Así avanzan los compases de la paz  en el Putumayo

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foto tres, militares haciendo presencia en la vereda de Piñuña Negra, bastión de las Farc, hoy sin ningún temor de ataques.
foto tres, militares haciendo presencia en la vereda de Piñuña Negra, bastión de las Farc, hoy sin ningún temor de ataques.

A las cero horas de este lunes 29 agosto el cese de los fusiles de las tropas del ejército colombiano y de los guerrilleros de las Farc, se silenciaron como parte de los acuerdos suscritos en La Habana Cuba, entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc, acuerdos que aún no se han firmado.

El anuncio hecho por el presidente Juan Manuel Santos, del cese bilateral al fuego en días pasados fue bien recibido por la mayoría de los habitantes de Putumayo, que en un gran porcentaje han sido víctimas directas e indirectas de las acciones no solo del grupo rebelde sino de las mismos soldados del ejército.

Belkis Quiñonez, habitante de la vereda de Piñuña Negro, jurisdicción del municipio de Leguizamo, en otrora bastión de las Farc, manifestó que hoy fue un nuevo amanecer diferente de los demás porque sabe que el aroma de paz se siente como el aroma del café que sorbe de una taza de electro plata que sujeta con sus morenas manos.

“A mí en el año 2005, la guerrilla me mató a una hija cuando dinamitaron el puente vehicularen San Juan de Villalobos en la vía Mocoa-Pitalito, hoy he perdonado a los guerrilleros que cometieron el hecho”, señalo la señora Quiñonez.


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Obdulio Quasquer, residente del corregimiento de Puerto Colón, jurisdicción del municipio de San Miguel, señalo que desde el año 2002 hasta el año pasado contabilizo más de 160 ataques de las Farc, hacia su población afectando las viviendas que constantemente eran blanco de las balas y de las esquirlas de los cilindros bombas que los guerrilleros disparaban y lanzaban desde el otro lado del rio San Miguel, en territorio del país del Ecuador, para atentar contra los puestos de policía y ejército que se encuentran a las afueras del corregimiento ejerciendo control fronterizo. A pesar de los ataques muchas de las familias resistieron  los hostigamientos  con el temor natural del ser humano por horror de la guerra.

Quizás el único municipio que no ha sentido los ataques de las Farc, en forma directa ha sido Mocoa, capital del departamento, pero que alberga más de 50 mil personas desplazadas de la violencia. Los 12 municipios restantes todos han sufrido los embates  del grupo subversivo que contabiliza más de 150 mil víctimas de los más 350 mil habitantes según censo del DANE.

Horacio Prado, habitante de Puerto Caicedo, con voz entrecortada narra que a mediados del año  2006, tuvo que salir del pueblo huyendo de la guerrilla que lo querían matar por el solo hecho que un día tuvo que reunirse con los paramilitares, cumpliendo bajo amenaza de muerte una cita que este grupo armado de derecha le había notificado.

“Hoy puedo retornar sin temor a mi casa junto a mi familia”, puntualizo y todo por la llegada de la paz


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El grado a la paz

Claudia Molina, del municipio de Puerto Guzmán, viuda hace más de quince años cuando su marido fue asesinado por la guerrilla tras negarse a pagar un dinero “la vacuna” que le exigían por tener una pequeña finca ganadera. “Hoy la violencia se ha graduado de paz”, acoto Claudia, al referirse al cese bilateral de fuego y con algo de nostalgia por la muerte de su esposo quien no alcanzo ver crecer a sus dos pequeños hijos que en el momento del asesinato tenían 3 y 1 un año.

Oliverio Benavides Parra, del municipio de Sibundoy, refirió que las Farc, para  finales de los 90 inicios de la década del dos mil dominaron el Valle de Sibundoy, imponiendo la ley del monte con extorsiones, secuestros, amenazas y tomas guerrilleras dejando un importante número de víctimas algunas de ellas descansan en los cementerios del Valle de Sibundoy, y otros tratando de superar los días de terror. “Yo, como muchos acá no creemos en ese tal proceso de paz”, puntualizo.

El fantasma de las Farc

Para muchos de los putumayenses quienes celebran la llegada de la paz, solo les salta una sola preocupación si en verdad todos los guerrilleros que operaron en los tres frentes 15, 32, 48, dejaran las armas y se someterán a la desmovilización.

John Pérez Osorio, secretario de Puerto Asís, señala que el temor sobre todo en los comerciantes es que quede el “Fantasma de las Farc”, con uno que otros extorsionando como hasta la fecha sucede. “Todos los procesos de paz en el mundo no han sido perfecta y la de Colombia, no es la excepción”, argumento.

La paz llego para quedarse

La gobernadora del Putumayo, Sorrel Aroca, en un discurso ante más de dos mil personas a orillas del rio  Putumayo, en el municipio de Leguizamo, el pasado domingo 28 de agosto y con la presencia del ministro del Medio Ambiente, Luis Guillermo Murillo Urrutia, señalo con voz enérgica pero al mismo tiempo emotiva que la paz llegó al Putumayo, para quedarse para siempre al tiempo que invito para que los putumayenses voten en el plebiscito y ojala marcando la palabra SI. Discurso que arranco un largo aplauso arrastrado por la suave brisa del rio y un fuerte abrazo del mismo ministro Murillo Urrutia, y de otros invitados especiales.

A las ceros horas de este lunes, algunas sirenas de los cuerpos de bomberos y de la policía sobaron dándole bienvenida a unos de los compases de la paz, mientras que la guerrilla instalo varios avisos en sus zonas de influencias donde se podía leer “Pueblo colombiano le hemos cumplido FARC EP”

Germán Arenas Usme, Mocoa Putumayo

Colprensa


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