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El viaje en donde se conocen los orígenes del ritual indígena, sus usos y beneficios desde la voz de los taitas Inga y Kamentsä del Putumayo.
Un documental hecho para darle la voz a los taitas y sabedores de la tradición del yagé, es el que presenta Alexander López donde según él “nuestro interés se enfocó en dar a conocer, en la voz de quienes preservan ese saber, cómo funciona ésta medicina, cuáles son los problemas que enfrenta la tradición y por qué se está desplazando hacia las ciudades; quisimos contribuir en ese sentido ya que lastimosamente la medicina con yagé ha sido malentendida por la falta de información y la promoción de la visión exótica del indio y del viaje psicodélico, por parte de los medios de comunicación y algunos trabajos audiovisuales; todo eso conduce al romanticismo turístico por el que mucha gente se acerca, sin comprender la dimensión cosmogónica de ésta práctica curativa milenaria”.
Esta experiencia visual surge en la dimensión del hombre con lo sagrado, mostrando el impacto en la ciudad y la innovación de las concepciones del mundo, siguiendo el paso de tradiciones orales e historias ocultas a lo largo de los tiempos. Con Oliver Velásquez como investigador, la idea surge de una forma explícita “con Oliver nos conocemos desde hace varios años, yo sabía de sus exploraciones e investigaciones en el alto Putumayo sobre la tradición del yagé, veníamos hablando del tema relacionando conceptos, describiendo experiencias y buscando preguntas y respuestas; él proponía tratar de entender porqué una tradición que permaneció oculta durante tanto tiempo, ahora se abría con tanta fuerza hacia las ciudades” explica López.
En el documental se escucha la voz de un abuelo que narra el encuentro entre el hombre indígena y una planta sagrada sumerge al público en los principios de la tradición de esta arbusto medicinal. La experiencia visual transita la dimensión del encuentro con lo sagrado, mostrando los alcances políticos de su conocimiento médico y las tradiciones invisibilizadas por el discurso de la conquista, como las de los grupos indígenas Íngas, Kamëntsá y Kofanes que manifiestan con su canto una protesta ante la imposición de la globalización. Un proyecto como este es necesario para entender mejor las tradiciones de nuestras culturas. Tal y como lo explica Alexander “la mayoría de la información que se difunde sobre el yagé termina en análisis lógicos de la ciencia positivista, lo cual es una contradicción con el conocimiento y la cosmovisión de las comunidades indígenas que son los verdaderos conocedores de esta planta sagrada y preservan su sabiduría desde otra lógica, donde el lenguaje, el canto, el mito y las formas de relacionarse con lo invisible tejen relaciones que no corresponden con las explicaciones que el dominio académico de occidente pretende dar simplificando las cosas”.
Las rutas del yagé es una coproducción de Señal Colombia, la CNTV y el Ministerio de Cultura en cuál se ve una excelente investigación y un acercamiento a los Taitas Inga y Kamentsä, los cuales se pueden dividir en dos partes como lo manifiesta su realizador “la primera etapa es realizada enteramente por Oliver en su trabajo como antropólogo y experimentador, él nos abre el camino y la orientación en el alto Putumayo con las comunidades Inga y Kamentsä, después viene la etapa de acercamiento como equipo de trabajo y el enfrentamiento a la experiencia de tomar remedio, curarse, abrirse a la guía de los taitas, conocer los personajes y adquirir la confianza necesaria antes de intentar grabar algo. No fue fácil pero sí muy gratificante”.