balance-gobierno-santos-pueblos-que-reviven-con-la-llegada-de-servicios-basicos/16208169