El Paraiso del Diablo. Roger Casement y el informe del Putumayo un siglo despues

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En el año 2010 se conmemora el centenario de la visita al Putumayo del cónsul Roger Casement, quien a solicitud del Parlamento británico adelantó una profusa investigación sobre la esclavitud de miles de indígenas de la amazonía colombiana por parte de la Peruvian Amazon Company, más conocida como Casa Arana. Como resultado de este viaje y de las decenas de entrevistas hechas por Casement a los barbadenses (entonces súbditos del imperio británico) que habían sido reclutados por los caucheros de Arana para adelantar varias labores en las agencias de recolección y acopio, apareció en 1912 el informe conocido como Libro azul del Putumayo, texto que, al lado del igualmente devastador informe sobre la explotación cauchera en el Congo por parte de la empresa del rey Leopoldo II de Bélgica —también preparado por Casement, en 1904—, constituye la primera denuncia sistemática sobre los efectos de las grandes economías de extracción en el exterminio masivo de las poblaciones nativas del mundo colonial.

Tanto Casement como su informe han sido el objeto atento de importantes estudios —muchos de estos adelantados en Colombia— desde la antropología, la historia, la crítica literaria y los estudios culturales. El personaje de por sí ha sido tratado en innumerables ocasiones como una suerte de símbolo de las paradojas del colonialismo, máxime cuando se trató de alguien que fue amigo personal de Joseph Conrad (por la época en que éste concibió El corazón de las tinieblas), y que luego traicionó a Gran Bretaña al convertirse a la causa nacionalista irlandesa, y aliarse con los alemanes durante la Primera Guerra Mundial. Asimismo, el papel que jugó su presunta identidad homosexual en todo ello (originalmente expuesta con el ánimo de infamarle) ha sido reiteradamente interpretado. Por otra parte, las repercusiones de los llamados “Escándalos del Putumayo” en la conformación de una política con respecto a las fronteras nacionales, y en particular hacia la amazo-orinoquía, son múltiples y comprometen distintos momentos y varias esferas de la historia de Colombia: para no ir más lejos, tres hitos representativos son la concepción y publicación de La vorágine de José Eustasio Rivera (1924) —sin duda alguna, una de las novelas más importantes de nuestra literatura—, la Guerra con el Perú (1932 – 1934) en torno a la toma de Leticia, y la adjudicación en 1988 del Predio Putumayo a las sociedades indígenas que sobrevivieron al etnocidio cauchero, a veces demostrando una insólita capacidad de supervivencia cultural mediante complejos procesos de recomposición étnica.

Por lo mismo, este capítulo de la explotación cauchera configura un importante lugar de la memoria para las comunidades indígenas de América, y por ende para la historia de Colombia en general. Ello ha conllevado a que el edificio de la sede principal de la Casa Arana en La Chorrera (Amazonas) —hoy en día un centro educativo— haya sido declarado como Bien de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura, en 2008, y que esta misma institución lo haya postulado el año pasado a la lista del Observatorio Mundial de Monumentos (World Monuments Watch). Es así como la conmemoración de la visita de Casement al Putumayo pone de presente múltiples problemáticas que no sólo ameritan ser reexaminadas por separado, sino, tanto más, ser puestas en relación, incluso de manera crítica y novedosa de cara a lo que anteriormente se ha dicho o escrito al respecto.


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Con este propósito, los Departamentos de Antropología de la Universidad Nacional y la Universidad de los Andes adelantarán un evento internacional, entre el 26 y 28 de octubre, que permita difundir y poner en diálogo muchos aspectos e interpretaciones relativos al informe del Putumayo, especialmente por parte de académicos nacionales e internacionales y de representantes de distintas sociedades indígenas de la amazonía colombiana.

http://antropologia.uniandes.edu.co/paraisodeldiablo/index.php?ac=inicio


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