Gobernador y Alcaldes, ¿ya no serán necesarios?

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Agustín Ordoñez G.
Agustín Ordoñez G.

Por : Agustín Ordónez.

Parece que en adelante el Gobernador y los Alcaldes del Putumayo ya no tendrán nada de que preocuparse, pues todo lo que este departamento y sus municipios necesitan lo van a hacer los futuros Representantes a la Cámara o lo están haciendo algunos congresistas. Al menos es lo que se percibe y venimos escuchando en los últimos meses en los planteamientos, discursos y promesas de casi todos los aspirantes de todos los partidos, que quieren representarnos en el Congreso y por parte de uno que otro congresista actual de aquí y de afuera.

Vías, puentes, hospitales, colegios, universidad, mejorar la educación, mejorar la salud, etc., etc., todo será hecho por ellos, cuando estén o vuelvan al Congreso.

Además, cada vez que el Gobernador o alguno de los Alcaldes anuncian la concreción de una gestión y la consecución de recursos para una obra, inmediatamente aparece un padrino o madrina diciendo que eso se consiguió gracias a él o a ella, casi desmintiendo lo que los mandatarios dicen. No es sino que el gobierno nacional anuncie la implementación de alguna política de estado o que va a hacer algo en el Putumayo, así sea mentira, para que ahí mismo salga alguien a decir que eso lo planteó él o ella y que se lo debemos a su gestión, pasando por encima del Gobernador y los Alcaldes que son relegados a un tercer plano.


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Todo este ámbito político de promesas, populismo y en algunos casos oportunismo, nos genera algunas dudas, inquietudes y preocupaciones hacia el futuro, con respecto a la representación que vamos a tener en el Congreso.

La primera tiene que ver con la concepción que la gente y algunos candidatos o precandidatos de todos los partidos puedan tener acerca de la función del Congreso y de los congresistas, la cual parece estar distorsionándose. Aunque consideramos necesario que un representante a la Cámara se convierta en apoyo para la búsqueda de soluciones a los problemas y necesidades de su región, no se debe olvidar cual es la esencia fundamental de su posible investidura y menos empezar a mezclarla y confundirla con la función del ejecutivo.

La segunda y obvia preocupación es: ¿Quién va a legislar entonces? y, sobre todo, ¿cómo van a legislar? No nos lo han dicho, ninguno de los aspirantes de ninguno de los partidos, poco hemos escuchado sobre esto. No se trata solo de hacernos una lista de los problemas del Putumayo y ofrecernos solucionarlos todos. Un Representante a la Cámara debe trabajar por su región, lógicamente, pero ante todo debe tener una clara perspectiva de la realidad nacional y ser consciente de que es eso lo que hay que tratar de cambiar, porque es de ahí de donde provienen todos nuestros problemas regionales. Quisiéramos saber cuáles son los proyectos de ley o las iniciativas que en este sentido tienen y presentarán a consideración del Congreso y del país.

Nos gustaría saber cuál será su posición a la hora de tomar grandes decisiones y votar proyectos de ley que nos puedan afectar a todos. Porque de nada servirían las grandes obras anunciadas, si es que llegan a concretarse, si a la hora de dichas decisiones votan a favor de intereses particulares, de los intereses del gobierno o de sus propios intereses, dejando a un lado los intereses del pueblo.


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De nada serviría, por ejemplo, que un candidato nos ofrezca que nos van a construir el mejor hospital del mundo, si en el Congreso le aprueba al gobierno que maten a la gente con un sistema de salud perverso y asesino y la conviertan en negocio para robarse la plata. De nada nos sirve que nos ofrezcan construirnos una universidad y más colegios, si luego aprobamos que se disminuyan los recursos para la educación pública y se la privatice. No nos sirve que nos ofrezcan construirnos y pavimentarnos todas las carreteras, si se le aprueba al gobierno que entregue nuestro territorio a la explotación despiadada y gratuita de su suelo y sus recursos. De nada nos sirve que congresistas de otra región vengan a decirnos que trabajan por el Putumayo, si son los mismos que nos quitaron las regalías para llevárselas a su propio departamento.

Eso nos ha pasado. A nivel nacional nos perjudican y luego nos traen espejitos de colores en anuncios de obritas que aunque valgan miles de millones no son nada frente al daño que nos causa sus decisiones equivocadas. El pueblo les ha rogado a algunos que no aprueben leyes y reformas que atentan contra la gente y no lo han escuchado, luego, cuando estamos sufriendo las consecuencias de sus actos o protestando, nos dicen que están ayudándonos a solucionar los problemas que ellos mismos causaron. En estos casos ya no tenemos nada que reclamarles, porque a eso no se comprometieron. Ellos ofrecieron de todo pero no lo más importante: legislar a favor del pueblo. Nadie se los exigió. Hoy debemos preguntárselo.

Un Representante es también la imagen del departamento a nivel nacional. El país estará observándolos y escuchándolos. En este sentido la imagen del departamento se ha visto fortalecida últimamente por la presencia de un representante que ha planteado iniciativas de fondo sobre problemas nacionales estructurales y su voz es escuchada con interés y respetada por la opinión pública del el país. Debemos mantener ese estatus. Hemos escuchado algunos planteamientos interesantes de los aspirantes, pero también discursos que producen lástima regional y preocupan, por populistas y engañosos, vacios, sin fundamento, sin filosofía, sin principios.

Sería más responsable por parte de los aspirantes al Congreso que trataran de cambiarle a la gente el imaginario que tiene acerca de lo que es el Congreso y el Congresista, porque la gente está confundida. La comunidad debe abrir los ojos a propósitos realistas más grandes e importantes, porque nos hundimos en la malsana cultura política de la promesa, el regalo y la dádiva.

Si la gente toma conciencia de la realidad, le exigiría las obras a quien debe exigírselas y los candidatos o congresistas no tendrían que hacer anuncios mentirosos ni promesas que no les corresponden y que difícilmente pueden llegar a cumplir.


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