Por iniciativa del Comité Internacional de la Cruz Roja y con el apoyo del Ministerio de Protección Social se realizó un taller teórico práctico sobre cirugía de guerra con médicos del sur del país.
Profesionales de Caquetá, Putumayo, Chocó y Huila participaron de una capacitación en medicina que se realizó en Florencia con el fin de fortalecer la asistencia que se brinda a las personas heridas en el conflicto armado. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Ministerio de la Protección Social ofrecieron el seminario ‘Cirugía de Guerra Avanzada’ en el que participaron 25 galenos.
El evento fue orientado para disminuir las consecuencias negativas para las víctimas de contaminación por armas (minas antipersonal y restos explosivos de guerra), será liderado por expertos del Centro de Estudios en Medicina de Urgencias (CEMU) de la Universidad Nacional de Colombia y está dirigido a médicos cirujanos y ortopedistas de las entidades locales, quienes brindan la asistencia inicial a este tipo de lesionados.
En el seminario se abordarán temas como el manejo de las heridas de guerra, tratamiento a las víctimas de contaminación por armas y los procesos de rehabilitación, entre otras temáticas. La capacitación tendrá además un amplio componente práctico. Tanto el Ministerio de la Protección Social como el CICR desde sus diferentes modalidades de trabajo, adelantan actividades orientadas a proteger a la población y a asistir a las víctimas en procesos de rehabilitación física y socio-laboral.
Otros cursos similares se han dictado en Villavicencio, Pasto, Cali, Bucaramanga, Ibagué.
“Medicina admirable”
El director del Centro de Estudios en Medicina de Urgencias de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, Jaime Alfonso Beltrán Guerra, aseguró que “fue una gran idea reunir a los especialistas de la región, especialmente ortopedistas y cirujanos generales que tiene que ver con la atención a víctimas por heridas del conflicto, es decir, por arma de fuego, armas largas, rifles, explosivos, minas antipersona, porque sus pacientes son muy difíciles, muy complejos, en altísimo riesgo de perder su vida”.
“Lo que hemos aprendido es que la prioridad es salvarlos, en segundo lugar evitar que pierdan sus extremidades y en caso de que esto último suceda procurar una amputación de muy buena calidad que permita después la adaptación de las prótesis y ellos entren a un proceso de rehabilitación y puedan recuperar su vida con normalidad”, dijo.
“Se trata de galenos muy valientes, muy comprometidos, quienes con muy pocos recursos están atendiendo estos pacientes tan complejos, por nuestra geografía y desarrollo hay un problema enorme de transporte y comunicación por lo tanto los médicos de zonas apartadas deben resolver con los recursos locales las emergencias, algunas muy graves, mientras que son remitidos a centros de salud de mayor complejidad, hasta ahora lo hacen bien, pero necesitan más apoyo indudablemente y esa es la idea del taller”, manifestó.
Al respecto Daniel Hernández Solarte, cirujano de la Clínica Mediláser expresó que todo ha sido muy interesante. “por todo el trabajo que nos vienen a mostrar los amigos del Comité Internacional de la Cruz Roja, nos han brindado todos sus conocimientos de tantos años de experiencia y práctica y estudios que se han presentado teniendo en cuenta nuestras condiciones y las bases y fundamentos de la medicina, un enfoque diferente a lo que normalmente hemos hecho y podemos estar manejando en instituciones bien dotadas, con equipos y ciertos servicios que en medios agrestes como en el que nos desenvolvemos pues no se pueden adquirir, son conocimientos necesarios para nuestra formación, en general. Estamos en ese entrenamiento, son casos frecuentes de que atendemos, el entrenamiento es enfocado en el trauma de guerra especialmente”.
“Conocimiento y dedicación”
“Venimos al Caquetá para intercambiar experiencias con los cirujanos del área sobre las heridas de guerra por arma de fuego, nuestra experiencia es de más de 30 años en el CICR, aunque los médicos del sur de Colombia nos están aportando su experiencia en estos casos y hemos hecho una discusión muy saludable, hemos hecho teoría y práctica, hicimos ejercicios con cerdos que tiene tejidos y un organismo similar al humano, hemos hecho manejo de las heridas de guerra como balística, bajo nuestros principios estándar, hemos hecho tórax, abdomen que son heridas penetrantes por arma de fuego, hemos hecho control de daño, haremos triaje, neurotrauma y otras clases más”, confirmó Julio Guiber, cirujano de guerra del CICR
“Lo que hemos trasmitido es que con conocimiento y dedicación se puede salvar vidas, es posible tratar a los heridos del conflicto armado, sin que se necesite material sofisticado solamente saber cómo hacerlo y dedicación, aunque, por su puesto para beneficio del paciente es mejor un hospital mejor equipado pero esto como un beneficio agregado”.