Por : Fenner Hernandez
Siendo las once cuarenta de la mañana del día 27 de Agosto arribaron al municipio de Puerto Asís (Putumayo) todos los campesinos inconformes con el Estado venideros de los al rededores de la cabecera municipal; llegaron y se instalaron en el parque principal. Los habitantes del municipio al igual que las personas del comercio (sobre todo los del comercio) alarmados salieron a comentar entre sí lo que podría ocurrir.
«Ahora si se metieron… y dicen que van a saquear los locales que no cierren», le decía una señora a otra mientras guardaban los productos comerciales que se encontraban en exibicion.
Los habitantes del pueblo salieron a abastecerse de alimentos temiendo un paro duradero y generando un caos en los supermercados.
Pero algo muy contrario pensaban los campesinos( o por lo menos algunos de ellos), «Nosotros no hemos venido aqui a agreder a nadie, lo hacemos para que así se haga visible la protesta de nosotros, Yo no se a la gente que le pasa. Nos ven como delincuentes, ahora resulta que los malos somos nosotros», se quejaba Alonso, un campesino que decía venir de la vereda la Rosa la cual queda cerca del municipio y ha sido olvidada casi que completamente.
Alonso alega que en su vereda viven mas de tres mil campesinos de todas las edades los cuales dicen no haber conocido jamas una ayuda del gobierno. La vía que los comunica con Puerto Asís es pésima no tienen una escuela (apenas hay unas chozas) para sus hijos, sus tierras están infertiles (por la fumigación) y la zona tiene una fuerte presencia guerrillera lo que significa que deben someterse a la ley de ellos y hacer negocios con ellos (sembrar coca). Pero ahora con el plan del gobierno de erradicar los cultivos ílicitos estos campesinos a los que el gobierno les ha erradicado sus cultivos se han quedado sin una base para poder subsistir.
Y por eso es la protesta, por eso la molestia de toda esta gente olvidada y atropellada por todos y por todo.
Ahora reclaman que el gobierno les genere un gran proyecto sostenible que los beneficie a todos por igual. Y que se le retribuya a esta región lo que tanto le ha generado a este país ( y a las compañíaas).
Pero el gran mal de esta manifestación son sus voceros. Ellos no representa la verdadera problemática de la región. Están enfocados en intereses particulares mas que en el interés general. Por eso, aunque molesta mucho escuchar todo el tiempo al ministro de justicia decir que toda protesta esta infiltrada, cabe decir que esta protesta esta infiltrada, Infiltrada por delincuentes comunes, que no quieren mas que fomentar el caos y el pánico, infiltrada por guerrilleros que ocultándose entre los campesinos pretender exigir y orientar.
Infiltrada por la fuerza publica que desesperadamente busca a quien juzgar y enjuiciar para convertir esto en todo un acto delicuencial. En esta montonera de gente nadie sabe quien es nadie. Pero todos protestan.
No habia pasado mas de una hora de haber charlado con Alonso, un hombre que me demostró ser muy educado y sobretodo un verdadero campesino, cuando un grupo de encapuchados en manada y todos en motocicletas recorrían las calles de Puerto Asís exigiendo que cerraran todos los locales comerciales.
Fue entonces cuando las personas empezaron a asustarse y a especular que es lo que podría suceder.
Ahora todos se preguntan si se debe apoyar la protesta o estar en contra de ella.
La forma que tome el gobierno para resolver este conflicto debe ser muy distinta a las forma en que se están tratando otras protestas y paros en el país, pues se debe tener en cuenta que la historia del Putumayo es la historia del abandono,el olvido y el terror.
Que este es el Catatumbo del sur del país. Una zona que produce mucho pero que recibe poco. Por eso se debe apoyar la protesta pero no los actos delincuenciales.
Que abran el comercio. Que la gente alegremente exija que desde ya el Putumayo cambie para siempre y de una vez por todas para bien.