La obra de la Ungrd que costó 6.000 millones y no sirve para nada

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El muro de contención construido en 2014 se encuentra actualmente en medio del río Putumayo. El afluente ha ampliado su cauce y la carretera del muelle de Hong Kong, que antes se encontraba a 102 metros de la ribera, hoy se encuentra a solo 27 metros . El avance del agua amenaza con destruir el acueducto municipal.

Por María Lourdes Zimmerman / Periodista ambiental

La tragedia de Mocoa en la madrugada del 1 abril, dejó 332 personas muertas y centenares de familias damnificadas. Además, captó la atención de todo el mundo y fue replicada en diversos medios de comunicación internacionales. El desastre causó gran conmoción, pero lo peor es que desde hace varios años, otras poblaciones de Putumayo también claman por atención y tienen miedo de que un desastre les llegue de repente.

El 26 de julio de 2013 Puerto Asís y otras poblaciones del departamento estuvieron de luto. Cerca de 7.000 familias quedaron damnificadas por un desastre que se veía venir. El desbordamiento del río Putumayo afectó 15 barrios del municipio de Puerto Asís que quedaron bajo el agua. Un balance nefasto según Jorge Coral Rivas, alcalde en aquel momento.

Las soluciones no se hicieron esperar por parte del gobierno nacional y se construyó un muro de protección sobre la margen izquierda del río Putumayo que hoy no es más que un elefante blanco. Desde hace algunos años el municipio vive emergencias constantes y el riesgo continúa. La vulnerabilidad es cada vez mayor.


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La última calamidad pública fue declarada en marzo de este año como consecuencia de las intensas lluvias y la socavación del río Putumayo sobre su margen izquierda. Esta situación promete llevarse en los próximos meses el acueducto que surte con agua potable al 40 por ciento del municipio y el corredor vial Puerto Vega–Teteyé, por donde se transportan los hidrocarburos que se obtienen en la zona. En riesgo están también el puerto de carga y las veredas Peñalosa, La Unión y Hong Kong.

Una obra que no sirvió

“Hace unos años una avalancha se me llevó 18 animales y hoy ya no me queda nada”, le contó a Semana Sostenible Aura Emérita, una campesina  de la vereda Hong Kong, que el 22 de junio del año pasado lo perdió todo por cuenta de los desbordamientos del río Putumayo. Además, hoy teme perder las últimas seis hectáreas que le quedan, pues las otras 43 se las llevó el río sin que nadie responda por esto.

La casa de Aura estaba justo arriba del muro de protección construido. El nivel del río aumentó con las fuertes lluvias y entró por un extremo de la estructura, se llevó todo lo que encontró a su paso, incluida la obra. Tres familias más perdieron sus viviendas y predios.


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El dique construido por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) y el Consorcio Protección, sigue en pie pero la socavación del río lo tiene hoy inservible en medio del afluente.

Fue por esto que en 2015, un año después de su construcción, la obra de protección entregada al departamento en 2014 y que tuvo un costo de casi 6.000 millones de pesos, fue objeto de investigación por parte de la Contraloría de Putumayo. La entidad determinó un presunto detrimento patrimonial por más de 5.700 millones de pesos, como consecuencia de la escasa funcionalidad del muro.

Según Yuley Nayibe Rodríguez Tobón, gerente departamental de la Contraloría General de la República en Putumayo, luego de la investigación, “en 2015 trasladamos el caso a la delegada de responsabilidad fiscal de la Contraloría en Bogotá para que adelantara la investigación. Debido al elevado valor del contrato nosotros no teníamos competencia”.

Dentro del análisis y lo evidenciado en visita técnica, la Gerencia Departamental Colegiada de la Contraloría General, encontró  evidencias que demuestran que el muro en su estado actual no protege integralmente la rivera del río contra socavaciones e inundaciones, lo que aumenta el riesgo en las riberas.

