Por : Jaime Erazo
Cuando los parlamentarios, después de tres largos años de ausencia comienzan a cambiar de actitud y de comportamiento en relación con los electores, cuando dan declaraciones más seguidas en las emisoras y cruzan en veloz carrera las carreteras intermunicipales, calles y avenidas de los municipios, cuando en los pueblos aparece un enjambre de simpatizantes que persiguen a su jefe político, es una clara señal de que las campañas políticas están por empezar y por lo tanto, hay que prepararse para diferenciar al verdadero político del politiquero.
¿Qué es política?
La palabra política no se refiere únicamente a las actividades que realizan los políticos ni a la voluntad popular expresada en las urnas, política es todo aquello que tiene que ver con el Estado, con las formas de gobierno y con las formas de organización social.
La política es parte fundamental del ser humano puesto que somos parte de una sociedad, de una comunidad y, por lo tanto, no podemos desentendernos de los otros. Es más, dependemos unos de otros. Por tal motivo, hay que lograr una sociedad que permita la consecución del bienestar colectivo y no el bienestar de unos pocos. La política es una actividad humana inherente a todo ser humano, el filósofo griego Aristóteles sostiene que el hombre es un animal político.
No hay acto humano que no tenga consecuencias ya que ineludiblemente afecta a otros, así que no existen actos neutrales. Vivir en una comunidad implica resolver problemas que afectan a esa comunidad ya sea urbana o rural y cuando se participa activamente en la solución de problemas que se le presentan a esa comunidad se esta haciendo política.
Si lo que se dice es cierto ¿entonces por qué no participan los ciudadanos?
Sencillo, no participan porque tienen un concepto erróneo de la política como consecuencia de las malas experiencias de su participación en política y de la degradación que de la actividad política que han hecho los políticos, por eso para muchos ciudadanos la política es algo sucio, algo malo, bajo, rastrero y el político es un mentiroso, un tramposo y un ladrón.
Lo cierto es que existen buenos y malos políticos, los buenos políticos son aquellos que buscan el mayor bien para la mayor cantidad de miembros de una sociedad o de una comunidad, los malos políticos son aquellos que se sirven del poder del Estado o de lo que le pertenece a la comunidad para enriquecerse y para enriquecer a unos pocos.
¿Qué es la politiquería?
La politiquería es la forma degradada de hacer política, generalmente la hacen los políticos cuando en vez de ejercer su función en beneficio común, ocupan las instituciones del Estado para su beneficio o para hacer negociaciones y en provecho propio.
¿Es posible ser apolítico?
No es posible, no hay nadie apolítico, todos somos políticos porque todos somos parte de una sociedad o de una comunidad y todos, desde nuestra posición o especificidad y de acuerdo a nuestras cualidades contribuimos al bien común de la sociedad o de la comunidad a la que se pertenece.
Política partidista
Cosa diferente es la política partidista, como miembro de un partido político se hace política partidista en función de la toma del poder del Estado, por lo tanto, esa es una manera de hacer y de ejercer la política.
Para no caer en la trampa
Hay que tener mucho cuidado con quienes dirigen la opinión pública o discuten sobre todo tipo de temas políticos encubiertos con el manto de la imparcialidad y de la verdad sobre las cosas o los hechos. Hay muchos que se pasan por neutrales u objetivos, como que están por encima de ideologías y de los intereses pero lo que pasa es que cada uno tiene su sesgo y muchas veces tuercen el análisis político en función de los intereses de ciertos grupos y ciertos partidos.
Todo político adorna sus acciones con palabras de bienestar de la mayoría, por eso hay que analizar con detenimiento la política, lo que se vende o se dice o hace en nombre de la mayoría y preguntarse si realmente ese tipo de acciones afecta positivamente a la mayoría.
La función política de los medios
Los medios deben ser éticos, es decir, defender una conducta política porque hacen parte de la sociedad, no olvidando que la ética esta vinculada a la política porque busca el bien del individuo y de la sociedad y en esto coincide con la política.
Participemos en sanear la política partidista
En nuestro medio se ha satanizado la participación de los individuos en política, la política no puede ser corrupta o sucia, lo que hace falta son nuevas personas que se metan en la política partidista de nuestro medio para sanearla, para limpiarla. Dejar de meterse en política partidista para no involucrarse en sucios manejos es una mala decisión, pues alguien tendrá que meterse para cambiar el actual estado de cosas. Las mayorías exigen cambio y renovación en la política partidista.
Jaime Armando Erazo Villota Mocoa, 19 de agosto de 2012