Representante Guillermo Rivera advirtió de la inconveniencia política que significaría la elección de Puentes como presidente de la Comisión I de la Cámara

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El Nuevo Siglo

Desde el año pasado nadie ponía en duda la elección del representante boyacense Gustavo Puentes (Partido Conservador) como presidente de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes. Una aspiración que tambaleó en los últimos días, por culpa de los coletazos que aún se advierten tras el descalabro del proyecto de reforma a la Justicia.

Según los acuerdos políticos del 2010, al Partido Conservador, que se quedó sin representación en la Mesa Directiva de la Cámara de Representantes para la tercera legislatura, le correspondía la presidencia de la comisión constitucional de la Corporación.

Pero la aspiración de Puentes tuvo que superar un boicot de última hora. La razón: Puentes fue uno de los 12 congresistas de la Comisión de Conciliación de la reforma a la Justicia, donde, según el Gobierno, se colgaron los «verdaderos micos» que terminaron con el fracaso del proyecto.


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Puentes se sorprendió cuando, en las horas previas de su votación, algunos congresistas intentaron modificar el señalado acuerdo, pues objetaron su nombre.

Representantes como Alfonso Prada (Partido Verde) y Guillermo Rivera (Partido Liberal) hablaron de la inconveniencia política que significaría la elección de Puentes, tras el escándalo que se produjo por la forma como la Comisión de Conciliación ajustó el texto de la fallida reforma a la Justicia.

El congresista boyacense amaneció con los rumores de que tras la crisis, y con la obligación del Congreso de tomar decisiones que no generen controversia, especialmente, de cara a la opinión pública, su elección estaba en duda.

La fórmula del Partido Conservador fue llegar a la Comisión Primera con una candidatura alterna. El vallecuacano Henry Arcila fue escogido como segundo candidato de los conservadores.


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Puentes comprobó el respaldo de los partidos políticos. Berner Zambrano (La U) afirmó que el haber sido conciliador no debería ser un estigma, mientras que Heriberto Sanabria (P. Conservador) subrayó las calidades de Puentes y le ratificó su respaldo.

Mediante votación secreta, como lo manda el reglamento, la Comisión Primera de la Cámara tomó la decisión: 18 votos favorecieron la candidatura de Puentes, 16 la de Arcila.

Gustavo Puentes se convirtió en el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, la que se ocupa de los asuntos constitucionales y que tendría que resolver la controvertida reforma al fuero militar, y, por qué no, los proyectos de convocatoria a una Asamblea Constituyente, que aunque no han sido radicados, han sido anunciados por sus autores.

Tras su juramento, Puentes se comprometió a legislar de cara al país, de forma transparente y a recuperar la imagen del parlamento. El representante boyacense superó el escándalo de la reforma a la justicia y pese a la crisis, alcanzó la dignidad que estaba buscando desde varios meses atrás.


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