El proceso electoral presidencial que culminó el mes anterior, en su segunda vuelta, ratifica una vez más el derrotero digno e independiente del elector putumayense. De nada sirvieron las presiones de alto nivel ni las componendas regionales para revertir la opinión de nuestros paisanos. Por primera vez en la historia de nuestro querido Putumayo triunfa el voto independiente.
Lo anterior vuelve más interesante el proceso político del territorio, pues rompe el monopolio bipartidista y el control que los partidos tradicionales tenían sobre el elector. Esto es una ganancia para nuestra democracia regional, pues se amplía el arcoíris político. Ya no habrá solamente el rojo, el azul y el amarillo, sino también el verde y el naranja.
El caso Putumayo ha llamado la atención de los analistas políticos nacionales. En ningún momento los grupos al margen de la Ley han influido en los resultados de la primera y segunda vuelta. Esperamos que el nuevo presidente analice con objetividad las verdaderas causas de estos resultados genuinos, pues ellos son la expresión de un descontento que debe ser atendido y entendido por el gobierno nacional y sus políticas.
Finalmente, hay que destacar sobre manera, que cuando la gente quiere, no hay pretextos para expresar con libertad los sentimientos y los sueños. La plata, el trago, los contratos y las dadivas, nada pueden hacer cuando la gente vota a conciencia y con dignidad. El voto libre e independiente será sin lugar a dudas la materia prima de las futuras transformaciones en el putumayo.
Que viva la democracia!!!