El desabastecimiento de combustible en el departamento del Putumayo: un problema que exige pronta solución

Publimayo

130213 CombustileA mediados de cada mes, retoma actualidad el tema del combustible. Pues bien, mucho se ha dicho en relación con este tema, algunas opiniones dan en el clavo, pero, la mayoría terminan fallando dejando escuchar solo lamentos que en poco o en nada contribuyen a solucionar el problema.

Un poco de historia:

El alto costo de la gasolina en el departamento originó inconformidad general pues que siendo productor de petróleo no se justifica que se tenga que pagar la gasolina y el ACPM más caro del país.

La inconformidad pronto se constituyó en fuerte presión para gobernantes y representantes a la cámara para que éstos, a la vez, presionen al gobierno nacional para que rebaje el precio de los combustibles otorgando el beneficio del subsidio contemplado en la ley de fronteras.


Publimayo


Durante ocho años, el gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez hizo caso omiso del clamor de los putumayenses. Ni siquiera la persistente insistencia del “Mariscal del Sur”, Orlando Guerra de la Rosa, que por ese tiempo se desempeñaba como representante a la cámara, logró convencerlo para que tome la decisión tan esperada por el pueblo del Putumayo.

Lo paradójico

Con la llegada del doctor Juan Manuel Santos a la Presidencia de la República —a quien la mayoría de los putumayenses no respaldaron en la urnas pues fue el único departamento donde no ganó las elecciones—, el panorama cambió, contrario a lo que se pensaba, fue él quien tomó la decisión de conceder el subsidio a los combustibles para favorecer a los putumayenses, especialmente a los de a pie y a los pequeños y medianos transportadores. La decisión dejó una ejemplar lección: una cosa es el debate político, otra muy distinta gobernar.

El zafarrancho


Publimayo

Cuando ya se supo que la decisión era favorable, se formó el zafarrancho por ganar las indulgencias: unos, que fue el resultado de la gestión del gobernador Jimmy Díaz; otros,que fue delos representantes Guillermo Rivera y Luis Fernando Ochoa; otros,que fue de la senadora Miriam Paredes y del senador Guillermo García Realpe.

En fin, como siempre en estos casos, las atarrayas se comenzaron a echar profusamente en ese río revuelto pues ninguno quería quedar sin su parte

La decisión

Por fin, a comienzos de este año, el Presidente Juan Manuel Santos anunció el beneficio del subsidio para que los putumayenses de a pie y los pequeños y medianos transportadores gozaran de las bondades que se derivan del combustible más barato.

El hecho se recibió con alborozo pues se sintió la presencia y la consideración del Estado con un pueblo que en lo mucho o en lo poco le ha aportado a la construcción de país.

La frustración

No pasó mucho tiempo para que llegue el desencanto, la frustración. Se parece que se compró la enjalma antes de tener el caballo, el combustible subsidiado apenas alcanzó, según los propietarios de las bombas, para los diez o doce primeros días.

En las bombas de gasolina, de la noche a la mañana aparecieron unos grandes letreros que decían: NO HAY GASOLINA. Las preguntas que se pueden hacer son las siguientes: ¿qué autoridad certificó la afirmación? ¿Se comprobaron las existencias?

Daba pena ver a hombres y mujeres salir carilargos de las bombas de gasolina gritando desesperados ¡No hay gasolina! ¡No hay gasolina! La angustia mezclada con la ira se apoderó del pueblo que comenzó a protestar a su manera, hablando y despotricando en las calles, en los parques y en las cafeterías,de los gobiernos y de los parlamentarios, menos de los dueños de las bombas y mucho menos de los dueños de las tractomulas, que además de llevarse el crudo se abastecían hasta el tope con el combustible subsidiado que se había logrado conseguir para beneficiar a los putumayenses.

Buscando responsables, el pueblo comenzó a gastar pólvora en gallinazo: que el alcalde no controla, que el gobernador tampoco y mucho menos los parlamentarios, que la cura resultó peor que la enfermedad, etc., etc.

De nuevo: vuelve y juega

Cuando la situación estaba pasando a mayores, los gobernantes y los parlamentarios comenzaron a gestionar, ante el gobierno nacional, alternativas de soluciónque pronto permitan superar la situación y desactivar la bomba de tiempo originada con la escases de combustible, una escases que tiene más de artificial que de real pues los más beneficiados con el cambio de precios de combustible son los empresarios que distribuyen el combustible.

De la fórmula 70/30

Las intervenciones radiales de gobernantes, parlamentarios, líderes comunitarios y los aspirantes a la Cámara de Representantes no se dejaron esperar.

Todos querían tomar parte de ese pastel. Propuestas de solución, varias. Finalmente, la propuesta aceptada fue la fórmula 70/30, propuesta por el representante Luis Fernando Ochoa.

La propuesta del doctor Ochoa, mirada sin el apasionamiento politiquero que tanto daño le ha hecho al departamento, logró superar la situación repetitiva de escases temprana de gasolina.

