Ya había escuchado a varios analistas decir que estamos viviendo el sueño colombiano y lo he podido comprobar.
Colombia pasó de ser un país paria a una Nación posible, con futuro y sobre todo con una visión optimista por parte de sus habitantes. Eso se puede ver en la mas reciente encuesta de Ivamer Gallup, donde más del 45% de los preguntados considera que las cosas van por buen camino, esto es, cinco puntos más que en la medición de febrero pasado.
Y les digo que lo he podido comprobar porque a diario me encuentro con extranjeros que vienen a nuestro país en busca de las oportunidades que sus tierras no les brindan. Vienen de toda Latinoamérica, incluso Chile y Argentina, los más fuertes del Cono Sur.
Pero hasta ahí no habría nada nuevo. La verdadera prueba del buen momento que vive Colombia es que cada vez más españoles y estadounidenses se están viniendo para acá a realizarse como profesionales dentro de una empresa o incluso en la constitución de una nueva organización.
En varias cápsulas de conocimiento, de las que dicta la Cámara de Comercio de Bogotá a quienes decidimos crear empresas, es común encontrar españoles que vienen a aprovechar recursos como el programa Bogotá Emprende.
Cómo cambian los tiempos. Hace poco, el presidente del Gobierno español vino a nuestro país para recibir un doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad Sergio Arboleda. Hace menos de una década, eso sucedía pero en sentido contrario. Es decir, eran los mandatarios colombianos quienes buscaban esas altas distinciones en el exterior.
En la última década Colombia ha crecido, en promedio, por encima del 5%, un buen pronóstico si se tiene en cuenta que las economías más poderosas del mundo atraviesan recesiones o estancamientos. Un buen crecimiento de la economía significa la entrada de nuevas empresas, más inversión local y extranjera. Esto es jalonado por el consumo de las personas naturales que adquieren deuda de largo plazo porque son optimistas con lo que viene.
En resumen, todo está servido en bandeja de plata para nosotros, los emprendedores. No hay excusa, es hora de encontrar esa propuesta de valor que tenemos cada uno de nosotros como profesionales, evaluar oportunidades de mercado, generar alianzas o sociedades y lanzarnos al agua.