Carnaval del Perdón y la Reconciliación – Valle de Sibundoy. Putumayo

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Desfile de la Virgen de Las Lajas Guía de Rutas por Colombia
Los días 11 y 12 de febrero se realizó, en el Valle del Sibundoy (Putumayo), el Carnaval del Perdón y la Reconciliación, el cual fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por la Ley 1550 de Julio 5 de 2012.
En esta festividad sagrada, también conocida como “El Día Grande”  o Bëtscnaté, las etnias indígenas inga  y kamentsá celebraron el fin de año, la convivencia pacífica y la cosecha de los productos agrícolas.
El lunes 11 de febrero  la fiesta se inició con un desfile liderado por la figura del Matachín disfrazado con una máscara roja, quien invitaba a festejar con gritos de euforia acompañados por los sonidos de su campanilla.  En el recorrido hasta la iglesia principal participaron las distintas familias pertenecientes a la etnia Kamentsá vestidas con sus trajes típicos. Algunas mujeres, conocidas también como “mamitas fiesteras”, fueron las encargadas de llevar la imagen de la Virgen de las Lajas, algunos hombres representaron a los Zaraguayes o colonos, y los Sanjuanes se vistieron de negro, para simbolizar la maldad del ser humano.
Toda la comunidad realizó el desfile hasta la iglesia en medio de bailes y canciones interpretadas con los instrumentos tradicionales como el rondador, el tambor, la flauta, la armónica y el cascabel. Una vez adentro de la iglesia, recibieron la santa misa, y al salir realizaron  representaciones teatrales y danzas en la plaza principal. Acto seguido, pasaron a recibir las bendiciones del Gobernador del pueblo kamentsá, quien entregó las varas de mando a sus alguaciles. Posteriormente, se realizó el  sacrificio de un gallo por parte de los Sanjuanes, ritual que cumple la función de catarsis colectiva para evitar la violencia futura dentro de la comunidad. A partir de ahí, la comunidad entró al cabildo y a las diferentes casas para continuar con la celebración.
Al día siguiente el evento fue realizado por parte de la etnia Inga en los municipios de Santiago y Colón, quienes también desfilaron con sus trajes tradicionales. Después de oficiar la misa en la iglesia y recibir la bendición del párroco, se reunieron en la plaza principal para bailar y compartir. En este caso, las personas llevaban plantas de ortiga con las que pringaban la piel de los demás. Después de la celebración oficial, y el ritual del gallo, todas las familias se reunieron en los diferentes cabildos y las casas principales a celebrar con la chicha y los alimentos, que compartieron generosamente con los invitados durante todo el día y la noche.
Aunque los kamentsá y los ingas realizan su propia festividad del “Día Grande”, ambas comunidades se acompañan y realizan el mismo proceso de perdón y reconciliación con todos sus seres queridos por medio de la “clestrinye”;  que significa fiesta, danza y alegría.


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