Para el pueblo de a pie, es decir, el que necesita el combustible para mover la moto, prender la motosierra, alimentar el sistema de aparatos móviles de refrigeración, prender la petromax hacia alumbrarse durante la noche en la finca o en el camping, abastecer los tanques para los motores fuera de borda, tanquear la camioneta, el taxi o la buseta de servicio público, la medida tomada fue un alivio.

Lo que pasó con la medida del 70/30

Con el 70/30 los vehículos movidos por ACPM vieron reducido el margen de abastecimiento puesto que lo poco que llegó rápidamente fue consumido por las 353 tractomulas que diariamente circulan por las carreteras del departamento transportando un promedio de 11.000 barriles.

La medida cambió las cosas, el ACPM escaseo rápidamente para los grandes transportadores de crudo pero en desmedro de los pequeños transportadores de la región que también requieren de ese combustible para mover sus vehículos.

El problema continúa

Presionados por escases de combustible, especialmente de ACPM, nuevamente, los gobernantes, los parlamentarios y la dirigencia cívica están buscando soluciones al problema del desabastecimiento de combustible en el departamento.

La intervención de la sociedad civil

Mientras los primeros tocan puertas en el gobierno nacional solicitando ampliación de los cupos de combustible, por su parte, la dirigencia cívica se ha organizado para llevar a cabo medidas y actividades para lograr la superación inmediata del desabastecimiento de combustible. Además de lo anterior, agregaron a su pliego de peticiones el problema del tráfico pesado por las vías del departamento y el deterioro de la malla vial urbana y rural, la construcción de circunvalares y la inversión en programas sociales.

Una de esas medidas o actividades es la de la realización de paro cívico para impedir el paso de las tracto mulas transportadoras de crudo por la ciudad de Mocoa.

Para ir concluyendo

Como se puede deducir, por un lado, fueron los grandes transportadores los que, en gran medida, ocasionaron escases de combustibles en el departamento, pero por el otro, posiblemente los empresarios del combustible incidieron en la creación artificial de la misma con fines netamente económicos, desprovistos totalmente de su responsabilidad social.

Preguntas a responder

Las preguntas a responder, tanto los unos como los otros serían: Las gestiones que hacen los gobernantes, los parlamentarios y la dirigencia cívica ¿realmente a quién beneficiará? ¿A los ciudadanos de a pie? ¿A los pequeños empresarios del transporte? Porque hasta ahora, tanto los primeros como los segundos han sido los más perjudicados ¿A los empresarios o dueños de las bombas o expendios de gasolina? Porque hasta ahora han sido y seguirán siendo los más beneficiados, más aún, preocupa su silencio frente al problema del desabastecimiento¿A los empresarios dueños de las tracto mulas transportadoras de crudo? Porque antes de la fórmula 70/30 eran los mayormente beneficiados, ganaban por doble partida, por el transporte de crudo y por la diferencia en el costo del combustible para sus grandes vehículos¿Será que se le está haciendo conejo al combustible y que gran parte se comercializa por fuera del departamento? Porque cuando el río suena, piedras lleva ¿Quién y mediante qué procedimientos se controla el expendio de combustible? Porque hasta ahora lo único que se conoce es que las alcaldías municipales no cuentan con eficaces medios para ejercer esta función¿En qué estudio técnico serio se fundamenta la necesidad de ampliar los cupos del combustible? Porque hasta ahora se desconoce y si existe¿Quién lo certifica? Porque hasta ahora parece que impera la palabra de los comerciantes del combustible y el angustioso clamor de los pequeños transportadores.

El costo de vida

El otro asunto que queda pendiente pero que es conexo con el del combustible es el que tiene que ver con el costo de vida ¿La rebaja en el precio de la gasolina ha incidido en el costo de los artículos de primera necesidad? Lo lógico es que si se rebaja el costo del transporte de carga también se rebaje el precio de los artículos de primera necesidad ¿Y del costo del transporte de pasajeros qué? En realidad, se necesita más presencia del Estado a través de la intervención efectiva de las administraciones municipales puesto que se carece de control.

Lo que se espera

Se espera que pronto se pueda superar el problema del desabastecimiento de combustible en el departamento, que mediante la información oportuna y suficiente a la opinión pública se aclaren dudas y malos entendidos, que todos los sectores involucrados sean beneficiados en sus justas proporciones, que los empresarios distribuidores del combustible asuman la responsabilidad social que les corresponde, que las administraciones municipales intervengan efectivamente en la regulación de las actividades económicas a través del fortalecimiento de las oficinas de control de precios, pesas y medidas, que los gobernantes y representantes comprendan que el pueblo no es caído del zarzo y en su momento sabe reconocer su gestión, que el gobierno central nos dé el trato digno que como colombianos nos merecemos.

 

Jaime Armando Erazo Villota
Miembro del Colegio Nacional de Periodistas
Seccional Putumayo

 


Publimayo

Deja un comentario