Macizo colombiano se desangra

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Estas fotografías tomadas por los expedicionarios evidencian la problemática del aumento de hectáreas en el cultivo de café.
Estas fotografías tomadas por los expedicionarios evidencian la problemática del aumento de hectáreas en el cultivo de café.

En 1993, cuando se realizó la primera expedición científica y técnica por el Macizo Colombiano, los tupidos bosques y la vegetación típica de páramo permitían la abundante producción de agua dulce, la más grande del país según los expertos. Más de dos décadas después, la colonización del ecosistema, el uso desmesurado para cultivar y la minería tienen al borde de la extinción a las 3,2 millones de hectáreas que componen este ecosistema, que alberga la Estrella Fluvial del sur colombiano y en donde nacen los ríos Magdalena, Cauca, Patía, Putumayo y Caquetá.

Según Julio Enrique Ortiz, coordinador de la expedición por el Macizo Colombiano, en los últimos veinte años se han talado cerca de 500 mil hectáreas de bosques para cultivar café, lulo y caña de azúcar, criar ganado o explotar indebidamente el suelo. «El panorama es preocupante. Si no se toman medidas para su protección, en 2080 ya no habrá Macizo».

La alerta fue emitida en la segunda expedición realizada en días pasados en varios sitios de los departamentos del Huila, Cauca y Nariño, en donde cerca de 70 expedicionarios de varias entidades del orden nacional fueron testigos del «desangre» del Macizo y de la pérdida de los bosques.

Por su parte, la comisión del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, IGAC, informó que el 52 por ciento de todo el Macizo (más de 1,6 millones de hectáreas) padece de conflictos de uso del suelo relacionados con el cambio de la vocación del recurso; es decir que en más de la mitad de este ecosistema se ha talado la cobertura de bosque para realizar actividades agropecuarias.


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De este total, el 40 por ciento se encuentra sobreutilizado (exceso de cultivos y ganadería en suelos que cuentan con características para la conservación ambiental o para el uso forestal), mientras que el 12 por ciento restante son suelos subutilizados que no son aprovechados para su verdadera vocación.

Juan Antonio Nieto Escalante, director general del IGAC, manifestó que el 67 por ciento del Macizo cuenta con una oferta para el uso forestal, y tan solo el 16 por ciento para la agricultura y ganadería. «Sin embargo la realidad es otra. Actualmente el 54 por ciento de este ecosistema es utilizado para las actividades agropecuarias, mientras que el 40 por ciento está compuesto por bosques naturales».

«Los suelos del Macizo son jóvenes y están conformados por cenizas volcánicas, lo que los convierte en grandes fábricas de agua al retener humedad. Con lo evidenciado en esta segunda expedición, el Gobierno Nacional se compromete a tomar medidas para evitar que desaparezca este ecosistema estratégico, a través de medidas de desarrollo sostenible que no afecten los recursos naturales ni la economía de sus pobladores», apuntó Nieto Escalante.

La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, Cam, informó que ya existe un documento Conpes que pretende realizar un manejo integral de todos los recursos naturales del Macizo y fomentar el desarrollo agropecuario sostenible. Este instrumento de política se encuentra en su etapa final y en gestión de adquirir recursos económicos para su financiamiento; el Conpes fue elaborado por 89 municipios de 7 departamentos de la región.


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En la segunda expedición por el Macizo de Colombia, los 70 expedicionarios visitaron sitios como Neiva, Pitalito, San Agustín, Puerto Quinchana, San Antonio, Valencia, las lagunas de La Magdalena, Santiago, los páramos de las Papas, Letreros y Barbillas, San Sebastián, San Pablo, Popayán, el Parque Natural Doña Juana, la represa del río Mayo, las cascadas de Bedón, La Candelaria y la reserva de Meremberg.

Las principales conclusiones y recomendaciones de la segunda expedición serán presentadas el 5 de junio en la ciudad de Barranquilla, donde se realizará el foro Descontaminación del río Magdalena y su importancia como vía de transporte fluvial y eje turístico.

EN MEDIO DEL EXTERMINIO

El sábado 21, la expedición salió de San Agustín hacia los municipios de Puerto Quinchana, San Antonio y Valencia. Dos chivas utilizadas para el transporte de alimentos de la región fueron las encargadas de adentrarse en los bosques del Macizo.

En el recorrido hacia Puerto Quinchana, los expedicionarios fueron testigos de los grandes parches de cultivos que han invadido los espesos bosques. Espesos cafetales, y grandes extensiones de caña de azúcar y lulo decoran el ecosistema, lo que ha generado una pérdida significativa de la flora nativa.

Ya en Puerto Quinchana, los 70 participantes emprendieron el recorrido por estrechos senderos; los más valientes decidieron empezar su travesía a lomo de caballo, mientras que los menos arriesgados optaron por caminar las montañas.

El domingo 22 la travesía madrugó para ingresar al Parque Nacional Natural Puracé y observar por más de 10 horas varios ecosistemas de San Antonio y Valencia, tales como las lagunas de La Magdalena y Santiago, el nacimiento de la Cordillera Oriental y los páramos de las Papas, Letreros y Barbillas.

En la laguna La Magdalena, que se encuentra a 3.570 metros sobre el nivel del mar y donde nace el caudaloso río Magdalena, el director del IGAC Juan Antonio Nieto Escalante y el gobernador del Huila Carlos Iriarte, llegaron para celebrar el Día Mundial del Agua.

Ambos funcionarios manifestaron su compromiso por salvar este importante pulmón colombiano de la mano con la comunidad y con el apoyo del documento Conpes del Macizo y el Plan Nacional de Desarrollo.

El ecosistema de páramo, denominado Mirador Natural Laguna Magdalena, habitan aves como la mirla de páramo, colibrís, guchanas y patos de torrente, y mamíferos como el oso, la danta y el venado. El Mirador Natural Laguna de Santiago alberga sitios como La Piedra del Letrero y la cascada del nacimiento del río Caquetá, y fauna endémica colombiana.

El lunes 23, la travesía llegó al Parque Natural Doña Juana y a la represa del río Mayo en el departamento de Nariño, para luego dirigirse hacia la ciudad de Popayán al simposio internacional de páramos.

La segunda expedición por el Macizo culminó con un recorrido por las cascadas de Bedón, La Candelaria y la reserva de Meremberg.

http://www.lanacion.com.co/index.php/noticias/medio-ambiente/item/249959-macizo-colombiano-se-desangra


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