El caso es objeto de investigación a nivel central pero aún no se conocen avances. Sin embargo, es una gran preocupación para la Alcaldía de Puerto Asís y la Gobernación de Putumayo, pues aún no tienen soluciones a corto plazo frente a los riesgos que se viven en el río.

Lalo Giovany Zambrano, director de Gestión del Riesgo de Desastres del departamento, explica que en marzo de 2016 Puerto Asís se declaró en calamidad pública por la socavación de la margen izquierda del río y el riesgo que afrontan más de 25.000 personas que podrían quedarse sin agua potable, pues en caso de un desastre uno de los principales afectados sería el acueducto municipal.

Ómar Guevara, alcalde del municipio, envió oficios a la Ungrd en dos ocasiones advirtiendo los riesgos que se viven por las crecientes del río Putumayo y las afectaciones en la cabecera municipal de Puerto Asís. Además, planteó que la obra no sirve y que Puerto Asís no cuenta con los recursos para ejecutar una nueva.

A principios del 2017 la Secretaría de Gobierno municipal envió una carta al director de la Ungrd manifestando que la obra fue absorbida por el río y que existe riesgo de derrame de petróleo y afectación al acueducto.

En las solicitudes se explica que ante una emergencia, la principal preocupación es ecológica y ambiental pues podrían presentarse derrames de crudo. El muro quedó cerca de la zona de navegación del río, por donde transitan las embarcaciones con hidrocarburos, gran parte de la obra está quedando en el fondo del afluente y esto podría ocasionar accidentes con los ferris que transportan tractocamiones.

Adicionalmente, Puerto Vega no cuenta con desembarque de lanchas de transporte ya que la sedimentación cerró el acceso. El muelle de Hong Kong también tiene afectaciones por exceso de sedimentos generados por la socavación del río y uno de los temas más graves es el avance del río Putumayo hacia la bocatoma del acueducto, que se encuentra a menos de 100 metros de la ribera. Si esto sucede, se afectará el suministro de agua potable a la cabecera urbana del municipio y a seis veredas del corredor Puerto Vega Teteyé. Cerca de 50.000 personas se afectarían.

Si el río sigue avanzando la carretera desa-parecerá y el corredor de transporte de petróleo quedará bajo el agua. Incluso, una de las zonas veredales de transición de las Farc, ubicada en la vereda La Pradera, quedaría incomunicada.

Pocas palabras

Por su parte, la entidad encargada del riesgo a nivel nacional y que depende de la Presidencia de la República, solo contestó en una ocasión a las solicitudes de Puerto Asís. En una carta con copia a la Gobernación de Putumayo, explicó todos los antecedes del proyecto  y argumentó no haber recibido pronunciamiento por parte de la administración departamental ni municipal respecto a la problemática que afectó las obras desarrolladas por la Ungrd y que “se ejecutaron conforme a los diseños suministrados por la Gobernación”.

La obra contratada por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) costó más de 6.000 millones de pesos y se construyó en un año. Hoy no cumple con su función de proteger a Puerto Asís.

Semana Sostenible tuvo acceso a la carta que la subdirectora de la Unidad, Graciela Ustariz Manjarrez, le dirigió al municipio. En ella, asegura que el informe con la problemática descrita por la administración municipal no obedece a una afectación puntual generada por la obra sino a una afectación ocasionada por los meandros (curvas pronunciadas en el curso del río) y aclara que las afectaciones a la navegabilidad deben tratarse con el sector Transporte.

Entidades como Corpoamazonia, con competencia en el hecho, no quisieron dar declaraciones. Por su parte, la Contraloría General de la República no entregó información sobre el avance de la investigación, que podría demorar hasta cinco años, para determinar quién fue el responsable de la construcción de una obra de 5.700.000 millones de pesos que naufraga en el río Putumayo.

Lo peor es que no parece haber una solución a la vista. El riesgo ante un desastre en temporada de lluvias sigue latente, a pesar de que se puede prevenir y que las poblaciones llevan cerca de tres años clamando por atención.

Fuente : Semana


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