Carta a la Gobernadora Sorrel Aroca

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Apreciada Gobernadora:

Hace varios meses llegó a mis oidos una información relacionada con la hipótesis de que yo estaría detrás de una denuncia en su contra en la Procuraduría General de la Nación y que el interés que me movía a actuar de esa manera era mi aspiración de remplazarla a título de Gobernador Encargado. Al principio no le presté atención a una especulación de esa naturaleza porque me pareció una más de las que siempre se tejen en los círculos políticos de nuestro departamento, sin embargo luego fui enterado de que usted le había dado crédito a esa versión y eso si me preocupó, razón por la cual en alguna ocasión le hice un comentario al respecto y le pedí que me excluyera de la lista de personas sobre las cuales usted podría pensar que estarían en el empeño de promover una sanción en su contra.

Pensé que esa idea había desparecido de su mente pero tanto la Senadora Claudia López como el Gobernador Carlos Amaya, amigos en común, me expresaron en estos últimos días que usted tiene el convencimiento de mi participación en una especie de complot para urdir su destitución.

Como no me cabe duda que existen interesados(as) en el Putumayo de convencerla de mi responsabilidad en esos hechos, tomé la decisión de hacer pública está comunicación y garantizar de esa manera que ellos la lean no bajo la óptica del corazón o la conciencia sino desde la mirada de la lógica:


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1. No tengo interés en ser gobernador(e) del Putumayo y sí por alguna razón me ofrecieran esa designación, no la aceptaría.

2. Tampoco tengo interés de incidir en la designación de un gobernador(e) en el Putumayo.

3. Tampoco estoy interesado en ser candidato a la Gobernación.

4. No está entre mis planes ser candidato al Congreso de la República en el año 2018.


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Así las cosas, teniendo claro que estoy haciendo público lo que a muchas personas les he dicho en privado, esto es que mi condición de actor político – electoral en el Putumayo es un capitulo cerrado en mi vida, aspiraría a que aquellos(as)que le han vendido la idea de que yo soy el responsable de lo que a usted ahora le sucede cambien de opinión o al menos se vean en la obligación de construir teorías sensatas en torno a mi comportamiento.

Entenderá usted que mi actual condición me exige interactuar con todos los actores institucionales de la región; por mi oficina pasan los alcaldes de todos los sectores políticos, los Representantes a la Cámara, los Senadores de la República, Concejales, ex Alcaldes, ex Gobernadores, ex Diputados, con muchos de ellos superando o dejando de lado profundas diferencias que sostuvimos cuando me desempeñaba como congresista, y no puedo negarle que hay quienes me han expresado posturas adversas a su administración pero a todos les he dejado clara mi decisión de estar al margen de los ires y venires de la política local, lo cual incluye las controversias llevadas a las instancias de control disciplinario.

Nadie puede decir que yo haya sugerido siquiera algún comportamiento para afectarla en su ejercicio de gobierno, por el contrario siempre he manifestado mi interés por ayudarle a su administración en lo que este a mi alcance.

En el pasado, personas del talante de aquellas que le han dicho a usted que yo estoy detrás de sus circunstancias desfavorables de hoy, hicieron lo mismo con otros líderes de la región y los enemistaron conmigo. Sólo con los doctores Felipe Alfonso Guzman Mendoza y Luis Fernando Ochoa Zuluaga sostuve una aguda y pública controversia que trascendió el escenario político y en particular con el Doctor Ochoa nos enfrentó en los estrados judiciales, situación que hoy lamentó y en la actualidad con ambos he procurado mantener una relación al menos cordial. Salvo lo que ocurrió con ellos, en los demás casos fue la especulación y no la razón la que propició los desencuentros.

La razón más poderosa que me anima a hacer público este escrito es porque tengo una aspiración personal: estar por fuera de las rencillas políticas de mi tierra y poder disfrutarla a plenitud cuando el tiempo me permita estar allá.

Usted y los lectores pensarán que me estoy auto jubilando joven de la actividad política en el Putumayo, y así es, esa es mi decisión…

Reciba un abrazo,

Guillermo Rivera


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