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Colombia, Ecuador y Perú unieron tres parques nacionales situados en la cuenca media de este río fronterizo, para enfrentarse en equipo a la deforestación, la cacería ilegal y preservar una de las mayores porciones de biodiversidad del continente.
Las relaciones internacionales entre Colombia y Ecuador, resquebrajadas en lo político, pasan por un buen momento desde el punto de vista ambiental. Los dos países, a los que se sumó
Perú, decidieron concertar un pacto inédito: unir tres parques nacionales de la cuenca media del río Putumayo -uno por cada nación- para crear un corredor de 2 millones de hectáreas y enfrentar, como un equipo trinacional, la deforestación y el tráfico de fauna silvestre.
Las áreas protegidas involucradas en esta estrategia, llamada ‘Tres fronteras’, son Cuyabeno (Ecuador), Güeppi (Perú) y el parque La Paya, de Colombia, donde están los resguardos indígenas murui, ingano y kofán. Los nativos han sido clave para la preservación. No ocurre lo mismo con colonos que han llegado para deforestar y matar animales.
El pastoreo, la agricultura extensiva y la sobreexplotación de los peces ornamentales y tortugas han aumentado sin que se hayan podido aplicar controles efectivos. La mayoría de las especies maderables finas han sido extraídas. Sólo en el 2009 se talaron 1.580 hectáreas de selva en los tres parques, según el Centro de Agricultura Tropical (Ciat).
En La Paya vive la mayor población de caimanes negros del país, un reptil insignia que ahora está amenazado por el comercio de su piel. Esta es una de las regiones más diversas de la Amazonia (ver recuadro), pero esa misma ubicación y la presencia de grupos armados ilegales han complicado la vigilancia de sus 422 mil hectáreas.
Por el acuerdo ‘Tres Fronteras’, impulsado por Parques Nacionales y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), una casa flotante vigilará el río. Emilio Rodríguez, de WWF y coordinador del proyecto, explica que la integración busca, además, concertar acuerdos políticos y técnicos para el manejo del área y reducir los atentados que resiste el lugar, similares en los tres países.
«También, unificar la investigación y el monitoreo de la fauna, y mostrar la importancia de la región frente a proyectos de desarrollo, como la explotación petrolera y la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Suramericana (Iirsa), que uniría el Atlántico con el Pacífico y cuyos ejecutores deberán analizar el impacto de sus planes viales y portuarios sobre el valor ecológico de esta frontera», explicó el experto.
Resguarda fauna Amazónica
El parque Paya adquiere su nombre por el humedal Apaya de 3.000 hectáreas que resguarda. Allí hay áreas de pantano, nacimientos de agua y bosques, que deterioró la colonización del Putumayo. Protege muchas especies de palmeras, osos hormigueros gigantes, jaguares, titíes, manatíes, dantas y dos especies de delfines de agua dulce. También, más de medio centenar de aves, como guacamayas y halcones.