DiariodelHuila
Este fenómeno que comenzó como una simple situación en los municipios del sur del Huila se convirtió en una bola de nieve que hoy toca a toda la ciudadanía y que se debe resolver rápido y no en el largo plazo porque los efectos amenazan la sostenibilidad de la región.
El escenario es tan grave que según palabras del decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Usco, tal realidad como un problema de salud pública, es decir, se necesita diseñar una estrategia por parte del Estado que contrarreste los males que causa al conjunto de los habitantes.
Los accidentes en las vías hacia el sur del Huila han provocado la pérdida de vidas humanas, daños materiales, contaminación de ríos y quebradas algunas de ellas que surten los acueductos veredales poniendo en riesgo la salud y el ecosistema. Viajar hacia el sur es toda una odisea, además por los altos riesgos de accidentes durante el recorrido. El tiempo es casi igual que de Neiva a Bogotá por tierra por el exceso de tractomulas que transportan el crudo desde Putumayo. El deterioro que estos vehículos causan a la malla vial urbana de los municipios es insostenible debido a los exiguos presupuestos municipales. Los productos cultivados por los campesinos y las mercancías que son transportadas entre el sur del país y el centro aumentan sus tiempos de llegada lo que encarece los costos al consumidor y de paso pierden su competitividad.
La preguntan entonces que debemos hacernos es ¿cuál es la solución y en manos de quien está? Aquí sí que nos cabe a todos un nivel de responsabilidad empezando por los gobernantes de turno y la clase política que cuando llegan los funcionarios del orden nacional no levantan su voz de protesta y rechazo ante los ministerios de Minas y Transporte, la Agencia Nacional de Hidrocarburos y la Agencia Nacional de Infraestructura. Hace algunos días estuvieron los funcionarios de algunas dependencias nacionales en el Huila y ningún compromiso ni solución dieron frente al problema.
La responsabilidad de toda esta situación es del Gobierno Nacional en cabeza del Ministerio de Minas y Energía que tiene todas las facultades otorgadas por la Ley Orgánica del Hidrocarburos y en donde existe un capítulo dedicado al transporte y distribución en el territorio nacional. De ahí que si queremos exigir una solución de fondo es precisamente poner en cintura al Gobierno Nacional para que se comprometa a utilizar los oleoductos como transporte de hidrocarburos y no siga utilizando las carreteras en este tipo de servicios. Eso implica una posición fuerte y radical de la clase política, la dirigencia gremial, las comunidades y la ciudadanía en general. Los compromisos de variantes que comunicaba el Gobernador en la rendición de cuentas y las promesas de doble calzada que son importantes y hay que seguirlas reclamando no nos deben distraer porque estas obras son de mediano y largo plazo.
Por: Israel Silva Guarnizo
http://diariodelhuila.com/opinion/el-problema-del-transporte-de-crudo-por-las-vias-del-huila-cdgint20140220081113104