Los consejos del profe Valdano

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Por : Ricardo Solarte

Tuve la fortuna de ser invitado al Foro BBVA 2012 donde hablarían de las perspectivas económicas de Colombia y el mundo. Un tema apasionante, pero más aún, el plato central que nos tenían preparado, una conferencia sobre liderazgo con una de las glorias del fútbol argentino: Jorge Valdano, ex jugador de la selección Argentina que se coronó como campeona del  mundial México 1986.
Resulta curioso, por decir lo menos,  que un argentino empiece su conferencia mostrándonos un video en el bota un gol que era más fácil hacerlo que fallarlo. Se disputaba la semifinal Argentina Bélgica en el mundial de México 1986 y Maradona pasa la pelota a Valdano para que la meta, solo tenia que empujarla y estaría adentro de la red. Pero no fue así, Valdano es traicionado por su ansiedad y falla, la manda muy por encima del arco.
Jorge Valdano. Foto tomada de RealMadridweb.com
Para rematar, como un acto de solidaridad, Maradona lo aplaude, “era mejor que no me aplaudiera, eso me hacía sentir peor”, dice Valdano.  Lo bueno es que el técnico le dio la oportunidad de resarcir su embarrada en la gran final contra la selección alemana. Lo hizo con creces, al marcar uno de los goles de la victoria. “Cuando iba acercándome al arco rival, solo pensaba, tranquilo, tranquilo. Me había entrenado mentalmente para que la ansiedad no me traicionara esta vez y así fue”.
Y digo que me parece curioso que un conferencista inicie su charla con una embarrada de estas dimensiones, porque, normalmente, lo que uno está acostumbrado a ver en los escenarios de charlas sobre liderazgo a “seres iluminados” a los que la vida los ha tratado muy bien. De hecho, eso les da una especie de aval para decir a los demás cuáles son las claves de la felicidad.
Mostrar ese video al inicio de la presentación hace que el auditorio baje la guardia y piense: “es otro ser humano con las mismas dificultades y miedos que yo, quien me está hablando. No es un extraterrestre que quiere envolverme con teorías rebuscadas”.  Es una manera muy acertada de entrar en confianza con su público y hablarle en la misma frecuencia.
Estos son los consejos del profe Valdano, los que debe tener el líder del siglo XXI para hacer bien su tarea. Al menos estos son los que ha aplicado en más de 30 años de carrera profesional como futbolista y director técnico del Tenerife, Real Madrid, y el Valencia. Como el mismo lo dice, en fútbol solo le hace falta ser balón y árbitro.
Credibilidad: a nadie le pagan por se más honesto que otros. Es la capacidad de ser honesto, de hacer las cosas bien para despertar la admiración de los otros. Se hace con pequeñas cosas como respetar a las demás personas y exigir respeto de parte de ellas. Tiene que ver con la coherencia, premiar y castigar en función del mérito. Y ojo, se debe estar alerta, porque la credibilidad se construye a través de los años, poco a poco. Pero se puede perder en un segundo, con un acto en el que “se nos vayan las luces».

Pasión: un futbolista se hace con base en la pasión que sienta por el fútbol, pues debe entrenar ocho horas diarias para ser el mejor del mundo. Sin pasión no hay futbolista. Lo contrario a la pasión sería entonces la indolencia, esa que lleva a que grandes figuras no brillen tanto como debieran. Lo mismo sucede en las empresas. El líder antes de transmitir mensajes, debe inyectar pasión a su gente.
 Esperanza: Valdano cita al proverbio japonés: es mejor viajar lleno de esperanza que llegar.  Tener la esperanza de que se pueden hacer las cosas mejor, es vivir con fe. Esa que tanta falta hace en las organizaciones. Para eso se deben poner metas desafiantes, pero realizables.
 Estilo: aunque dicen que en el fútbol no importa el estilo, sino el resultado, eso es discutible. El estilo forma parte de la identidad de un equipo y debe tenerlo. En el mundo empresarial,  si no tienes tu propio estilo, es decir, una manera más eficiente y fácil de hacer las cosas (propuesta de valor) seguramente tus días están contados.
 La palabra: vaya que importante en estos días en que la tecnología cada vez más hace posible la telepresencia, mediante la cual nos comunicamos por aparatos electrónicos pero no estamos de cuerpo presente. Hablar de frente es algo vital en los equipos, y los líderes deben buscar los espacios para que estos diálogos se produzcan. Las palabras motivan, pero también destruyen. Así que mucho cuidado, cuando se hiere en público de nada sirve ofrecer disculpas en privado. El daño debe tratar de resarcirse de la misma manera en que se produjo.

La curiosidad: que bueno es preguntar. Cada vez que lo hacemos nos entrenamos para formular preguntas más inteligentes que provocan respuestas cargadas de conocimiento.   Esa es la invitación de Valdano, a ser más curiosos para tener más conocimientos y generar soluciones creativas.
Sencillez: el valor de simple. De eso tenemos ejemplos exitosos: Steve Jobs, es uno de ellos. Nos hizo enamorar de su manzana mordida porque sus productos están diseñados de manera sencilla y limpia. Sin embargo, algunas personas insisten en complicarlo todo. Ojo, la sencillez no es sinónimo de superficialidad, cuando se llega a ella es porque existe un conocimiento profundo.
Talento: es innato, pero se debe incentivar  en las personas para que lo desarrollen al máximo. Los líderes deben confiar en los miembros de su equipo delegando funciones que puedan ser llevadas a cabo por ellas. Esto genera empoderamiento y no es un favor que se hace a otras personas, pues como lo dice Valdano, “cuando uno da confianza te lo devuelven con creces”.
 Vestuario: es el espacio que tienen los jugadores para limar asperezas y para hablar de la táctica de juego.   Lo mismo sucede en las empresas, el vestuario son los espacios corporativos donde se entrenan “para salir a cazar leones”.
 Humildad: esto es lo que nos mantiene con los pies en la tierra. Y solo tiene sentido si es una humildad crítica, es decir, siempre en aras de saber que se es bueno pero que hay espacios para mejorar.

Éxito: es el gran motor energético que se obtiene por una labor bien hecha. El éxito es una cuestión de insistencia, por eso no se debe tirar la toalla en el primer intento en el que no se mete el gol. Como lo dijo Valdano al iniciar la conferencia después de mostrarnos el video donde bota un gol en la semifinal de un mundial de fútbol: en la vida son más las veces que botamos el balón fuera del arco que dentro de él”, así que nada esta perdido. Y como dice el eslogan del BBVA Adelante…

Saludos,
Ricardo Solarte Ojeda


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