Por: Jesús Bernal
Luego de casi ocho semanas de la avalancha en Mocoa, que afectó entre otros a la infraestructura de la subestación Junín -que alimenta el servicio para nueve municipios-, avanzan las tareas de recuperación al considerarse que la subestación móvil registra una serie de problemas que vienen afectando a más de 300 mil personas en Cauca y Putumayo. Las primeras pruebas, que exigieron un apagón de doce horas, fueron positivas, según la firma contratada para ese fin.
El propósito es lograr su habilitación para garantizar el servicio. Dependerá de un informe técnico que será presentado posiblemente la próxima semana. Esta evaluación llevará a ponerla en servicio de manera provisional. Hay que considerar que los transformadores de potencia y otros equipos de gran tamaño no fueron afectados en su parte interna y los sistemas de protección de carga los favorecieron.
Una de las dificultades que deberá superar la empresa es la inversión en tecnología para el sistema inteligente de los paneles de control, que resultaron deteriorados tras el desbordamiento de la quebrada La Taruca. La subestación móvil debe ser reemplazada cuanto antes porque no es confiable ante las necesidades de consumo y por la fragilidad del sistema que no cuenta con la suficiente protección.
La tercera fase también viene marchando y tiene que ver con la construcción de la nueva subestación, que tiene un costo aproximado de 60 mil millones de pesos, y podría tardar cerca de 36 meses para que entre en funcionamiento. Por eso, el argumento de que la infraestructura Junín se activará de manera provisional se hace necesario. El propósito es garantizar confiabilidad a los usuarios directos o indirectos en el departamento del Putumayo. Se espera conocer cuánto será ese tiempo de transición y cambio en las infraestructuras eléctricas.
https://www.radionacional.co/noticia/energia-electrica/mocoa-se-hace-urgente-cambio-las-subestaciones-de-energia