DiariodelSur.com.co –
En un día considerado como histórico, ayer se dio inicio a las obras de construcción de la variante San Francisco – Mocoa, una de las más importantes en el sur del país en los últimos años.
La obra, que tiene un costo de 500 mil millones de pesos, sufrió retrasos por acciones legales que interpusieron indígenas del Alto Putumayo.
Como un hecho histórico para los departamentos de Nariño y Putumayo fue calificado ayer el inicio de la construcción de la variante San Francisco-Mocoa, tras los compromisos establecidos a finales de 2011 por el ministro del Transporte, Germán Cardona Gutiérrez.
En un sector a medio kilómetro del casco urbano del municipio de San Francisco se dieron cita alcaldes, exalcaldes exgobernadores y comunidad en general para hacer parte del comienzo de los trabajos de la variante de 45.6 kilómetros de longitud en el departamento de Putumayo y que hace parte del corredor Tumaco-Pasto-Mocoa.
Como se recuerda, desde el año 1950 comenzó a surgir esta iniciativa de los putumayenses de tener una vía que reemplace a la
actual denominada el Trampolín de la Muerte. “Este es un proyecto complicado que requiere de muchas actividades previas en las cuales se ha venido trabajando desde hace un año hasta ese momento del inicio”, manifestó Sandy Bravo, representante del Consorcio Vial del Sur, al agregar que este es un proyecto que debe seguir apoyándose para que llegue a un feliz término y en los tiempos previstos.
Sostuvo que comenzará a llegar la maquinaria necesaria para el desarrollo del proyecto, en el cual se harán obras generales como alcantarillas y terraplén, para luego entrar en lo concerniente a la construcción de puentes. Se contempla la implementación de 49 viaductos, pasos de fauna deprimidos y aéreos.
El alcalde de San Francisco, Alto Putumayo, Alfonso Burbano, en el brindis de inicio agradeció a Dios por el momento histórico y de inmediato ordenó decretar día cívico por la alegría y lo que representa la construcción de la variante San Francisco-Mocoa, una obra que se desarrollará en máximo seis años.
Según la dirigencia de la región, comienza a fraguarse el sueño de los putumayenses de transitar por fin por una vía de buenas condiciones y que les permita a los habitantes del sur del país pensar en el desarrollo.
El acto de inicio de las obras se firmó a mediados del año anterior entre el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, y el Instituto Nacional de Vías, Invías; sin embargo acciones de comunidades indígenas de la zona que reclamaron una consulta previa para la ejecución del proyecto, retrasaron al mismo.
El pasado 19 de diciembre, superadas las dudas, el BID desembolsó 12 mil millones al Invías con lo que prácticamente se le abrió la puerta a este megaproyecto que generará 2.000 empleos, de los cuales 1.000 son directos.